EL FENÓMENO CRIMINAL EN MÉXICO Y LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
Como sociedad, ¿qué tenemos que hacer para mejorar el panorama?
La criminalidad es un fenómeno multifactorial, analizarla implica incluir a la educación, por desgracia, esta es pobre, en datos dados por el Doctor Pedro Peñaloza (2013), los que no logran concluir sus estudios, terminan en el comercio informal, migran a Estados Unidos o en la delincuencia, esta última les ofrece sentido de pertenencia ya que la misma sociedad los rechaza, los hechos son claros, la sociedad crea delincuencia, margina y criminaliza, crea estereotipos y a partir de ahí, trata a las personas en los márgenes dentro de ese mismo estereotipo, hoy (y al parecer desde hace mucho tiempo), la imagen del delincuente es el joven, varón, moreno de clase baja y sin estudios.
Desde la teoría del labelling approach o del etiquetamiento se explica muy bien este fenómeno, al etiquetar creamos delincuentes, estos “delincuentes de dedo” y digo de dedo porque son los que señalamos, adoptan su papel y se comportan como tal, la falta de oportunidades, la carencia de redes de apoyo, los bajos niveles de estudios son el caldo de cultivo perfecto.
Pero, ¿quién tiene la culpa de esto? El sistema capitalista nos ha educado mal, nos ha hecho creer que tener cosas materiales, dinero y viajes, nos hace exitosos y para alcanzar estos “trofeos” es necesario estudiar y terminar la universidad, aunque es un hecho que a mayor grado de estudios, menor delincuencia común, tener un título universitario no garantiza nada, al contrario, hace que quienes la concluyen y no alcanzan el éxito, generan frustración, aquí entra perfecto el concepto de anomia de Emile Durkheim, entramos en crisis, entonces, la educación en el actual sistema, sigue sin ser la solución, pero es problema del mismo sistema, te impone metas, no te da los medios y cuando lo alcanzas, es insuficiente.
“El capitalismo educa a las personas a creer que tener cosas es tener éxito… las personas son aceptadas a través del concepto de éxito”, dice el Doctor Peñaloza, si no tienes éxitos, no eres aceptado, la sociedad te rechaza.
FUNCIÓN DE LOS CENTROS PENITENCIARIOS
Otro de los problemas del mismo sistema es la cárcel, esta ya no cumple sus funciones, los jóvenes y los pobres (los estereotipados y criminalizados) son quienes la ocupan, por ende, esto no disminuye el delito, y lo peor aún, muchas personas están dentro de los centros preventivos sin ser sentenciadas.
Si entendemos que la función de la cárcel es rehabilitar para reinsertar a la sociedad a través del tratamiento criminológico, entonces no ha funcionado, pero si entendemos a la cárcel desde la perspectiva higienista, donde encerramos lo que no nos gusta, lo feo, lo sucio, lo pobre, entonces funciona como cloaca momentánea, la cloaca está llena de los criminalizados y marginados, los jóvenes.
La marginación es un símil de segregación, la segregación da vulnerabilidad y esta de victimización. Como entes sociales, pertenecientes a una población, la segregación es producto de la deuda del Estado, aunque no todo es culpa de él, sí la inmensa mayoría.
El Estado debe (por mandato constitucional) proveer las condiciones mínimas para que todos alcancemos un nivel de vida mínimo adecuado, una vez que esto sea proporcionado, la cohesión social y la participación ciudadana tiene cabida. Pero es innegable que la misma sociedad segrega a través de la otredad, marginamos lo feo, lo sucio, lo inadecuado a través de la arquitectura hostil y la higienización, ricos marginan a los pobres y los pobres rechazan a los ricos por no poder alcanzar su estrato social y de vida.
Pero, ¿la respuesta es la igualdad? Igualdad en el sentido en el que la brecha salarial y de poder de adquisición sea menos que hoy en día, pero primero, en que la igualdad alcance para que todos tengamos lo mínimo necesario, porque la realidad es que hay personas, muchas, que no alcanzan ni los niveles mínimos y dignos para subsistir.
Es increíble que somos una raza con capacidad de raciocinio y aun así, no entendemos del todo el comportamiento de las masas, es verdad que mucha culpa la tiene la educación que hemos recibido del sistema capitalista, pero las ideologías impuestas, ya sea por moda, poder o dominio, lastiman el entramado social, beneficiando a minorías y afectando en diversas esferas a las individualidades mayoritarias.
Pero tal vez la vertiente mayor en cuanto a criminalizar y castigar el delito, es el Derecho a castigar, que vine de la mano de Derecho Penal y deriva de la existencia del Estado, quien es la autoridad para aplicarlo, “la pena está inserta en el núcleo mismo del derecho de castigar”, Ortiz (1993).
¿Y CUÁL ES EL ORIGEN DE ESTE MODO DE VIDA?
