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DETECCIÓN Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS EN HOTELES

Recomendaciones de los expertos en equipos y legislación contra incendios

Los hoteles tienen ciertas características que los hacen especialmente vulnerables al momento de pensar una situación de riesgo como un incendio puesto que son estructuras amplias y, por lo general, complejas con muchos y distintos materiales potencialmente inflamables. Por esto, es fundamental el uso de sistemas de detección y extinción de incendios en estos inmuebles y conocer las tendencias, así como la normatividad en este tema. 

Principales áreas de riesgo 

Salvador Gómez Martínez, presidente del Consejo Consultivo de NFPA Capítulo México y director general de Instala, dijo que una de las áreas más vulnerables de incendios son las habitaciones, donde se tienen riesgos eléctricos por las instalaciones tanto de alumbrado como contactos, que aunque existe baja tensión (127 o 220 voltios) no se está exento de que un cable se caliente y se pueda presentar un corto circuito. Agregó que en los cuartos hay carga de material combustible como las sábanas y cobertores, pero sobre todo los colchones, que tienen el gran problema de que despiden un humo tóxico cuando se queman. Por esto es importante utilizar materiales que tengan baja emisión de humos y que puedan ser inocuos, tanto en tapices, alfombras, cortinas y accesorios de cama. 

“Desde mi punto de vista, el mayor riesgo está en las cocinas donde se tiene —además de gas LP o natural— acumulación de grasa en las campanas, ésto provoca que en caso de incendio el fuego no pueda extinguirse con agua porque se extendería más. Por tanto, en estas áreas se deben usar agentes químicos que inhiban la presencia de oxígeno y neutralicen la acción de la grasa para quemarse”, explicó. 

Señaló que otra zona de riesgo en estos inmuebles son las subestaciones, donde hay depósitos de combustible como diesel o gas, donde debe acondicionarse un sistema de diluvio para que enfríe el tanque de gas LP y así evitar una explosión. Añadió que en estas áreas pueden utilizarse válvulas, que en caso de presentarse un conato de incendio se cierran automáticamente, o un botón de paro de emergencias como el que existe en las gasolinerías. 

“Las salas de juntas o los salones también son áreas vulnerables por la gran cantidad de gente que se acumula, por lo que es importante implementar las normas NFPA, que indican el tratamiento que se le debe dar a este tipo de eventos como conciertos o fiestas, donde la gente tiene una cierta pérdida de conciencia y no están alertas a cualquier situación de emergencia que se pueda presentar, por ejemplo hay grupos musicales que incorporan pirotecnia a sus presentaciones pirotecnia, lo cual puede provocar un incendio”, explicó. 

Tendencias en equipos 

Respecto a las tendencias en alarma y detección de incendios, Salvador expuso que se han integrado los sistemas de voceo digital para notificación masiva, que ha sido un importante cambio en la norma NFPA-72 Código Nacional de Alarma Contra Incendios y Señalización, derivado de los ataques a las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, Estados Unidos, en 2001. También se han utilizado los sistemas de aspiración para detección temprana, que permiten conocer mucho más rápida y eficientemente la presencia de humo producto de una combustión incipiente, lo que permite actuar más rápido para combatir un incendio. 

Para el caso de extinción de incendios, aseguró que existen variantes a los sistemas de rociadores automáticos, que incorporan elementos de control, los cuales evitan descargas innecesarias de agua por falsas alarmas como los sistemas secos o los de preacción. 

“Otras alternativas que reducen la aportación de agua para extinguir un incendio son los sistemas de aspersores (spraying systems), los de agua nebulizada, los que combinan agua con nitrógeno (sistema vórtex), entre otros. Estos sistemas pueden utilizarse en salones, salas de cómputo (como opción a los sistemas de agentes limpios) y zonas con riesgos especiales. En las habitaciones de los hoteles seguirá siendo la mejor opción el sistema húmedo de rociadores automáticos”, afirmó. 

