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Transportistas de carga en Tehuacán exigen seguridad ante ola de robos en carretera

Advierten que tomarán justicia por mano propia si autoridades no actúan.

Tehuacán, Puebla.– Ante una creciente ola de robos en carretera y el silencio institucional, transportistas de carga en Tehuacán advirtieron que podrían organizar patrullajes ciudadanos y recuperar por su cuenta las unidades robadas. Incluso, no descartan confrontar directamente a los delincuentes si no se refuerza la vigilancia en los tramos más peligrosos de la región.

“Estamos a merced de la delincuencia”, denunció Gabriel Femat, líder del gremio transportista en la zona, al alertar que tan solo en lo que va del mes han sido robados seis camiones, con pérdidas que alcanzan los 8 millones de pesos, entre unidades y mercancía.

Sin respuesta de la Guardia Nacional

Pese a haber presentado solicitudes formales de apoyo, Femat acusó falta de respuesta por parte de la Guardia Nacional, lo que ha generado sospechas de corrupción o miedo institucional. Incluso relató un caso reciente en la zona de Tepanco, donde un chofer pidió auxilio tras ser asaltado, pero los oficiales se negaron a intervenir, permitiendo que los delincuentes escaparan con la unidad.

Las rutas del miedo

Los tramos carreteros con mayor incidencia delictiva para el transporte de carga, según el gremio, son:

  • Puebla – Esperanza

  • Cuacnopalan – Tehuacán

  • Puente Calapa, considerado históricamente como foco rojo

Los transportistas han pedido la implementación de operativos escalón —acompañamiento vehicular en convoy—, especialmente en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, pero hasta ahora no han obtenido respuesta.

Justicia por mano propia

Gabriel Femat advirtió que, ante la omisión de las autoridades, el gremio se está organizando para patrullar las carreteras y recuperar sus unidades robadas.

“Si no hay vigilancia diurna y nocturna real, tomaremos cartas en el asunto. Ya no podemos arriesgar más vidas ni perder más patrimonio”, sentenció.

En varios de los robos recientes, los operadores fueron amenazados con armas de fuego, elevando el riesgo de que la violencia escale y se produzcan enfrentamientos entre civiles y delincuentes.