ES UN GRAN PELIGRO CUANDO FALLAN LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA.
La criminalidad sigue en aumento y se presentan nuevas formas y modalidades.
Los errores en la inteligencia del Estado suelen ser hechos recordados en la historia por las graves consecuencias que generan. En el presente artículo nuestra intención es hacer un recuento y un breve diagnóstico de los servicios de inteligencia en el Perú durante las últimas décadas, analizando los factores que la relacionan con la inestabilidad política y la crisis social que atraviesa el país.
Desde Aprosec (Asociación Pro Seguridad Ciudadana del Perú), podríamos afirmar que las actuales crisis de Seguridad Ciudadana y Política respectivamente tienen un punto de inflexión que se presenta en algún momento del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, y que no son responsabilidad exclusiva de ese gobierno, sino que en cambio son el resultado de una serie de errores de la inteligencia peruana en los más altos niveles en un periodo que va desde inicio de la década del 2000 hasta la actualidad, en la que no parece que los servicios de inteligencia peruanos hayan recuperado el nivel de efectividad y anticipación que tuvieron en décadas anteriores.
ERRORES DE INTELIGENCIA Y SEGURIDAD CIUDADANA
En cuanto a la crisis actual en Seguridad Ciudadana, el contexto de la criminalidad en el Perú presenta a la fecha un escenario de guerra entre las bandas criminales peruanas y las bandas criminales venezolanas principalmente relacionadas al “Tren de Aragua”. Durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski entre el 2016 y el 2018, el Perú abrió sus fronteras a la migración venezolana. Ese ha sido uno de los errores más grandes de la inteligencia peruana durante la era Republicana, al no saber anticiparse al accionar de la delincuencia extranjera en el Perú.
Hoy, años después, vemos desbordada a la Policía y a las autoridades nacionales luego de haberse decretado el Estado de Emergencia en los distritos limeños de Comas y San Juan de Lurigancho con resultados totalmente con- trarios a los esperados: la delincuencia y la cifra de homicidios aumen- tó. El gobierno de turno que preside la señora Dina Boluarte no ha querido reconocer este fracaso.
ERRORES DE INTELIGENCIA Y CRISIS POLÍTICA
La inteligencia peruana tampoco funcionó al anticipar la actual crisis socio-política que vive el país —que empezó con la renuncia al gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski en el 2018 y que se extiende por seis años de inestabilidad política que ya afectan a la economía, llegando al ritmo de cambiar un presidente por año— y que ha llevado al banquillo o a la cárcel a casi todos los ex presidentes del Perú, desprestigiando la institucionalidad nacional que se ha visto afectada en su legitimidad como autoridad democrática.
La mayoría de acusaciones penales en contra de los ex presidentes peruanos proviene del caso Lava Jato, proceso que se inició en el extranjero y que continuó en el Perú como en un efecto dominó, arrastrando a autoridades de los tres niveles del Estado: nacional, regional y local; habiendo entre alcaldes y gobernadores la mayor cantidad de funcionarios involucrados.
Pero en el caso Lava Jato no sólo han sido involucrados altos funcionarios públicos, ex presidentes y ministros, sino también la mayoría de los partidos políticos, las principales empresas y corporaciones de la industria peruana de la construcción, los grupos privados de comunicación social, de radio, prensa y televisión, los más importantes estudios jurídicos, etc. Debido a la cantidad de contratos entre el Estado peruano y las empresas investigadas en el caso Lava Jato, el país se encuentra prácticamente paralizado, al menos en las grandes obras de infraestructura pública que se estaban ejecutando al momento de abrirse el caso: hidroeléctricas, carreteras, etc. Cabe recordar que la pandemia del COVID-19 encontró al país económicamente ya paralizado y en plena crisis política debido al caso Lava Jato.
Las consecuencias del caso Lava Jato han sido mucho más graves en el Perú que en cualquier otro país, incluyendo Brasil. Desde el punto de vista de la inteligencia, el caso Lava Jato representa no uno, sino varios errores de los servicios peruanos que no pudieron anticipar los efectos derivados del hecho fundamental del cual se desprende todo: Operaciones financieras de la empresa Odebrecht provenientes del pago de sobornos en el sistema bancario de los Estados Unidos.
