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LA RESILENCIA URBANA EN LAS CONSTRUCCIONES DE CIUDADES

Para conseguir ciudades resilientes, la infraestructura debe pasar por estrategias de protección ambiental y mitigación de riesgos, debemos realizar el diseño de las estructuras físicas y sociales de la mano de sus habitantes con los representantes gubernamentales.

La organización de Naciones Unidas (ONU) nos dice que: “El concepto de resiliencia describe la habilidad de cualquier sistema urbano de mantener continuidad después de impactos o

de catástrofes mientras contribuye positivamente a la adaptación y la transformación”.

La resiliencia se encuentra en el centro del nexo entre la acción de desarrollo y la acción humanitaria ya que, su meta es la de mejorar de la calidad de vida de las personas. Por ello, promover la resiliencia nos ayuda a reducir riesgos y aumenta las capacidades para la estructuración e implementación de soluciones efectivas.

Y aquí es cuando nos preguntamos: ¿nuestra ciudades y sus habitantes son resilientes? Antes de responder, es importante considerar que la construcción de ciudad se da por medio de las estructuras físicas urbanas y por la construcción de las relaciones en el ámbito social de las personas que las habitan.

La respuesta es: están en proceso de serlo, porque para construir ciudades resilientes se debe partir de la concientización de la importancia de la participación de las personas para lograrlo y aquí surge otra pregunta: ¿Qué estamos haciendo cada habitante para ayudar a mi ciudad?

Desde el sector de la seguridad, en principio, debemos organizarnos, estructurar propuestas que deben ser llevadas a nuestros representantes gubernamentales locales, ya que ellos son responsables de la formulación de políticas e instrumentos de planificación y desarrollo en los que la resiliencia debe ser incluida como un elemento estratégico y transversal.

ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN

Los expertos nos dicen que las ciudades resilientes se definen por la interacción de dos factores: adaptación y mitigación. El desarrollo urbano resiliente es un objetivo primordial para la construcción de ciudades, ya que a lo largo de la historia, las ciudades se han desarrollado, cambiando y creciendo por la presencia de diversos factores como: desastres naturales, guerras mundiales, cambios demográficos y la eterna búsqeda de mejorar el bienestar de todas las personas.

La ONU asegura en diversos estudios que:

  • Las ciudades representan el futuro del modo de vida global.

  • La población mundial alcanzó los ocho mil millones de personas en 2022, de las cuales más de la mitad viven en zonas urbanas.

  • Se prevé que esta cifra aumente y que para 2050 el 70 % de la población vivirá en ciudades.

  • Aproximadamente 1,100 millones de personas viven actualmente en barrios marginales, o en condiciones similares en las ciudades,

    y se espera que en los próximos 30 años haya dos mil millones más.

  • El crecimiento urbano descontrolado, la contaminación atmosférica y la escasez de espacios públicos abiertos persisten

    en las ciudades.

  • Muchas de estas ciudades no están preparadas para esta rápida urbanización.

El Objetivo 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU pretende lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. No es posible alcanzar el desarrollo sostenible sin transformar significativamente la forma en que se construyen y gestionan los espacios urbanos.

Para conseguir ciudades resilientes, la infraestructura debe pasar por estrategias de protección ambiental y mitigación de riesgos, debemos realizar el diseño de las estructuras físicas y sociales de la mano de sus habitantes con los representantes gubernamentales. Para que esto se posible, cada comunidad debe empoderarse ciudadanamente y apropiarse de sus es- pacios públicos que son en conjunto los que construyen la ciudad.

Lo anterior, con la finalidad de lograr la sostenibilidad urbana que logre la transformación mediante el cambio de paradigma urbano basado en las dimensiones integradas e indivisibles del desarrollo urbano sostenible; la dimensión social, económica y territorial.

ASPECTOS ESENCIALES

La ONU enlistó los 10 aspectos esenciales para que una ciudad sea resiliente, y son:

  1. Organización y coordinación.

  2. Asignación de presupuesto.

  3. Actualización sobre amenazas y vulnerabilidades.

  4. Inversión en la infraestructura que reduzca el riesgo.

  5. Evaluación de la seguridad de edificios públicos.

  6. Aplicación de cumplimiento de reglas de construcción y uso de suelo.

  7. Capacitación sobre la reducción riesgos y protección civil.

  8. Protección de los ecosistemas y zonas

    de amortiguamiento.

  9. Instalación de sistemas de alerta temprana.

  10. Después de un desastre velar por las necesidades

    de los sobrevientes y afectados.

Las ciudades se han convertido no sólo en los espacios construidos, sino en el hábitat de la mayor parte de la población del mundo. Esta tendencia nos lleva a replantear nuevos retos, sobre todo que el desarrollo en las ciudades sea sostenido, es decir, que exista una armonización entre el crecimiento, expansión de las ciudades y de su población con el medio ambiente.

Para lograr lo anterior, se deben desarrollar e implementar acciones que se desprendan de las políticas públicas para aprovechar eficientemente los recursos, favorecer el uso de energías limpias, promover la utilización de transportes públicos seguros, la preservación del entorno natural y las áreas verdes, así como la promoción de prácticas sustentables en cada comunidad, con base en la conformación del territorio.

La sostenibilidad y resiliencia en las ciudades permitirán alcanzar un desarrollo más durable y equilibrado que beneficia a todas las personas y su entorno.