Caminos de sangre: extorsiones, falsos retenes y multas impagables, un viacrucis
Ser interceptados por sujetos armados es apenas el inicio del viacrucis que viven los transportistas al salir a carretera. Así lo describe Alfonso Sánchez, quien ha manejado unidades pesadas desde hace 16 años.
“Uno desafortunadamente sale para buscar el pan de cada día con el afán de regresar a su casa, desafortunadamente el peligro máximo es que ya no regrese”, expresó Alfonso Sánchez.
El equipo de Investigaciones Excélsior acompañó a Alfonso en un recorrido desde la caseta de Tepotzotlán hacia Querétaro. En el trayecto se observaron tres unidades de la Guardia Nacional, pero solo una patrullaba en carretera. Alfonso señaló que la vigilancia en carreteras es escasa y, en ocasiones, ilegítima.
Los falsos retenes se utilizan para cometer asaltos donde el objetivo es tanto la mercancía como la unidad. Muchos transportistas sospechan de complicidad entre delincuentes y autoridades, dado que las unidades robadas suelen aparecer rápidamente sin que se haya hecho un reporte formal.
Cuando se reporta el robo de una unidad, esta suele ser arrastrada al corralón. Para recuperarla, los empresarios enfrentan cobros que van desde 180 mil hasta más de 300 mil pesos, siendo el primer pago destinado a servidores públicos.
Un empresario anónimo explicó que en Puebla el proceso de liberación puede tardar hasta seis meses. Para acelerar trámites, suelen pagar entre 30 y 35 mil pesos en “mordidas” a peritos y ministerios públicos, lo que representa una pérdida económica significativa.
Fuente: Excelsior | Robos y extorsión en carretera: el infierno que viven los transportistas