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Propuesta para Crear un Cuerpo de Seguridad Eficiente

La seguridad es un problema para las autoridades y repercute en la tranquilidad y paz social de nuestro país, esto se debe a diversos factores que no se contemplan, y que se quieren resolver con propuestas innovadoras o con críticas tendenciosas.

Por diversas situaciones se ha optado por tener al frente a diversas personas a quienes se les otorga un cargo más por situaciones políticas que por establecer una solución real, o simplemente porque tienen una imagen pública que no generará mucha polémica su nombramiento, este problema no es exclusivo de la parte gubernamental, en la iniciativa privada se presenta una situación en que la crítica muchas veces rebasa la verdadera esencia de una solución.

POLICÍA FEDERAL DE CAMINOS

Definitivamente las opciones son muchas y muy diversas, pero ¿por qué no adoptar un modelo de policía que ya fue probado con anterioridad en nuestro país y rindió resultados muy satisfactorios? Replicar lo que fue la Policía Federal de Caminos (PFC) desde su inicio.

Hoy en día se está conformando la Guardia Nacional, para esto se requiere integrar a unos 60 mil hombres o más bajo el proyecto que existe y se considera integrar a elementos del Ejército Mexicano, Marinos y Policías Federales, además de un medio de convocatoria a través de invitar a personas del medio civil a que se integren a este gran proyecto. Por tal motivo se diseñó un conjunto de requisitos que permitirán a los que los aprueben integrarse en este cuerpo de seguridad nacional, pero resulta que este proceso prácticamente sólo aplica a personal de policías y del medio privado, los militares y los marinos son aceptados y sólo se requiere de la voluntad individual de cada persona para integrarse.

En esta parte no voy a criticar si lo veo bien o lo veo mal, pero sí sugerir razonadamente qué se puede hacer para cumplir con una expectativa de eficiencia y presencia nacional. Es necesario considerar que es más fácil crear un cuerpo de policía, ya sea Guardia Nacional o con cualquier otro nombre, si partimos de conformación y estructuración elemental para lograr objetivos exitosos.

En mi trayectoria de vida, tuve el honor y gran oportunidad de pertenecer a la extinta Policía Federal de Caminos, que durante 70 años mantuvo una imagen de buena policía en la opinión de la ciudadanía, para lograr esto, puedo señalar diversos elementos que fueron esenciales en la formación de los policías de caminos.

Primero, estábamos estructurados dentro de una corporación que mantenía un estricto servicio de carrera policial, de hecho, la escuela de formación policial se denominaba “Escuela Profesional de la Policía Federal de Caminos”, esto para que quienes pasábamos por esa escuela, supiéramos que la meta era convertirnos en policías profesionales, además de que con el tiempo se podría ascender dentro de la escala jerárquica a los más altos niveles. 

El curso duraba un año, la selección era extremadamente rigurosa, en mi caso participamos 500 aspirantes y sólo ingresamos a la escuela 26, donde uno de los requisitos más importantes era que tuvieras vocación para ser policía. La labor de un policía no es el cubrir una plaza como medio de subsistencia, es crear en la mente convertirse en policía de carrera.

Durante todo el curso nos inculcaban que estábamos en formación para integrarnos a la mejor policía de México, resaltando el respeto que se tenían por parte de los policías y de los maestros que impartían el curso, tratándonos con educación y respetando nuestra integridad personal resaltando nuestros derechos humanos, principalmente los de dignidad. En la PFC había un estricto crecimiento en la escala jerárquica, desde el primer día sabíamos que podíamos llegar a mandos superiores y todo dependía de nosotros mismos, resaltando factores como: presencia, usando siempre uniformes de muy buena calidad y que vestían al policía muy dignamente, eficiencia en el servicio, puntualidad exagerada, educación en todo momento, siendo muy importante que en su etapa de formación fueron Generales del Ejército Mexicano quienes asumieron la Dirección General de Policía Federal de Caminos: General Alfredo Serrato, General Ruiz Camarillo y, el último, el General Siller Falcón. Asimismo, hubo un director de la Escuela de la PFC, el Teniente Coronel Palomera.

Con esto podemos observar que aunque el Director de la Policía sea un militar no influye en lo absoluto el que se pueda conformar una Corporación digna y eficiente, ellos como mandos supremos pudieron establecer conceptos como: espíritu de cuerpo (compañerismo), ética, mística, disciplina,

presencia, dignidad y eficiencia, que obligaba a los elementos a anteponer a sus intereses personales al servicio de la comunidad y el respeto a su institución, bajo un precepto de sacrificio y respeto absoluto hacia los mandos.

Dentro de la PFC, todo el personal estaba conformado con elementos que desde su inicio pertenecieron a esa corporación, sin embargo, en las ocasiones en que fueron dirigidos por directores que eran del Ejército Mexicano; un General y un Teniente Coronel, lo que más se les reconoció fue su capacidad para infundir ética y mística en la PFC y fue lo que se mantuvo como esencia dentro de la corporación.

