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Impacto inmediato con dato concreto: “Cada 47 minutos” genera alarma y urgencia.

En los últimos dos años, los robos a transportistas y automovilistas en las carreteras federales de México se han disparado. La falta de vigilancia, el aumento de los falsos retenes y la débil presencia de la Guardia Nacional han convertido a corredores como el Triángulo Rojo en zonas de alto riesgo, donde operan bandas armadas a cualquier hora del día.

Carreteras sin vigilancia, asaltos a plena luz del día y la presencia de falsos retenes son parte del complejo panorama de inseguridad que enfrentan transportistas y automovilistas en México. En tan solo un año —de enero de 2024 a enero de 2025— más de 9,500 unidades de carga fueron robadas, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

El dato coincide con un reciente informe de la Asociación Círculo Logístico, publicado en abril pasado, que revela un dato alarmante: cada 47 minutos un camión o tráiler con mercancía es robado en el país, en su mayoría debido a la vulnerabilidad de las carreteras federales y la insuficiente presencia de cuerpos de seguridad.

Uno de los focos de mayor riesgo es el llamado Triángulo Rojo, una región que abarca partes del Estado de México, Puebla y Veracruz. Según testimonios de víctimas y reportes de organizaciones de transporte como Canacar y el Consejo Nacional del Autotransporte de Carga (Conatram), en estas rutas los criminales actúan sin discreción: bloquean el paso con camionetas, portan armas largas y cometen asaltos incluso en horas de alto tránsito.

La crítica se ha centrado en la limitada operatividad de la Guardia Nacional, cuya presencia en las carreteras ha sido calificada como insuficiente. Tras la desaparición de la Policía Federal de Caminos en 2019, se esperaba que esta nueva corporación asumiera el control total de la vigilancia vial. Sin embargo, a pesar de contar con más de 122,000 elementos en todo el país (95,000 hombres y 27,000 mujeres), solo 6,500 están destinados a la vigilancia en carreteras, según reconoció el general de Brigada del Estado Mayor Julio César Moreno Mijangos el pasado 27 de mayo en entrevista con Joaquín López-Dóriga.

En contraste, la extinta Policía Federal de Caminos tenía al menos 10,000 elementos dedicados exclusivamente a la seguridad de las carreteras federales, cubriendo turnos continuos durante las 24 horas. Hoy, muchos transportistas aseguran que durante las madrugadas —cuando más ocurren los ataques— no hay presencia de la Guardia Nacional, y en varias casetas de peaje se observan patrullas estacionadas pero vacías, sin realizar recorridos ni operativos.

El reporte de Círculo Logístico, que agrupa a empresas y expertos en logística, seguridad en el transporte y análisis de datos por telemetría, registró que tan solo entre enero y febrero de este año, 1,086 transportistas fueron víctimas de asaltos. En la mayoría de los casos, la falta de vigilancia fue un factor determinante.

Ante este panorama, los especialistas subrayan que la solución no está solo en aumentar la vigilancia, sino en replantear la estrategia de seguridad nacional para el sector transporte, priorizando inteligencia operativa, coordinación entre niveles de gobierno y uso efectivo de tecnología.