LA SEGURIDAD ESCOLAR EMPIEZA EN EL SALÓN DE CLASES
Todas las escuelas deben tener un plan de operaciones de emergencia organizado y sistemático para reducir los riesgos o prevenir, prepararse, responder y recuperarse de una situación de crisis
Los accidentes pueden ocurrir en cualquier sitio en formas y con efectos de daños muy diversos e impredecibles, a pesar de las mejores medidas preventivas de Seguridad que se hayan adoptado. En los centros escolares el principal problema con los accidentes es que las víctimas más probables, y en ocasiones al mismo tiempo causantes de los mismos, son los alumnos, en especial de nivel básico (preescolar y primaria) que dependen totalmente de su docente, y que no suele estar preparado para enfrentar este tipo de eventos.
La seguridad de un alumno es una responsabilidad absoluta e indeclinable del centro escolar durante su permanencia dentro de sus instalaciones, y el docente a cargo del grupo es el primer responsable de ello.
LA HORA DEL RECREO
La dinámica dentro de un centro escolar suele ser de un actividad intensa, multitudinaria y simultánea que propicia la ocurrencia de accidentes y dificulta su prevención, así como una detección oportuna de dicha ocurrencia por parte de los docentes, cuantitativamente insuficientes respecto a la población escolar. Más controlable en la estancia dentro de un grupo y menos controlable en los espacios comunes en los descansos (recreo).
Es indispensable que tanto el docente como los directivos presentes en la instalación, estén preparados para enfrentar todo tipo y nivel de situaciones, desde los incidentes menores hasta eventos catastróficos, para proteger y salvaguardar la vida y la integridad de los alumnos.
Es conveniente que los alumnos, al menos los de mayor edad, tengan una preparación básica par al menos asistir al docente en la atención de contingencias.
Efecto multiplicador a nivel social.