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Mujeres en la Seguridad: Especial ?DÍA DE LAS MADRES?

Actualmente la seguridad en México enfrenta grandes retos, diferentes sectores se han visto vulnerables ante este panorama tan violento que se vive en el país, sin embargo hay gente que a diario entrega su tiempo, el de su familia y hasta su propia vida por tratar de mejorar esa situación y sobre todo, aportar su conocimiento y aprendizaje que a lo largo de los años ha ido recopilando.

Ante el lamentable feminicidio de Fátima Cecilia Aldrighett Antón, de tan sólo siete años de edad, las mujeres de este país se unieron para demostrar la inconformidad no sólo por el asesinato de Fátima, sino de las miles de mujeres que desaparecen cada año, que son violentadas y donde la justicia es una ausencia inagotable.

El 9 de marzo del presente año, ocurrió el paro nacional de mujeres “Un día sin nosotras”, en el que diferentes empresas respetaron la decisión de sus empleadas de sumarse a la protesta y no asistir a la oficina, al trabajo; las mujeres dejaron de comprar en los comercios para demostrar la importancia de las mujeres no sólo para la economía, sino para la propia vida.

Varias de estas mujeres que salen a diario para trabajar, precisamente están dentro del sector de la seguridad, aportando sus ideas, su conocimiento, su esfuerzo y tiempo, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 42.6 por ciento del total de mujeres mexicanas de 15 años y más está vinculada a la Población Económicamente Activa, y de ellas, 73 por ciento tiene al menos un hijo nacido vivo, lo que significa que las mujeres y aquellas que son madres también, tienen un fuerte impacto en la economía del país y en la familia.

Es por eso que en esta ocasión y conmemorando el “Día de las madres”, Seguridad en América (SEA) pudo conocer más de la vida de dos mujeres de la seguridad, que no sólo son profesionales, sino que también son grandes madres.

VERÓNICA TORRES LANDA: ESPÍRITU LIBRE CON VOCACIÓN INQUEBRANTABLE 

Nacida en la Ciudad de México, la sexta de siete hermanos, con más de 36 años laborando, Verónica Torres Landa Castelazo, actualmente directora ejecutiva de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada A.C. (AMESP), es además madre de dos hijas, las cuales la han apoyado a su madre en toda su trayectoria, con todo y los sacrificios que esto implicó.

“La vida de una mujer, madre y profesionista es intensa; no soy la excepción, hay millones como yo, llevo trabajando 36 años y desde mi divorcio, les inculqué el deber y la vocación profesional como eje de cambio en sus vidas. Tuve a mi lado a grandes personas que me apoyaron, mi entorno profesional me ha permitido realizar múltiples actividades, desarrollé habilidades para relaciones públicas, vinculación y atención, así como ayudar a las personas, y siempre tuve la fortuna de contar con mis hijas para apoyarme en mis logros profesionales; traté de ser madre presencial, no siempre lo logré, pero ellas lo supieron valorar y siempre han estado ahí”, comentó.

INFLUENCIA DE LA SEGURIDAD EN EL NÚCLEO FAMILIAR

Trabajar en la seguridad amplía el panorama del día a día, por un lado se está consciente de los peligros que surgen y por otro, esta consciencia puede influir en la educación de la familia. “Mi profesión en la seguridad y a lo largo de toda mi vida siempre ha influido con mi familia, platicamos de los riesgos que existen en la calle, cuando uno no está atento. Y siempre afectó su vida, porque cuando les pedían ayuda para cualquier tema de seguridad, sabían que podrían contar conmigo, siempre desde la legalidad”, explicó.

Lo más importante de esta influencia, es que su familia ha sabido reaccionar ante cualquier adversidad. “Sé que han sufrido y lo han resuelto satisfactoriamente, con crisis fuertes y muchas veces enfrentamientos y discusiones de valor, de por qué yo defendía a las instituciones de seguridad y a las personas privadas de su libertad y ellas, eran víctimas de la inseguridad o sus amigos”.

LOS RETOS DE UNA MADRE PROFESIONISTA

Todas las profesiones tienen grandes exigencias, pero las mujeres que decidieron además ser madres, enfrentan otros retos. “Como madre trabajadora, mi reto ha sido ser un ejemplo de lucha, coraje, pasión, de cumplir las metas propuestas. Y como profesionista, que mi trabajo a lo largo de 18 años en la administración pública, haya dejado una huella de fidelidad y lealtad, de respeto y gratitud. Nunca dejaré de luchar, recuperé mi espíritu y hoy, es libre, estoy segura que mi vocación es inquebrantable”, señaló con orgullo.

