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SEGURIDAD EN LA INDUSTRIA ENERGÉTICA: PETRÓLEO Y GAS LP.

Actualmente se estima un robo de 60 mil toneladas mensuales de Gas LP a PEMEX, con una afectación económica de más de 20 millones de pesos anuales. ¿Cuáles son las estrategias que las empresas están implementando para proteger sus activos?

En 2019, el gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, inició una guerra contra el llamado “huachicoleo”, el robo de combustible en ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Lo que parecía el fin, o al menos el inicio, de una iniciativa que favorecería al sector y a la economía mexicana, no dio los resultados esperados. Hasta ese momento, y a lo largo de varias décadas, el Estado Mexicano sufría pérdidas por 60 mil millones de pesos al año (poco más de tres mil millones de dólares).

El primer paso fue cerrar cuatro de los 13 oleoductos de PEMEX, lo que detonó, además, la falta de suministro a diferentes ciudades de los estados de México, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas. Durante varios días, decenas de autos se formaban para cargar el tanque de sus vehículos, trasladándose de una estación a otra, hasta encontrar el combustible. No es que la iniciativa fuera errónea, el robo a los ductos de la empresa nacional petrolera son un golpe fuerte a la economía del país, sin embargo, con el paso de los años, los empresarios tienen “otros datos” respecto a esta estrategia.

Uno de los sucesos que marcaron ese año respecto al “huachicoleo”, fue precisamente el ocurrido el 18 de enero, en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo. Una fuga de combustible en el ducto Tuxpan-Tula, producto de la imprudencia y delincuencia, provocó la explosión y muerte de 137 personas: 69 fallecieron en el lugar y de los 81 hospitalizados por quemaduras, perdieron la vida 68; sólo 13 fueron dados de alta con lesiones. De acuerdo con información de “El Financiero vía Transparencia”, en enero de 2019 se detectaron mil 565 tomas clandestinas, y para mayo, esa cantidad bajó a mil 76 tomas.

Pero, ¿cuáles han sido las consecuencias de esta estrategia? Dos reconocidos especialistas en Seguridad Patrimonial, impartieron una conferencia magistral en uno de los roadshows organizados por Seguridad en América, de donde obtuvimos la siguiente información para realizar este reportaje especial.

FORTALECIMIENTO DE LA SEGURIDAD EN EL SECTOR DE HIDROCARBUROS

El sector de acero e hidrocarburos es el segundo más afectado en robo a transporte (24%), de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (AMESIS) reportadas en el primer semestre de 2024, en primer lugar, están los alimentos y abarrotes (32%); en tercer lugar, neumáticos (15%); le siguen materia prima (15%), herramientas (9%), y otras mercancías (7%).

El robo o extracción de combustible sigue siendo un problema de gran impacto a esta industria y a la economía del país. Pese a que la “guerra contra el huachicoleo”, tenía buenas intenciones, la realidad es que, más que dejar de existir las tomas clandestinas, la delincuencia ha encontrado otras maneras de obtener de forma ilegal el combustible y otros energéticos como el Gas LP (GLP). Hoy en día, ya no sólo se extrae directamente de los duc- tos, sino que se roban los autotanques, y extorsionan tanto a empresas legales del sector, como a los usuarios finales.

Ante esta situación, Rogelio Medrano Tinoco, gerente del área de Inteligencia y Seguridad Corporativa en Repsol México, compartió que el sector ha fortalecido sus estrategias priorizando la seguridad de las personas operativas, seguida de la protección a las instalaciones y productos, y en tercer lugar, pero no menos importante, la reputación de la marca.

“Cuando hablamos del transporte de hidrocarburos no pensamos en que son seres humanos los que se arriesgan en la ruta, y deben ser el primer factor a cuidar, por lo que usamos mecanismos preventivos para reducir, no sólo robo en carretera, intentos de extorsión, sino también el robo hormiga, que es de las principales afectaciones que tenemos”, y agregó algunas de estas estrategias, como es la vinculación con las autoridades, mantener contacto con aquellas que se encargan de dar respuesta a incidentes de seguridad, la creación de Comités de Seguridad, y el fomentar la denuncia de los robos o delitos, para así brindar información, data, sobre las rutas con más robos, los modus operando de la delincuencia, etcétera.