Legislación para equipo contra incendios 

Desde el punto de vista de protección contra incendios, el marco regulatorio de la Ciudad de México está conformado por las Normas Técnicas Complementarias de Proyecto Arquitectónico del Reglamento de Construcciones del Distrito Federal y por la norma oficial mexicana NOM-002-STPS-2010 Condiciones de Seguridad, Prevención y Protección contra Incendios en los Centros de Trabajo de la Secretaría de Trabajo, indicó Salvador. 

Adicionalmente, aseveró que varias asociaciones relacionadas con el tema de la protección contra incendios han elaborado el proyecto de norma mexicana PROY-NMX-S-066-SCFI-2015 Seguridad-Equipo de Protección Contra Incendio, Sistemas Fijos, Sistemas de Rociadores Automáticos y Diseño e Instalación, que fue anunciado para consulta pública en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 1º de julio de 2016. 

“En el ámbito internacional, son las normas de la NFPA las que rigen el tema de los sistemas contra incendios para los distintos tipos de inmuebles, incluyendo los hoteles, debiendo ser adoptadas en nuestro país para complementar la legislación vigente, por ejemplo la norma NFPA-1 Código Nacional Contra Incendios, o la norma NFPA-101 Código de Seguridad Humana”, explicó. 

Indicó que las normas de la NFPA no se pueden usar como receta de cocina de forma aislada pues todas se van involucrando a la hora de hacer un diseño arquitectónico, por ejemplo la norma NFPA-101 tiene que ver más con la parte de rutas de evacuación del inmueble, medios de egreso, salidas de emergencia, el tamaño que deben tener los anchos de los pasillos, las puertas de evacuación, las escaleras y la distancia que se debe recorrer desde el punto donde se encuentran las personas hasta un lugar seguro o la salida. 

Por su parte, Fausto López Gil, presidente de la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendio (AMRACI), aseguró que los organismos que regulan los sistemas contra incendios normalmente son los departamentos de Protección Civil locales y que sólo existen algunas entidades que obligan al cumplimiento al pie de la letra de la normatividad. 

Asimismo, agregó que la legislación es insuficiente puesto que la NOM-002- STPS-2010 tiene huecos en áreas tan importantes como la protección a base de sistemas fijos. 

Retos a futuro 

Para Salvador Gómez, debido a las tendencias del mercado inmobiliario de proyectar edificios de uso múltiple, en los que se encuentran hoteles y locales comerciales en un mismo predio, los riesgos de incendio se combinan y hacen que zonas que por sí solas representan un riesgo ligero, incrementen las posibilidades de incendios. Por tanto, para contrarrestar este efecto será necesario respetar los códigos de la NFPA teniendo una adecuada compartimentación entre locales, exigiendo que cada locatario cuente con sistemas de detección y extinción interconectados a los sistemas del conjunto y que se instalen barreras cortafuego y retardantes, así como óptimos sistemas de ventilación y aire acondicionado ligados al sistema de monitoreo y control del conjunto. 

“Otro reto a vencer es que cada vez tenemos edificios más altos, en cuyo caso los medios de egreso (rutas de evacuación y salidas de emergencia) deberán ser suficientes, accesibles, bien iluminados y protegidos en todo su recorrido con rociadores automáticos y presión positiva. Pero quizás el mayor desafío será el de hacer obligatorio el cumplimiento de normas internacionales en todos los hoteles, con la finalidad de que la combinación de arquitectura, estructura, instalaciones y acabados, ofrezcan un entorno más seguro a los usuarios”, expuso. 

Finalmente, Fausto López opinó que el reto principal es hacer obligatorio el cumplimiento de la norma en todos los estados, así como modernizar la norma e incluir los sistemas a base de rociadores contra incendio en la hotelería. Además, dijo que es deseable que la normatividad se actualice incluyendo y haciendo obligatorio el cumpliendo de la norma, así como la integración de los sistemas acorde al índice de riesgo y ocupación de las edificaciones en general.