El Estado moderno tiene sus orígenes en el S. XVI escribe Serafín Ortiz en Los fines de la pena (1993). El origen de este fue absolutista y dio paso a la conversión del Estado capitalista, el cual ya tenía tintes capitalistas, pero ¿qué hace que el Estado exista? Según Jesús Ramírez Millán, Estado “es una persona jurídica formada por una comunidad política, asentada en un territorio determinado y organizado soberanamente en un gobierno propio con decisión y acción”, es decir, el Estado no trae consigo el derecho a castigar, sino que se vuelve inherente para que funcione.
En el origen del Estado, con el paso del tiempo dio pie al cúmulo de riquezas, riquezas que administraba un monarca, monarca que regía y reunía todos los poderes ya que sus atribuciones venían dadas por la voluntad de Dios, es decir, un poder vertical, si el monarca puede regir, puede castigar porque Dios así lo facultó, la idea se tuvo que propagar, un medio para ello fue, según Ortiz (1993) la Epístole de San Pablo, donde escribe cosas como “es preciso someterse no sólo por temor al castigo, sino por la consciencia, el que se revela contra las autoridades, se pone en contra del orden establecido por Dios”. Esta idea quedó como antecedente primigenio de lo que conocemos hoy como poder vertical, por ende, había una correlación directa entre religión y ley.
Pero, ¿por qué este modelo prevaleció? Poder económico y poder de castigar vienen de la mano, y la respuesta que doy es que el poder vertical permite un control sin cuestionamientos, aunque el poder horizontal exista, este requiere de mediación, el temor al castigo prevaleció, la figura que castiga cambió, ya no es el Dios a través del Rey, es el juez a través del poder del Estado.
Para Ramírez Millán la pena se instrumentó como medio de explotación y su función se dirigió a castigar a los delincuentes, vagabundos y miserables con trabajo, para alcanzar los objetivos de floreciente capitalismo (2019), ergo, castigar tuvo como finalidad incrementar el capital del Estado, como las sociedades evolucionan, la relación Dios Estado fue cambiando a “un aparente estado de libertad de las personas”, en esta evolución propició la creación de personas peligrosas (parias sociales), los que no entraron al teatro creado llamado sociedad de modelo económico/industrial, la forma de producción agrícola pasó a ser manufacturera, el señor feudal pasó a ser un empresario y la población rural se desplazó hacia las urbes.
Escribo todo esto como esbozo de la creación de Estado, creación de poder vertical y control social, siempre me pregunté: ¿Cómo es que surgió el poder? Y apenas caigo en cuenta que fue con la formación del sistema económico moderno, hacer que las riquezas “fluyan para todos” hace que todos entraran al sistema, esto genera desigualdades, lo que a su vez genera crimen, entonces, nos hila a la siguiente idea, los ricos intentan protegerse y proteger sus riquezas, para ello llega el Derecho Penal, auxiliar en defender los bienes, sus bienes.
CONTRATO SOCIAL
Ahora, el control social que tenían los burgueses y las clases altas, era indiscriminado, por tal motivo surgió el contrato social, como panacea a las desiguales, aunque su verdadero origen fue, darle sentimiento de igualdad a las masas, pero que no fuera lo suficientemente poderoso para darle completa igualdad y que a su vez siguiera beneficiando a los poderosos, siendo así que el Estado se legitima como el dador de igualdad y el que tiene la capacidad de castigar a quien va en contra del contrato social, que como ya describimos, el castigo tiene como fundamento real proteger los bienes del poderoso, el rico teme perder su riqueza de los que no tienen dinero, utiliza el Derecho para protegerse y proteger sus riquezas.
Con respecto a la pena, su función también evolucionó, pasó de ser la expiación para el delincuente, a la acción tomada por la sociedad para defenderse del ataque del delincuente, la autorización de penar es de la sociedad e impartida por el Estado, ahora, el problema deviene cuando entra en acción el desarrollo de las ideas de la igualdad, el mismo Ramírez Millán (2019) escribió: “El Estado social de Derecho… enfrenta los problemas de cómo hacer posible la acumulación, es decir, el desarrollo capitalista, sin que se contraponga a los intereses del bienestar social y en un marco de legitimidad”.
Al darle luz al marco de los Derechos Humanos, la igualdad y justicia, y como ya se escribió, al contrato social, el problema es mediar qué tanto poder realmente tiene el pueblo, qué tanto hay que darles y que aun así no contravenga los intereses del poderoso económicamente hablando, la respuesta parece ser dada por la misma igualdad, dar educación, alimentación, transporte y vivienda (y todas las demás) en una sociedad capitalista, genera que el recurso se mueva, lo que trae como resultando un incremento del capital, incremento de las urbes y esto trae consigo marginalización.
El trato que se le da al castigo hoy día se ha basado en la concepción de disuadir y reformar; el primero para Raúl Zaffaroni abarca el control científico y el segundo a los medios de lograr ese control, la pena se individualiza y debe mediar la proporcionalidad, estos dos parámetros evitan la intrusión y la coerción excesiva, aunque qué castigo no es intrusivo si incluso hay castigos psicológicos en el encierro.