En 2014, Verónica Torres Landa ingresó a la Secretaría de Gobernación laborando en la Comisión Nacional de Seguridad, el trabajar con Policía Federal, Prevención y Readaptación Social así como con Servicios de Protección Federal, le dejó una carrera de enseñanzas, logros, fracasos, pérdidas irreparables de grandes compañeros, pero sobre todo de entender que la seguridad, se construye a base de puentes de confianza de corresponsabilidad y de lealtad con las personas, las instituciones y el país.

Como madre, desea que su familia logre todas las metas propuestas, se desarrollen en su profesión con amor y pasión, que sean felices y que entiendan siempre que el servicio es un valor que suma para ser mejores personas.

LOS SACRIFICIOS DE LA PROFESIÓN

El tiempo no se detiene, y su paso es algo irreparable e irrepetible, es por eso que una madre siempre sacrifica primero su tiempo como persona y después el de sus hijos cuando decide laborar.

“No se puede acomodar el tiempo entre el trabajo y la familia, más bien se sobrevive, con poco tiempo de familia y grandes ausencias por trabajo. La diferencia es la calidad que le des a cada una de éstos. Perdí muchos momentos maravillosos con mi familia, aunque cuando estaba con ellas buscaba darles lo mejor de mí”, platicó.

En un mundo de inmediatez, en un país con problemas severos de inseguridad, en el sector mayormente habitado por hombres, ser mujer con grandes habilidades exige el mismo compromiso que cualquier otro integrante del sector, el ser madre no puede ser pretexto para ejecutar al 100% esas capacidades, pero tampoco se puede evitar jugar ese rol tan importante para cualquier ser humano.

“Nunca debemos olvidar que el servicio público es muy ingrato, que el 24x7x365 no te dejará mas que satisfacciones personales, no garantizan perpetuidad ni pertenencia eterna. Soy especialista en Seguridad Pública, Seguridad Privada, Seguridad Nacional, así como Seguridad Física de Instalaciones Estratégicas, Formadora Social, Vinculación Estratégica y Relaciones Institucionales, porque soy resultado de mi esfuerzo y entrega, porque yo así lo construí, me enamoré de la seguridad y es mi más deliciosa debilidad y realidad”.

El paro nacional del 9 de marzo demostró la unión de algunas mujeres, la importancia y el hartazgo de seguir siendo víctimas de feminicidios, sin embargo no todas las féminas apoyaron este movimiento, y es sabido que no por ser mujeres, exista mayor compañerismo entre ellas.

“En la administración pública, tus propias compañeras son tus peores enemigas. No hay lealtad al género por el género mismo. Hay competencia, celos, abuso de autoridad, pero sobre todo hay un gran rencor y olvido por lo vivido. Si todas estas mujeres que a lo largo de mi vida, han traicionado a la mujer per se, es porque cuando llegaron, olvidaron de dónde salieron y los valores esenciales que las mujeres debemos tener, respeto, lealtad, fraternidad y equipo”, señaló Torres Landa.

LO MEJOR DE SER MADRE

Ser madre es todo un reto, sin demeritar el trabajo y esfuerzo de los demás integrantes de la familia, el amor que se siente por los hijos en infinito, ejerce cierta fuerza y voluntad sobre quienes lo experimentan. “Lo mejor de ser madre es tener a mis dos tesoros a mi lado, ver cómo a pesar de todo hemos logrado llenar nuestro corazón de momentos maravillosos y olvidar el dolor vivido, poder abrazarlas y decirles que las quiero. Soy una mamá orgullosa de sus hijas, son un ejemplo a seguir; como dos tornados que van por la vida dando ejemplo de hermandad, de amor y de amistad”.

LO MEJOR DE PERTENECER A LA SEGURIDAD

Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con un Diplomado y Certificación en Administración de Seguridad Física en Instalaciones Estratégicas Gubernamentales, Verónica Torres Landa Castelazo ha adoptado a la seguridad como su pasión y motor de vida, ayudar a la gente y fortalecer a la sociedad son de sus principales prioridades. 