LA CAÍDA DE FUJIMORI Y LA DESACTIVACIÓN DEL SIN
En Aprosec, hemos analizado desde el punto de vista de la inteligencia del Estado el efecto del caso Lava Jato en el Perú y hemos llegado a algunas hipótesis como que la crisis política actual se origina 23 años atrás con la caída del régimen de Alberto Fujimori y la desarticulación de sus servicios de inteligencia, los cuales fueron desmantelados, pasando a la clandestinidad y prestando servicios a intereses privados. En lo sucesivo, la inteligencia peruana dependió del gobierno de turno, tal como lo vamos a describir más adelante. No hubo una política de Estado a nivel de inteligencia, sólo políticas de turno. Desde el punto de vista de la inteligencia del Estado, ese sería el origen de la actual crisis.
“Tras la difusión del video Kouri-Montesinos el 14 de septiembre del año 2000, el gobierno de Fujimori entró en crisis. Una de las principales acciones tras aquel evento fue la desactivación del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) —aún durante el gobierno de Fu- jimori—, y luego la reforma del sistema, durante el gobierno de transición de Paniagua en el año 2001”.
“Por diversas presiones y perspectivas políticas, en ese periodo fueron despedidos, cesados, desactivados o reasignados un gran contingente de analistas, operativos, agentes e informantes: cerca de dos mil personas terminaron su relación con el Sistema de Inteligencia Nacional. Como parte de una investigación sobre la transformación de la inteligencia peruana: a) Describir el contexto de la desactivación y la reforma para entender los objetivos y causas del despido y desactivación de este contingente de agentes y analistas; b) Determinar el rango numérico de agentes y analistas que fueron despedidos, cesados o desactivados entre la desactivación del año 2000 y la reforma del año 2001; c) Determinar el destino y funciones de los agentes y analistas despedidos y desactivados en los años posteriores a 2001, lo que muestra una relación con el desarrollo de empresas de seguridad, sistemas privados de inteligencia, inteligencia empresarial y un mercado de compra-venta de interceptaciones telefónicas durante los últimos catorce años”.
“Este estudio se sostiene en el cruce de tres tipos de datos: fuente abierta provista por la normativa, informantes clave que participaron en el proceso de los años 2000 y 2001, y datos primarios de actores que actualmente son miembros de empresas de seguridad e inteligencia privada” (en: “La desactivación del Ser- vicio de Inteligencia Nacional. De la salida del personal de inteligencia al desarrollo de las agencias privadas de inteligencia en el Perú”. Jaris Mujica. Pontificia Universidad Católica del Perú PUCP. 2014).
ERRORES DE INTELIGENCIA EN LA HISTORIA
Los servicios de inteligencia y la comunidad de inteligencia son parte del concepto clásico de inteligencia, desde la perspectiva del concepto clásico como organización. Esos servicios son organismos de la administración pública, cuya finalidad es obtener información, que no pueden obtener otros organismos, y transformar esta información en inteligencia para prevenir así posibles ame- nazas y facilitar la toma de decisiones del gobierno.
Los servicios de inteligencia se han constituido a lo largo del tiempo en los diferentes países del mundo, hasta el punto de que casi cualquier país tiene su propio servicio de inteligencia. Algunos ejemplos son la CIA en Estados Unidos, el Mosad en Israel o el MI5 en Reino Unido. España tiene el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) (Secretos de Estado y Servicios de Inteligencia. Eduardo García Novoa, Universi- dad de Salamanca 2020).
Un error en la inteligencia de los Estados Unidos en 1941 permitió el ataque de Pearl Harbor, desencadenante de la entrada de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial. Otro error de la inteligencia de ese país, se pudo observar en el atentado de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001. En octubre de 2023, fallaron los servicios de inteligencia israelíes que no pudieron anticipar los demenciales ataques terroristas del Hamás y que degeneraron en la guerra que hoy contemplamos horrorizados en el Medio Oriente: falló el servicio de inteligencia israelí compuesto por dos agencias, el Mossad, a cargo de la seguridad exterior; y el Shinbet, la agencia de inteligencia encargada de la seguridad interior, el territorio, la seguridad del Estado y la población.
