Vuelve la incertidumbre a Guerrero por huracán "Erick"
Cierran negocios, suspenden servicios y se registran compras de pánico en Acapulco y Costa Chica; temen nuevos estragos.
ACAPULCO, Gro.— El huracán “Erick”, con potencial devastador y pronóstico de impacto entre Oaxaca y Guerrero durante la madrugada, ha desatado una nueva ola de temor e incertidumbre en Acapulco y municipios de la Costa Chica, donde comercios, transporte y servicios básicos fueron suspendidos desde la tarde del lunes.
Con la memoria aún fresca del paso de los huracanes "Otis" (2023) y "John" (2024), la vida nocturna de Acapulco se apagó de forma abrupta. Restaurantes, bares, discotecas, mercados y centros nocturnos cerraron sus puertas como medida preventiva, mientras que tiendas de autoservicio y negocios turísticos protegieron vidrios y accesos con paneles para minimizar daños por los vientos.
“Desde las ocho de la noche se suspende la movilidad. Le pido a la ciudadanía que se quede en sus casas”, exhortó la Gobernadora Evelyn Salgado.
Cierre total y calles vacías
Las calles y avenidas del puerto lucían prácticamente vacías desde las 19:00 horas, con largas filas en gasolineras y supermercados abarrotados ante la incertidumbre. En tanto, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco (Capama) suspendió el servicio en los sistemas Papagayo y Lomas de Chapultepec para proteger al personal operativo.
La empresa Acabus también suspendió el transporte público en todas sus rutas y no hay fecha definida para su reanudación.
Trabajadores turísticos y pescadores resguardaron sus embarcaciones en playa Manzanillo. Tiendas como Walmart cerraron en Acapulco, Salina Cruz y Chilpancingo, en previsión de posibles saqueos, como los registrados tras el impacto de “Otis”.
Pérdidas económicas a la vista
“Lo más importante es que no haya pérdida de vidas humanas”, declaró Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Canaco-Servytur. No obstante, advirtió que las pérdidas económicas serán inevitables, dada la cancelación total de actividades.
Las autoridades temen que las mayores afectaciones por inundaciones se registren en zonas rurales al noroeste de Acapulco, incluyendo la turística Zona Diamante.