“En el servir encontré el sentido de una vida útil. Durante mi estancia en la Seguridad Pública como funcionaria, descubrí que fuimos a marchas forzadas y con todo para ayudar a nuestro país realizando de 2014 a 2019 más de mil 400 reuniones de trabajo para atender las necesidades de la ciudadanía, a través de aproximadamente 450 mil acciones de prevención en temas de robo de autotransporte, secuestro, extorsión, apoyo a personas desaparecidas”, comentó.

La impartición de talleres sobre Prevención de la Violencia y el Delito son actividades que le gusta realizar, sobre todo porque pueden causar un impacto directo en la vida de las personas y en cómo administran y manejan su seguridad. “Lo que más me gusta, es que hoy desde la AMESP he podido seguir construyendo puentes de corresponsabilidad y de servicio de diferente forma y en otras trincheras, pero con la misma pasión y entrega con la que he vivido en los últimos siete años. No creo en la desigualdad, no porque no exista, sino porque nunca pienso en ello, creo, lucho y busco en la unión de corazones y mentes brillantes, para construir mejor mañana para mi país”.

MARÍA EMILIA VIDAL ARZATE: LA PREVENCIÓN ES FUNDAMENTAL PARA SU FAMILIA

Quien argumente que ser empresaria y madre trabajadora es imposible, no ha conocido de cerca a quienes realizan estas actividades a diario, ya sea con una pareja o bien solas a cargo de todas las responsabilidades que esto conlleva y la educación de sus hijos. Estar en el medio de la seguridad abre panoramas que no todas las personas pueden ver, si ya de por sí, ser madre o padre implica ampliar el sentido de la supervivencia, cuando conoces técnicas y herramientas de prevención, hay aún más conocimientos por aplicar.

María Emilia Vidal Arzate, directora general en Lafayette México, es una mujer empresaria y madre de una hija, con la cual organiza su tiempo no sólo para responder a las necesidades de ella, sino para continuar ejerciendo su profesión.

“Mi red de apoyo es fundamental para poder conjugar mi vida profesional y familiar, tener disciplina de horarios y organizarme de tal manera que todas mis actividades sean antes de las cinco de la tarde, esporádicamente es difícil cumplir con esta regla, sin embargo intento durante la semana ir a comer fuera de casa e ir tejiendo esta confianza y canal de comunicación difícil en la adolescencia, no obstante desde que nació mi hija he cumplido con esta regla de oro para mí, de la misma manera intento estar presente como esposa, otra regla de oro es no tener actividades laborales los fines de semana”, comentó.

EXIGENCIA EN LO LABORAL Y FAMILIAR

Después de lo sucedido con el terremoto en México del 19 de septiembre de 2017, y las lamentables pérdidas en el Colegio Enrique Rébsamen, Ciudad de México, algunas madres se volvieron más exigentes con los permisos de Protección Civil y las medidas preventivas de las escuelas a donde mandan a sus hijos esperando estén seguros, sin embargo un fuerte porcentaje de progenitores no toma en cuenta estas necesidades de seguridad y desconoce si en realidad hay un proceso de prevención y reacción ante cualquier incidente.

“Mi profesión influye mucho con mi hija, soy la peor clienta de servicios que tengan que ver con ella, ya clausuré un colegio por falta de documentación en Protección Civil; veo todo aquello que una mamá ‘normal’ no ve, soy la primera en pedir a cualquier servicio los protocolos de prevención, de protección civil, pero cuando veo que no existen, intento hacerlo y dar soluciones”, explicó.

En casa las medidas de seguridad también son aplicadas, y es que si existiera más esta cultura de prevención habría menos accidentes empezando por la casa. “Los protocolos de seguridad son importantes, desde el desplazarse por rutas diferentes, hasta una alarma de pánico, protocolo de secuestro y podríamos decir que las madres y los padres de los amigos de mi hija están tranquilos cuando se encuentran en casa, la seguridad es algo que se construye día con día, mi red de apoyo sabe cómo reaccionar ante contingen- cias, todos mis colaboradores pasan por un proceso de selección de control de confianza y como madre he visto la carencias en instituciones educativas y servicios de prevención”.

Esta visión que genera trabajar dentro de la seguridad le ha permitido crear un hogar en lo posible seguro, preventivo, María Emilia es reconocida por su trabajo responsable, por su lucha constante por la igualdad de género y por los padres de su hija por crear este hogar con extintores, alarmas de pánico, alarma en casa, póliza de seguro por contingencias de mantenimiento de la misma; de igual manera mantiene documentación importante en lugares seguros, le inculca a su hija medidas de seguridad para redes sociales, cuenta además con lámparas de emergencia, pilas, radio y televisión de baterías, así como videovigilancia; sería contradictorio aplicar medidas de seguridad para diferentes empresas u organizaciones y en casa no contar con ellas.