CRONOLOGÍA DE LA INTELIGENCIA EN EL PERÚ 1960–2021
Los servicios de inteligencia son fundamentales en los temas de se- guridad de un país tanto dentro de sus fronteras como fuera de éstas. Los servicios de inteligencia suponen una pieza fundamental tanto para la política exterior como para la política interior, tenien- do dos preocupaciones principales: “El enemigo exterior, que pone en peligro los intereses legítimos del Estado y el enemigo interior, que trata de subvertir el propio régimen constitucional y quebrantar los valores reconocidos y protegidos por el Estado en su constitución” (Secretos de Estado y Servicios de Inteligencia. Eduardo García Novoa, Universidad de Salamanca 2020).
Estos fallos en las inteligencias de países que se encuentran a la van-
guardia mundial de la seguridad del Estado, nos deben hacer reflexionar en la situación en la que se encuentra nuestro servicio de inteligencia nacional. Antes del gobierno de Fujimori, el SIN tenía un buen nivel de inteligencia que le daba al Perú un rol preponderante en la región. Al llegar Fujimori al poder, junto a su asesor presidencial Vladimiro Montesinos, el SIN fue usado para otros fines, como el seguimiento de opositores políticos, periodistas, comunicadores sociales y empresarios.
Para reflexionar acerca de la actual situación de la inteligencia peruana hagamos una breve cronología: el 27 de enero de 1960 el presidente Manuel Prado Ugarteche creó mediante Decreto el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Posteriormente, el 04 de noviembre de 1970 durante el gobierno de Velasco Alvarado se constituyó el Sis- tema de Inteligencia Nacional (SINA), y en 1984 —segundo gobierno de Belaúnde Terry— fue expedido el Decreto Legislativo N.o 271 que incluyó como labor de inteligencia, a los campos o dominios no militares de la seguridad.
En el mes de julio de 1992, en el primer gobierno de Fujimori, entró en vigencia el Decreto Ley N.o 25635 y su Reglamento (DSN.o 065DE-SG), dispositivos que especificaban que el Servicio de Inteligencia Nacional era el organismo central y rector del Sistema de Inteligencia Nacional, tiene rango ministerial, depende del presidente de la república y se encarga de producir, integrar, dirigir, coordinar, controlar y realizar actividades de inteligencia y contrainteligencia requeridas por la Seguridad y la Defensa Nacional.
En octubre de 2000, el servicio fue desactivado por el presidente Fujimori luego que su jefe Vladimiro Montesinos fuera descubierto pa- gando sobornos a importantes personajes de la política. Luego de la desactivación del SIN, el 05 de junio de 2001 se expidió la Ley n.o 27479 que creó el Consejo Nacional de Inteligencia–CNI y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica–DINIE. Estos organismos fueron también disueltos con la dación de la Ley N.o 28664.
El 04 de enero de 2006, al finalizar el gobierno de Alejandro Toledo, fue publicada la Ley N.o 28664–Ley del Sistema de InteligenciaNacional–SINA y de la Dirección Nacional de Inteligencia–DINI. Dicha norma creó el nuevo sistema de inteligencia y dio nacimiento a la Di- rección Nacional de Inteligencia. El 11 de diciembre de 2012, con el presidente Ollanta Humala, fue publicado el Decreto Legislativo N.o 1141 según el cual el SINA es el conjunto de principios, normas, procedimientos, técnicas, instrumentos, organismos y órganos del Estado funcionalmente vinculados, que bajo la dirección y coordinación de la Dirección Nacional de Inteligencia–DINI, como ente rector, producen Inteligencia Nacional, Inteligencia Militar e Inteligencia Policial, y ejecutan medidas de contrainteligencia en las áreas de su responsabilidad. El Sistema de Inteligencia Nacional–SINA forma parte del Sistema de Defensa Nacional y mantiene relaciones técnicas de coordinación con la Secretaría de Seguridad y Defensa Nacional–SEDENA.
