LA MEDIACIÓN POLICIAL COMO ELEMENTO DE PACIFICACIÓN SOCIAL
El uso de la mediación hace que el policía sienta empatía con la situación de los ciudadanos, además, previene que los conflictos acrecienten y evita que los mismos habitantes de la comunidad cometan delitos a raíz de las disputas que entre ellos se crea
Tanto situaciones que constituyen delitos o transgresiones a la ley penal como aquellos actos que sin estar tipificados son considerados por la sociedad como “desviados” constituyen un obstáculo para la paz social. Desde una perspectiva de la Justicia Restaurativa los hemos de considerar “conflictos a ser trasformados” mediante el diálogo, la negociación y la escucha empática.
Un elemento clave para la pacificación social, es el concepto de “Paz Positiva” elaborada por Galtung que involucra tres elementos como la empatía para suavizar las actitudes, la no-violencia para ablandar los comportamientos y la creatividad para superar las contradicciones y que nos permitirán como comunidad trasformar los conflictos. Esto implicará ir más allá del conflicto desarticulándolo de su estado actual y rearticulándolo en una nueva realidad. En este proceso el rol de la comunidad y de las fuerzas de seguridad tendrá gran protagonismos al configurarse como el “Tercer lado del conflicto”.
William Ury define al “Tercer Lado” como “(...) una forma de ver los conflictos que nos rodean no sólo desde un lado, o el otro, si no desde una más amplia perspectiva: la de la comunidad que lo circunda. Es el poder de la gente. Usa el poder de la persuasión. Influye sobre las partes apelando sobre todo a los intereses de ellas mismas y a las normas de la comunidad. En los conflictos generalmente no hay una única tercera parte, sino una multitud de ellas.
Si bien el tercer lado está pensado para la comunidad, también creo, puede ser ampliado a la función policial en los tres estados que puede configurar un conflicto: como latente, manifiesto o disruptivo.
La figura que adquiere el tercer lado dependerá de cuál sea el estado del conflicto:
SI EL CONFLICTO ESTÁ LATENTE
El “Constructor de Puentes”: puede ser una herramienta de la institución policial para establecer relaciones de confianza con la comunidad. Como dice Ury: “Tales relaciones operan como un depósito bancario: cuando surge una dificultad, las partes pueden apelar a su cuenta de buena voluntad para ayudarse a abordar el problema”.
El Proveedor: “Las necesidades humanas básicas son la alimentación (y demás condiciones de vida), seguridad, identidad y libertad. Si nosotros, como los del tercer lado podemos ayudar a las personas a encarar una o más de estas cuatro necesidades, podemos evitar el conflicto destructivo”. Aquí aparece el rol tradicional que detentan las FFSS de brindar seguridad que deviene en mejores niveles de libertad.
El Maestro: “Ayudando a las personas a aprender nuevos valores y habilidades, y asumir nuevas perspectivas, nosotros, como maestros, podemos mostrarles una mejor manera de manejar las diferencias deslegitimando la violencia”. Por ejemplo la participación de la policía en las escuelas, universidades en materia de prevención de adicciones, violencia de género, seguridad personal, etc.
SI EL CONFLICTO ESTÁ MANIFIESTO
Mediación Policial es la forma en que las personas pueden resolver sus conflictos, por medio del diálogo y con ayuda de un Policía Mediador, que deberá ser imparcial, en donde cada una de las partes en conflicto tienen la oportunidad de exponer el problema y de colaborar voluntariamente con el fin de lograr un acuerdo que pueda satisfacer a ambas partes, reparando el daño causado y solucionando o transformando el problema. Es una nueva vía que permite esa corresponsabilización de la ciudadanía en lo relativo a sus conflictos convivenciales, tanto en su detección como en la resolución. La Mediación Policial es una herramienta que ha de usar la Policía en asuntos que no tengan connotaciones penales graves; como lo son las situaciones de violencia de género.
El árbitro: “A veces la mediación o no es suficiente para resolver una disputa o no es apropiada porque se están violando derechos fundamentales”.
SI EL CONFLICTO HA ESCALADO Y SE TORNA DISRUPTIVO
El Guardián de la Paz: proveyendo protección. “Cuando se violan las reglas y los límites establecidos para la lucha, la comunidad necesita tomar las mínimas medidas de fuerza que puedan detener el conflicto dañino”. Muchas veces cuando en conflicto entraña un riesgo alto para el patrimonio y la integridad de las personas, las FFSS pueden neutralizar el conflicto a través del “monopolio legítimo de la violencia” (Weber) y competir como tercer lado del conflicto.
El Equilibrador de poder: “El desequilibrio de poder a menudo conduce al abuso y la injusticia. Los fuertes se niegan a negociar con los débiles, o a someter la disputa a la mediación o al arbitraje”. Una de las formas de equilibrar el poder es crear un espacio propicio para la “negociación ganar-ganar”. En situaciones de desequilibrio como suelen ser el caso de toma de rehenes, las FFSS hacen un despliegue de fuerza para asegurarle al delincuente que poseen la capacidad de reacción si es que no se cumplen con las reglas de negociación colaborativa.
El Sanador: “Las heridas pueden ser profundas. Incluso cuando un conflicto parece resuelto después de un proceso de mediación, arbitraje o votación, es posible que las heridas subsistan y, junto a ellas, el peligro de recurrencia. Un conflicto no se puede considerar totalmente resuelto hasta que haya comenzado a sanar la herida dañada”. Esto también puede aplicarse a la contención que necesita la víctima por parte de las FFSS y el sistema judicial y que su olvido constituye la segunda victimización. Las fuerzas policiales suelen ser las primeras en llegar y es fundamental su rol de asistencia y sanación de las víctimas.
Si bien Ury desarrolla algunas figuras más, he seleccionado aquellas que mejor se adaptan a las fuerzas policiales en relación a su función tradicional que no debe abandonar por ningún motivo. La idea es sumar al rol protectivo y preventivo tradicionales otros que también aportan a la pacificación social desde una perspectiva restaurativa y transformativa.