PRINCIPALES RETOS COMO MADRE PROFESIONISTA

Para Emilia Vidal, los principales retos como madre son educar a su hija como una mujer consciente de los peligros que puede vivir. “Muchas veces me cuestiono el no tener un filtro y enseñarle estos peligros de manera real y cruda, sin embargo, si no los tiene consciente no hay manera de prevenirlos, recuerdo que hace unos años, un niño del colegio le pidió un pack (paquete de fotografías sensuales de hombres o mujeres) a una de sus amigas, yo había hablado a mi hija de los riesgos en redes sociales, su amiga se lo comentó a ella y le dijo ‘vamos a decirle a mi mamá’, si yo no le hubiera dado esta información ella no hubiera prevenido, decir que es riesgoso no es suficiente, hay que dar detalles de los riesgos, aunque parezcamos exageradas”.

Como mujer trabajadora, su mayor reto es distribuir su agenda y sus prioridades: su hija, su esposo, sus padres; encontrar espacios para estar siempre presente en sus actividades. “Nunca he faltado a un festival, clase pública, etcétera. Organizar mi agenda entre viajes y mi estancia en casa, sí he tenido que renunciar a negocios internacionales y ponderar mis prioridades, por mucho tiempo sólo fuimos mi hija y yo”.

LUCHA POR LA IGUALDAD DE GÉNERO 

Después del paro nacional de las mujeres que se llevó a cabo el 9 de marzo, es evidente la unión del género para mejorar los derechos y la igualdad en el país, aunque no todas hayan participado. María Emilia Vidal es ardua defensora de esta causa, es la presidenta del Consejo Nacional de Mujeres Empresarias, el cual a su vez forma parte de Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (ASUME).

“Mi liderazgo es circular y compartido, soy la voz en muchas ocasiones, pero no significa que sea la mía, es la de todas, y cada una tiene una causa de vida; en nuestro sector como en todos, existen mujeres que han tenido que luchar para ganarse a pulso el puesto o la posición que ocupan, el testimonio de su vida es tan importante para empoderar a otra mujer y saber que no estamos solas y que las circunstancias han sido sólo eso, circunstancias de vida que nos ayudaron a visibilizar lo que ya no queremos en nuestros caminos”, señaló con orgullo.

Además de trabajar en la seguridad, Emilia fortalece el trabajo de todas las mujeres, abre y genera nuevos espacios, fortaleciendo el talento de cada una de ellas, el protagonismo no forma parte de su vida, por el contrario, expone que el llegar hasta donde está, ha sido por el apoyo de otras mujeres que confiaron en ella, “y que además me dieron el honor de representarlas, por eso día con día no importa las condiciones en las que me encuentre hablando de mi persona, es una ‘responsabilidad’ y un honor contar con la confianza depositada en mí”.

LO MEJOR DE SER MADRE

Como a muchas madres les sucede, existe una mujer antes y una después de ejercer la maternidad. “Todo me gusta, realmente yo elegí ser madre, busqué ser madre y puedo decir que existe una mujer antes y después de serlo, mi hija es el motor de mi vida y de mis causas, poder compartir con ella y ver cómo va creciendo y tomando sus propias decisiones, verla formarse como una mujer responsable, consciente de todo lo que sucede, generosa, amorosa. El aprendizaje que me deja ser madre es que la vida no se puede planear, sólo se vive y construye día a día”.

LO MEJOR DE PERTENECER A LA SEGURIDAD

Respecto a la seguridad, María Emilia comentó que lo mejor ha sido crear esa visión integral, “indudablemente la seguridad me da disciplina y protocolos de vida, observar cómo mi trabajo impacta en la vida de alguien más, y los puedo prevenir de posibles amenazas, detectar y atrapar personas que han perjudicado a terceros con sus decisiones tanto a las empresas o instituciones; en la seguridad te tienes que estar capacitando constantemente, porque todos los días existen riesgos y peligros nuevos y diferentes; la seguridad se transforma día con día y las empresas de seguridad también, me ha enseñado que el músculo que todos los días debemos fortalecer es el de la prevención y termino con mi frase favorita: sin igualdad de género no hay seguridad humana”.