La justificante al castigo es que se debe aplicar cuando excluya algún mal mayor, lo que fortalece el hecho de que el castigo trae sufrimiento, diría Freud, el castigo trae una renuncia, pero es meritoria cuando el castigo protege a los demás, eso desde la parte moral, hoy sé que el castigo tiene fines económicos, la parte moral y justificable parece ser más eso, una justificación que se puede tambalear pero debe ser lo suficientemente concisa para que prevalezca y traiga consigo los beneficios económicos al Estado que ha traído desde sus inicios.
Entonces nos dices que el castigo va encaminado a la responsabilidad social como manera de discurso para que lo aceptemos socialmente, si la sanción es proporcional a la peligrosidad, el castigo es bueno para la persona castigada, porque evita que lo vuelva a cometer en un futuro, además de que el mismo castigo sirvió como ejemplo a lo que le puede suceder al resto de las personas si cometen un delito, el castigado se vuelve el chivo expiatorio para el resto de la sociedad, quien cumple con la función de ejemplo del castigo y poder que tiene el poderoso, para demostrar que cualquiera que transgreda sus preceptos, sufrirá las consecuencias, además de legitimar su poder, haciendo también que los demás (dominados) no rompan las normas.
Esta figura es utilizada en el Derecho Penal cuando se dice que este sirve como medio preventivo para la población pero el tema importante con la disuasión y el chivo expiatorio es que no son comprobables. ¿Con qué sustento se maneja que funcionan? Como cualquier técnica validada, debe ser medido y comprobado, hoy la base de la funcionalidad del castigo se mide sobre el mismo sujeto, qué tanto se apegó al tratamiento y si reincidió o no. A pesar de que la realidad es que la culpa es del Estado y él dirige su responsabilidad hacia el individuo.
Pero considerar sólo una línea de pensamiento en un fenómeno multicausal, es reduccionista, si ya llegamos a la conclusión de que el fenómeno tiene varias causas, el tratamiento debe tener varias aristas de dónde apoyarse, no solo el encierro.
“El Derecho Penal es violencia, porque responde a la violencia”, dijo Zaffaroni. Vaya frase, el Estado mismo determina qué es delito y qué no, el criterio puede ser variado, lo que se nos dice a la sociedad es “se va a castigar lo que lacere el orden social y lo irrumpa”, el control social diría “se castiga para generar riquezas y proteger al poderoso” y ¿Qué nos dan como respuesta a la acción que se toma para prevenir el delito? Derecho Penal, incrementar penas y cerra nuevos delitos.
VENGANZA NATURAL
Las sociedades necesitan canalizar la venganza natural que aqueja al ser humano, el humano es agresivo, violento, vengativo y transgresionista, cualidades que aunque para muchos aún discutidas, son aprovechadas por el discurso dominante para crear políticas que nos protejan de las mismas cualidades, pero con el discurso culposos de las masas, es decir, una minoría (los poderosos que al parecer son buenos, por eso ellos nos tienen que cuidar de nosotros) cuidando a las masas de sí mismos.
Entre una de las herramientas para ejercer este poder está la policía, instrumento incitador de violencia, que es un factor criminógeno y sobre todo factor criminalizante, policías de clase baja que detienen a personas de clase baja, tornando un juego de discriminación cuando nadie se preocupa realmente del delincuente que afecta más a la sociedad, los mismos poderosos, del delito que mayor afecta a la sociedad, la corrupción, la institución anti corrupción (Estado) se sirve de corrupción para poder operar.
El poder establece normas y principios y sanciona a aquellos que rompen las normas mientras a la par vigilan, esto es el poder punitivo, el poder necesita a esa minoría criminalizada, criminales, y psicópatas para utilizarlos como excusa con el argumento “necesito cuidarte de ellos, para eso necesito saber y tener información tuya”, y si esas minorías descritas no existieran, el poder las crearía o como se conoce en los medios “estadísticas”.
Entonces lo importante es el discurso, no la acción, la presentación de ideas, no el plan. La criminología es un producto social, que viene a México a través de ideas europeas procesadas un poco por Argentina y Estados Unidos, aunque la criminología debe ser estudiada en un tiempo y lugar definidos para entender el fenómeno, la base es de una corriente del S. XIX que se quedó como estigma en México y no hemos podido abandonar tal camino, por eso defiendo que la crítica es el camino para visibilizar y salir.
Para Durkheim, la criminalidad evoluciona y se transforma en la misma medida que lo hace la sociedad, por lo tanto, el control social también evoluciona, así como la víctima.
Como sociedad, ¿qué tenemos que hacer para mejorar el panorama? Garantizar la igualdad social, evitar que las riquezas sigan siendo para una minoría, evitar campañas punitivas, darle continuidad al trabajo más allá de un presidente o un partido político, visibilizar la corrupción y atacarla y por último, ser preventivos y no represivos; soluciones que se escriben en un párrafo, pero toman años hacerlas.
Referencias:
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