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Alerta nacional: robo a transportistas aumenta 16% y afecta economía familiar

El robo a transporte de carga en México crece un 16%, poniendo en riesgo la cadena de suministro nacional y elevando los costos para consumidores. Las zonas con mayor incidencia se concentran en varios estados clave del país.

El robo a transporte de carga en México registra un preocupante incremento del 16% en lo que va de 2025, según datos recientes de la empresa de seguridad Skyangel. Este delito no solo golpea a las empresas, sino que también repercute directamente en los precios y la disponibilidad de productos para millones de familias mexicanas.

Las operaciones del crimen organizado se concentran en rutas estratégicas consideradas de alto riesgo, formando un “mapa del peligro” para los transportistas. Entre las zonas más afectadas destacan:

  • El “Triángulo Rojo” en Puebla, que abarca municipios como Tepeaca, Quecholac y Tecamachalco.

  • El tramo del Arco Norte que conecta con Tula.

  • Vías del Estado de México, incluyendo la autopista México-Pachuca y México-Puebla.

  • Estados clave para la logística nacional, como Veracruz, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán y Jalisco.

Los productos que más sufren robos son alimentos y bebidas (39%), seguidos de materiales industriales y de construcción (15%), electrónicos (10%), ropa y calzado (6%) y productos farmacéuticos (4%).

Curiosamente, mientras a nivel nacional el robo crece, en el Estado de México se reportó una disminución del 11.3% durante el primer trimestre de 2025, fenómeno atribuido al llamado “efecto cucaracha”: el delito se desplaza a regiones con menor vigilancia.

El impacto de este incremento delictivo trasciende el ámbito empresarial. Los costos adicionales en seguridad, seguros y logística elevan los precios al consumidor final y pueden generar desabasto de productos básicos en ciertas regiones, afectando la economía familiar.

Como lo señaló un analista de seguridad: “Cada camión robado es un eslabón roto en la cadena que termina en la mesa de una familia, a un costo mayor”.

Esta situación demanda una estrategia nacional coordinada y contundente que refuerce la seguridad en carreteras para proteger la economía y el bienestar de todos.