Robo al transporte de carga en México: crimen organizado y tecnología elevan el riesgo logístico
Con más de 11,500 incidentes en 2024 y una proyección aún más alta para 2025, el robo al transporte de carga en México se consolida como una de las amenazas más críticas para la logística nacional. La sofisticación de las bandas criminales y la inseguridad en rutas clave afectan directamente a sectores estratégicos como el alimentario, automotriz y farmacéutico.
El robo al transporte de carga en México ha alcanzado niveles alarmantes, con un entorno de seguridad vial cada vez más complejo. A pesar de los esfuerzos por parte de autoridades y empresas, la amenaza no cede: las bandas delictivas han refinado sus tácticas, eligiendo rutas estratégicas y afectando a toda la cadena de suministro.
Este fenómeno, que representa uno de los mayores desafíos logísticos del país, impacta directamente a operadores, vehículos, mercancías y sectores clave como el alimentario, automotriz, farmacéutico y electrónico.
Escalada criminal: cifras y zonas críticas
Durante 2024, México registró más de 11,500 robos a camiones de carga, un incremento del 8% con respecto a 2023, de acuerdo con la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) y la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar). Para 2025, se proyecta que los incidentes superen los 12,000 casos, impulsados por el crecimiento de células criminales altamente organizadas y los retos de vigilancia en carreteras federales.
Las entidades con mayor incidencia son:
Estado de México
Puebla
Guanajuato
Michoacán
Jalisco
Zonas industriales clave, como el corredor Bajío-Centro, también presentan una creciente vulnerabilidad, con impactos económicos significativos.
Tácticas delictivas de nueva generación
En 2025, las bandas criminales están implementando métodos más avanzados para interceptar unidades, entre ellos:
Bloqueos falsos con uniformados apócrifos para engañar a operadores.
Inhibidores de GPS y rastreo, que impiden la localización en tiempo real.
Secuestro exprés de conductores, elevando el riesgo humano.
Intervención de sistemas de navegación y rastreo digital, mostrando un dominio tecnológico cada vez más sofisticado.
Estas prácticas no solo generan pérdidas económicas millonarias, sino que ponen en riesgo la vida de los operadores y comprometen la estabilidad logística del país.