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EL TRABAJO CORPORAL Y SU IMPORTANCIA EN EL ENTRENAMIENTO DE VIGILADORES Y PROFESIONALES DE SEGURIDAD

La importancia de tomar conciencia de nuestro cuerpo y de las sensaciones

A diario los vigiladores y profesionales de seguridad nos enfrentamos a situaciones estresantes que nos dan sensación de peligro y que activan la amígdala, la parte del cerebro límbico que gestiona las emociones como el miedo y la ira.
Estas reacciones pueden ser peligrosas cuando el o la profesional no pueden llegar “darse cuenta” de las señales corporales que le permitirán adelantarse y evitar un secuestro emocional.
Siguiendo a Daniel Goleman (1995), podemos hablar de una “fisiología del asalto emocional” que sigue los pasos siguientes:

  • Ante la sensación de sentirse amedrentado, nuestro cuerpo: 
  • Libera la secreción de catecolaminas que proveen la energía necesaria para la lucha o huida.
  • Otra oleada energética es activada por la amígdala que perdura más tiempo que las catecolaminas y se desplaza por rama adrenocortical del sistema nervioso. Esta excitación generalizada puede perdurar horas o días manteniendo al cerebro emocional predispuesto a la excitación (y agresión) y transformándolo en un trampolín fisiológico que provoca que las reacciones subsecuentes se produzcan con especial celeridad.
  • Se produce una hipersensibilidad difusa provocada por la excitación adrenocortical produciendo un secuestro amigdalino-emocional de irritabilidad. Esto explica por qué las personas parecen más predispuestas a enfadarse una vez que han sido provocadas.

Mi propuesta es lograr que los vigiladores puedan desarrollar, a través de un entrenamiento corporal, un “darse cuenta” pre-reflexivo que desde una mirada gestáltica significa un conocimiento inmediato por fuera del lenguaje racional, es decir fundado en el aquí y ahora de la situación.
Me refiero a un “darse cuenta” desde el cuerpo que permitirá ganarle a la descarga catecolamínica y anticiparnos al secuestro emocional. 
Para ello es necesario el conocimiento de qué le pasa a nuestro cuerpo y cómo se manifiestan las reacciones químicas en situaciones estresantes.
Si partimos de la base de que todo ser humano es un organismo que existe junto a un entorno, y del cual se retroalimenta a través del contacto pleno para satisfacer sus necesidades, una de las funciones para dicho contacto será el cuerpo que a través de la función “ello” será el soporte de la situación estresante.
Ahora bien, todo este proceso emocional constituye el telón de fondo de la situación que se expresa desde la fisiología, plano inaccesible dese la conciencia reflexiva por lo cual el acceso deberá ser desde el trabajo corporal.

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Que me daré cuenta que esa situación me está afectando emocionalmente a través de la información que me dará mi cuerpo, entonces la toma de contacto con esa situación será corporal para luego será reflexiva.
El cuerpo será entonces el fondo de esa situación, por lo que deberemos preguntarnos ¿qué toma mi cuerpo en esta situación? ¿Qué siente mi cuerpo? Es en el “sentir” y el “saber sentir” donde radica la posibilidad de darse cuenta (Awareness).
Para lograr esto, primero tengo que tomar conciencia de mi cuerpo, de mis sensaciones, es decir hacer que esa fisiología, en tanto cuerpo que está en el fondo se torne “figura” para sí una vez realizado esto poder descubrir las señales de un posible secuestro emocional.

INTERFERENCIAS EN EL PROCESO CORPORAL

El acceso a la información corporal muchas veces se ve interferido por la historia traumática de la persona que no logra una percepción de sus necesidades corporales. Si no puedo sentir mi cuerpo, tampoco podré sentir las señales que anticipan al secuestro emocional. 
Otra interferencia que aparece en los profesionales varones de seguridad es la lógica de la moralidad patriarcal que establece ciertos modelos de masculinidad en forma de mandatos que fueron introyectados sin asimilar y que prohíben la expresión y reconocimiento de las emociones. Esa alexitimia también se manifiesta en la invisibilización del cuerpo.
Y una tercera es la escisión cartesiana entre “pensamiento” y “sentimiento”, negando y alienando los segundos.

EL ENTRENAMIENTO CORPORAL

El trabajo corporal con los profesionales de seguridad incluye desde la modificación de posturas, centramiento, trabajo de modificación del tono muscular, atención plena y registro de sensaciones corporales con el objetivo de tomar conciencia del cuerpo y en algunos casos integrar “la mente y el cuerpo” como una sola entidad.
El trabajo corporal implica un trabajo desde la perspectiva de campo donde el individuo está con el otro en mismo entorno. Es por ello que implica la relación con el cuerpo del otro, el lenguaje corporal juega un papel importantísimo en este aspecto.

¿CUÁLES SON LAS SEÑALES DEL SECUESTRO EMOCIONAL QUE PODEMOS DESCUBRIR A PARTIR DE UN TRABAJO CORPORAL?

  • Los músculos tensados que se preparan para luchar o salir huyendo (variación en el tono muscular).
  • Aumenta el ritmo del corazón y de la respiración.
  • La sangre es bombeada con mayor rapidez a cada músculo y produce una fuerza superior a lo habitual.
  • Aparecen rigideces en la zona de la nuca o cuello.
  • Se percibe una mirada tensa y enfocada. 
  • Labios tensionados y apretados son signos de rabia controlada.

Estas señales formarán el “ello” de la situación estresante y los profesionales de seguridad y vigiladores a través de un entrenamiento podrán darse cuenta a tiempo para impedir la avalancha química que desencadena un secuestro emocional mucho antes de la aparición de la conciencia reflexiva y racional.