“Es importante conocer todo el proceso de ciclo de carga de combustible, e identificar los puntos de dolor, es decir, las vulnerabilidades. Enfrentamos riesgos como la extracción de una parte del producto en carretera, en zonas de descarga o en paradas no autorizadas. Y aunque parezca una baja cantidad de robo de combustible, llamado robo hormiga, en realidad es una gran pérdida”, agregó.

El sector energético no sólo se ve afectado por la delincuencia organizada, sino también por algunos operadores de autotanques que pueden estar coludidos con los primeros, así como con estaciones de carga o empresas que aceptan la compra de combustible robado. Respecto al robo hormiga del remanente de combustible en los autotanques, Rogelio Medrano señaló que los opera- dores pueden quedarse desde 200 hasta 600 litros de combustible que venden de forma ilegal.

MEDIDAS DE MITIGACIÓN

El especialista recomienda hacer auditorías de la carga de los autotanques con un proveedor externo para poner sellos en las válvulas y que no se pueda extraer fácilmente el producto, y a su vez hacerles revisiones constantes a estos proveedores.

"Para el robo en carretera, hemos establecido diferentes medidas de pro- tección, empezando por establecer rutas de circulación con horarios estratégicos. Por ejemplo, el horario límite de circula- ción en alguna de las rutas es de 05:00 a 18:30 horas, debido a que, si existiera un robo en ese lapso, existen mejores posibilidades de que las autoridades es- tén presentes y brinden apoyo.

Otra estrategia que ha funcionado es la realización de un mapeo para monitorear la seguridad logística. Esta información es de gran utilidad, sobre todo si se tiene un centro de control, ya que sirve como una herramienta rápida y de fácil acceso para identificar todas las rutas del país. Con el mapeo, se puede saber cuáles son las rutas y terminales de abastecimiento que deben recorrer los autotanques, además de las estaciones y todas las paradas que se realizan en el recorrido.

Con el seguimiento discreto con custodia se puede revisar si cumplen con el traslado seguro del producto, o si realizan paradas no autorizadas, o si hay alguna extracción ilegal en el camino. También han optado por alquilar pensiones para los autotanques, así en caso de una retención en algún tramo carretero, un incidente o un posible robo, es mejor resguardar las unidades en estos lugares y esperar a que la ruta sea segura de nuevo.

De acuerdo a la información generada con estas estrategias, y al compartir información con otras empresas y autoridades, se tiene presente que Guanajuato es uno de los estados que presentan mayor robo de combustible; los municipios que presentan gran riesgo para circular son: Celaya, Apaseo El Grande, Apaseo El Alto, Salvatierra, Villagrán, Salamanca, Irapuato, Silao, León, San José Iturbide, y San Diego de La Paz.

LA SEGURIDAD EN EL TRANSPORTE Y COMERCIALIZACIÓN
DE COMBUSTIBLE GAS LP

En México la mayor parte del Gas LP que se vende pertenece a PEMEX, el cual tiene seis refinerías y nueve Centros de Almacenamiento de gas; una vez que se produce se envía a las Plantas (33 terminales) a través de un ducto, ahí es donde se produce el robo de GLP. Continuando con la cadena de suministro, el siguiente paso es la transportación conformada 3 mil 336 semirre-molques, cuatro ductos, ruta férrea.

Después están las mil 121 plantas de distribución a través de empresas legalmente establecidas, las cuales ponen el GLP de venta al público en 3 mil 623 estaciones de servicio, estaciones y bodegas de expendio. Por otra parte, están los 14 mil 335 vehículos de reparto, 17 mil 332 autotanques, de los que seis mil son comisionistas, los cuales no están muy bien regulados, pero que existen por la alta demanda del producto y porque ellos entran a zonas conflictivas. En total, se tienen contabilizados 27 millones de hogares que consumen Gas LP, y más de 100 millones de mexicanos. Es decir, el GLP es un combustible de alta demanda, esencial y que también está siendo afectado por la delincuencia.

“Distribuimos más de 720 mil toneladas mensuales de Gas LP en México, a través de 2.5 millones de tanques estacionarios, más de un millón de servicios diarios, y 18 millones de cilindros todos los días. Es una industria dinámica, fuerte y necesaria”, explicó Benjamín Grajeda Regalado, director de Seguridad Patrimonial en PROGLP – SAE.