El 09 de enero de 2017 se promulgó la Ley N.o 30535, mediante la cual se modificó el Decreto Legislativo N.o 1141 con la finalidad de ampliar los controles al sistema de inteligencia nacional, incluyendo a la DINI, por parte del Congreso de la República y la Contraloría General de la República. Asimismo, la nueva norma reorientó la labor de la DINI hacia una de inteligvencia estratégica más que operativa.
En el año 2021, cuando Pedro Castillo asumió el poder, realizó un mal manejo del sistema de inteligencia nacional y policial. Hoy por ejemplo se está produciendo inteligencia contra la criminalidad que hoy nos acecha, se está buscando a los sobrinos y funcionarios de Pedro Castillo, y qué está pasando con Vladimir Cerrón que se burla vía redes de que el general Oscar Arriola no lo puede capturar.
SITUACIÓN DE LA INTELIGENCIA EN EL PERÚ
Nuestra preocupación se centra en la situación en la que se encuentran hoy nuestros sistemas de inteligencia, ya que el relajamiento de estos servicios está trayendo más de una negativa sorpresa para el país.
Es lamentable hablar sobre la situación de la inteligencia en el Perú, hemos retrocedido, porque no hay inteligencia predictiva ni inteligencia estratégica para la toma de decisiones del gobierno, por lo tanto, no hay dirección, como tampoco hay unidad de inteligencia, ni inteligencia operativa. En Seguridad Ciudadana esto es notorio al no haber una política de Estado o de largo plazo en este tema sino políticas de gobiernos de turno que utilizan el problema para mantenerse en el poder.
En el caso de la Policía Nacional, tampoco se hace inteligencia, sino que se trabaja con base en el pago de informantes. Esto conlleva a la corrupción, porque ¿cómo se controla ese pago y las recompensas? Eso demuestra que no hay un trabajo planificado. Plata para los informantes hay, lo que no hay es control, existe plata para la corrupción.
LA POLICÍA DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ
Actualmente la Policía Nacional no puede enfrentar los diferentes y nuevos tipos de crímenes que se presentan porque desde hace 30 años se suprimió la especialización en investigaciones. Todas las Policías del mundo tienen investigaciones, menos en el Perú.
La criminalidad sigue en aumento y se presentan nuevas formas y modalidades. La Policía no está preparada para tantas formas de criminalidad. Por ejemplo, ahora hay una especie de “turismo criminal”, porque quienes quieren asesinar a alguien contratan sicarios extranjeros que ingresan, perpetran el crimen y se regresan inmediatamente, no dejan pistas, desaparecen. Una prueba de ellos es que ciudades fronterizas como Tacna, Tumbes y Madre de Dios presentan mayor cantidad de casos de sicariato. Estas características del crimen hacen que la lucha de la Policía sea más complicada porque la información con la que cuenta no puede ser comprobada al haber escapado el sicario al país vecino cruzando la frontera. Venezolanos, colombianos, brasileños contratados, cometen el delito y regresan a su país. Este tipo de crímenes se están viendo cada vez más.
Estos nuevos tipos de delito están apareciendo porque la Policía no está capacitada. Nuestra Policía no cuenta con investigaciones. No se hace inves- tigación. Todas las policías del mundo se especializan dividiéndose en preventiva e investigaciones. Ya van a ser 30 años de labor policial —desde que se disolvió la PIP Policía de Investigaciones del Perú— sin especialización en investigaciones, lo que ha sido una mala experiencia para el país, tiene que haber prevención e investigaciones, como en todas las policías del mundo. Por otro lado, la presidenta Dina Boluarte tiene asesores teóricos y no asesores con conocimiento de campo, en las calles. Es decir, los asesores en temas de seguridad ciudadana de la presidenta de la república son asesores de libro, de gabinete o de biblioteca, no son asesores de campo, que conocen las acciones del crimen en las calles, con experiencia en combate contra el crimen en la acción y no en la teoría.