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MANEJO DE HUELGAS PARA LA CONTINUIDAD DE LA OPERACIÓN

Diversas historias existen sobre compañías que han pasado por reclamos sindicales y que al final en algunas ocasiones han terminado en toma de instalaciones, rehenes y otro tipo de altercados que obligan a la negociación desigual 

A finales del 2015, en una de las empresas azucareras más grande del país, se llevó a cabo el proceso de revisión del pliego de reclamos, que presenta el Sindicato de Trabajadores cada dos años. Sin embargo hubo desentendimiento entre ambas partes ante las cuantiosas demandas que se solicitaban, por ello los dirigentes sindicales declararon la huelga indefinida desde el 22 de marzo de 2016, con una larga duración de 90 días. 

En este contexto y años anteriores, se dieron terribles experiencias con empresas del mismo rubro, en donde los trabajadores huelguistas tomaban por asalto las instalaciones y pedían la administración de las mismas. Exactamente así como se menciona, “toman por asalto”, quiere decir que con violencia ocupan a la empresa, toman rehenes a los funcionarios, incendian los campos y con ello obligan a negociar, logrando la administración inapropiadamente y para beneficio solo de los dirigentes. 

Para poder lograr la validez y la administración, los sindicalistas fueron ingresando documentación de solicitud de legalidad de la huelga a la autoridad del Ministerio de Trabajo de la localidad, así como otras denuncias contra la empresa. De igual forma, engañaron a los trabajadores: de sus reales intenciones, de la veracidad de los documentos y de los objetivos a corto plazo. Escondiendo varios aspectos, que poco a poco fueron desenmascarándose. 

Estrategia de seguridad y continuidad de operaciones 

A pesar de todo ello, fracasaron, ante una estrategia bien implementada de seguridad y liderazgo que se planteó desde un principio, considerado en todo el proceso de fabricación del producto final. El dispositivo de seguridad utilizado estaba basado en la continuidad o inicio de la operación a través del cuidado de los campos de caña de azúcar, así como el aspecto más crítico, la protección de la fábrica y las personas. Definitivamente resguardar un predio de 30 mil hectáreas, sin perímetros, fue sumamente complicado. Por lo tanto el sistema de seguridad tenía que estar basado: 

  • Equipos de infiltrados e informantes (información preventiva o inteligencia). 
  • Desligue de equipos de patrullaje disuasivo con intervención policial. 
  • Seguridad de transporte de trabajadores desde sus domicilios al lugar de labor. 
  • Equipos policiales de captura de delincuentes, ubicados en los accesos a la localidad. 
  • Equipo policial y de la empresa de reacción rápida contra ataques a la instalación. 
  • Equipos de coordinación con medios de difusión (tv, radial y filmación de hechos delictivos). 
  • Equipos de asesoría legal. 

En resumen, el sistema consistía, en obtener información relevante, con ello intervenir con la policía, en los lugares de ubicación de los delincuentes, capturarlos en los ingresos a la ciudad a través de batidas o intervenciones a bares, viviendas y talleres donde se fabrican armas hechizas o en donde se está conflagrando un hecho punible, como toma de carreteras. 

Otros equipos de respuesta a eventos, contra el patrimonio como incendios, bloqueos de carreteras y accesos, en los cuales participan filmadores, fotógrafos y asesores legales, con el fin de constar los hechos, grabar a los cabecillas y delincuentes para luego colocar las denuncias respectivas y encarcelarlos. Era importante la seguridad a trabajadores e ingenieros temerosos ante las amenazas, no querían laborar. 

De esa forma, los primeros días de la huelga fueron los días en que los huelguistas habían proyectado: incendios de los campos, toma de la planta y secuestro de funcionarios más importantes. Gracias al sistema de seguridad, se pudieron hacer importantes capturas, descubriéndose los planes de toma de instalaciones. Y de esa forma, se frustraron las intenciones de los delincuentes. 

La empresa había calculado 30 días de huelga, durante los cuales realizaría un mantenimiento general; sin embargo, después del día 40, se debería comenzar la producción, ante una situación de huelga y paralización de trabajos por parte de los sindicalistas. 

Se nos consultó, al equipo de seguridad, si se podía garantizar el ingreso del personal necesario para el inicio de la operación, así como evitar sabotajes, secuestros, que puedan interferir. Lógicamente, nosotros respondimos afirmativamente. 

Otras tareas de seguridad durante la huelga 

Para ello se convocaron reuniones diarias con el staff de gerentes, las cuales yo presidía, para de alguna forma obligarlos y darles valor y seguridad. Realmente los ingenieros estaban muy atemorizados y no querían trabajar, menos convencer a su personal. Sobre lo cual nosotros también participamos, en los diálogos con el personal de trabajadores. 

Con todo este dispositivo, se iniciaron el encendido de calderos, generando humos y así la evidente operación del negocio. 

A pesar del temor de los funcionarios a las represalias de los delincuentes, la generación de humos de los calderos, dio como consecuencia que el 90% de trabajadores ingresen a laborar, dada las condiciones de seguridad que se ofrecieron. 

Y así paulatinamente se recuperó el proceso productivo, cosechas, transporte de producto terminado, bagazo, etc. El dispositivo de seguridad y el liderazgo del equipo, permitió la sensación y estado de seguridad para la continuidad del negocio.