El especialista coincide con el análisis de Rogelio Medrano, los principales riesgos de seguridad de la industria petrolera en México son el robo o extracción de combustible, robo de autotanques y tanques portátiles, y agregó que, desafortunadamente, gran parte del producto robado se traslada a los grandes centros de consumo, contribuyendo a que esta mala práctica siga incrementándose.

“En esta industria enfrentamos diferentes riesgos, uno de ellos es que el gas que es extraído ilegalmente, se distribuye mediante autotanques robados o pertenecientes a empresas no autorizadas. Estos grupos de distribución ocupan tácticas de intimidación para evitar la venta por parte de empresas legalmente establecidas. Ya sea que arremetan contra las empresas para que compren el combustible sólo a ellos, o extorsionen directamente a los clientes finales. Además de los riesgos de Protección Civil en toda la cadena alterna e ilegal de suministro”, puntualizó.

De acuerdo con información compartida por el especialista, el robo de gas LP a PEMEX está focalizado en seis estados: Veracruz, Puebla, Estado de México, Tlaxcala Oaxaca, y Tabasco. El primero, ha duplicado las tomas clandestinas, mientras que en el año 2021 presentaba 122 tomas de este tipo, en 2022, incrementaron a 541; para 2023, se localizaron mil 25 tomas. Los delincuentes siguen encontrando nuevas formas de robar sin verse afectados, evitando que suceda lo que en 2019 en Hidalgo.

“Los dos lugares donde se presenta el mayor robo de GLP son en el ducto y las estaciones de PEMEX. El gas es difícil de almacenar, por lo que se genera una distribución ilegal del combustible enfocándose en grandes centros de consumo del país, como lo es el área metropolitana (CDMX) y su zona conurbada. También se ha expandido la distribución a los estados de Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Hidalgo y Estado de México. Se estima un robo de 60 mil toneladas mensuales, con una afectación económica a PEMEX de más de 20 millones de pesos anuales por el robo de GLP”, sentenció el especialista.
Los principales canales de distribución del GLP robado son:

  • Autotanques irregulares.

  • Estaciones de carburación y expendios clandestinos.

  • Algunas plantas de distribución que se prestan a estas prácticas ilegales.

EFECTOS DEL ROBO, TRANSPORTE Y COMERCIALIZACIÓN DE GAS DE PROCEDENCIA ILÍCITA

Con base en el análisis y experiencia de Benjamín Grajeda, algunas consecuencias del robo de GLP son:

  • Riesgo de graves accidentes para la población.

  • Participación creciente de grupos delictivos controlando zonas de reparto y desplazando a empresas formales.

  • Se violenta el Estado de Derecho e incrementa

    la inseguridad.

  • Se desincentivan las inversiones productivas.

  • Se sustituye la actividad de una empresa legal que genera empleos formales y paga impuestos tomando su lugar la delincuencia organizada.

  • Se pierden ingresos: IVA, ISPT, ISR, pago de derechos y costos regulatorios.

  • Se pierden plazas de empleos formales, se dejan de pagar salarios y prestaciones laborales de Ley (IMSS, INFONAVIT, etc.).

  • Se pierden inversiones indispensables para garantizar el abasto energético para el crecimiento y desarrollo del país.

  • Con las empresas ilegales, se corre el riesgo de tanques estacionarios que explotan dentro de casas que los almacenan.

ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD

Ante esta situación, los responsables de Seguridad de la industria energética, está desarrollando diferentes estrategias de seguridad para contrarrestarlos, algunas de ellas son:

  • Unión de empresas a través de las asociaciones.

  • Impulsar la creación de direcciones de Seguridad

    Patrimonial en las empresas.

  • Fortalecimiento en la cadena de suministro de las

  • Creación del Comité de Seguridad y de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas, A.C. (AMEXGAS).

  • Establecimiento de mesas de coordinación en los estados con mayor problemática a nivel estatal y federal.

  • Capacitación a autoridades en relación con la reglamentación que regula a la industria.

  • Colaboración con autoridades.

Resultados:

  • Comunicación coordinada con autoridades para atención a robos de unidades.

  • Disminución de robo de unidades y aumento de unidades recuperadas.

  • Operativos en estados de alta incidencia, teniendo muy buena respuesta en Hidalgo y Tlaxcala.