Para poder ascender en la escala jerárquica, se realizaba una ponderación que se le denominaba CAESE, que integraba: Conducta, Antigüedad, Eficiencia en el Servicio y Examen de Oposición, pero además se podían obtener puntos extra por “Hechos Meritorios” y “Valor Heroico”. En cada promoción de ascensos participaban para mandos medios y altos mandos, un promedio de 200 elementos y se disputaban de tres a cinco plazas de ascenso, por lo que quienes ascendían eran los mejores policías y no existía el ascenso por favoritismo alguno.

A lo largo de su formación estructurada de la corporación, los sueldos no tuvieron una relevancia sustancial, sin embargo, se crearon mecanismos de apoyo como ingreso económico del personal, dotándose a cada uno de ellos de un “sobresueldo” y un concepto que se denominaba “gastos del camino”, lo que permitía que todos los policías pudieran vivir dignamente y con imagen social, generando que nos integráramos dentro de los medios sociales altos y con esto ganarnos el reconocimiento de todas las estructuras sociales, llegando a ganarse el calificativo de “Caballeros del Camino”.

A mi ingreso a la PFC entré con el número 424, lo que representaba que ese era el número de policías que había, por la necesidad y el crecimiento de las funciones de la policía, otorgándonos servicios para el cuidado y salvaguardo de los puertos y aeropuertos del país, la Policía tuvo que crecer y por lo mismo se creó la Escuela Profesional de la Policía Federal de Caminos en San Luis Potosí y se pudieron preparar a 800 policías por generación de un año, lo que cuando fue desaparecida por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1999) y se creó la Policía Federal Preventiva, el número ya era de 8 mil 500 elementos para cubrir todas las carreteras, los puertos y aeropuertos, manteniéndose el orden y respeto que se ganaban cada uno de sus elementos y enaltecía a toda la corporación.

GUARDIA NACIONAL

Entiendo que para muchas de las personas que lean este artículo lo considerarán trivial, pero si consideramos que lo que se está buscando en este momento es crear un cuerpo de seguridad eficiente y con reconocimiento social, es importante que se entienda que la base fundamental radica en algunos conceptos de extrema importancia, que consisten en:

• Primero, que quienes se quieran integrar a la Guardia Nacional es importante que tengan una vocación de policía y de servicio, si no tiene vocación, fácilmente caerán en la tentación y por lo mismo pueden llegar a caer en la corrupción.

• Que a quienes acepte se les respeten sus derechos humanos, principalmente su dignidad, que sean tratados con educación y respeto, no se puede pedir que sean educados y respeten a otros cuando ellos no son tratados así.

• Extremadamente importante es la capacitación, que se debe basar en un sistema de integración, desarrollando el orgullo de pertenecer a una institución, que debe fomentarse el ser ejemplo nacional, si el policía se siente denigrado y mal tratado, así se comportará dentro de su servicio.

• Que se salvaguarden sus valores personales en forma prioritaria: habitación, alimentación, escuela para sus hijos, desarrollo cultural, uniformes con muy buena calidad e imagen, salario suficiente para evitar que se introduzcan en la corrupción, crecimiento en la escala jerárquica sin favoritismos ni decisiones unipersonales de los mandos, capacitación en materias de especialización dentro de sus labores, capacitación en cultura general.

Todo esto resulta mucho más barato que seguir enfrentando el crimen como se ha estado haciendo hasta ahora, donde han asignado presupuestos anuales por más de 45 mil millones de pesos (2 mil 285 millones de dólares) y el resultado obtenido, es el incremento de la inseguridad.

Una Policía conformada con personal que cuente con vocación, con espíritu de servicio, apego a su corporación, disciplinado, ético y con valores personales salvaguardados, capacitado en sus funciones, motivado y con capacidad de crecimiento en la escala jerárquica por méritos propios, indudablemente dará resultados, esto parece una misión titánica, pero no hay que olvidar que esta corporación ya existía. Con base en lo anterior, tenemos que considerar que si utilizamos una de las teorías más exitosas que se han desa- rrollado en la humanidad: la “Pirámide de Maslow”, podremos comprender que es la satisfacción en la escala de necesidades, la que hace a las personas honestas y eficientes. También intervienen muchos otros factores, pero el detonante más grande que hay en la corrupción es la “necesidad”.

En el pasado se vio, como personal militar, que ante el maltrato que les daban en la PGR (Procuraduría General de la República), se pasaron a conformar un cártel, denominado “Los Zetas”, esto puede volver a pasar si no se cuida la integridad y se respeta a los elementos de la Guardia Nacional.

Una muestra clara de lo que representó la Policía Federal de Caminos, lo podemos observar en el hecho que después de 20 años de haber sido desaparecida, donde más de 3 mil 500 elementos no siguieron con las nuevas estructuras de policía que se crearon y pasaron al retiro, unos jubilados y otros renunciaron, pero la gran mayoría han sido exitosos en sus ámbitos de trabajo laboral en los medios civiles y no se han presentado casos en donde ex PFC se encuentren integrados en la delincuencia organizada, ni relacionados con diversos delitos.

Una pregunta que puede ser analizada y considerada, si ya existió una corporación de policía eficiente y con reconocimiento nacional, ¿por qué no replicar este modelo en los cuerpos de policía de los estados y los municipios? Hay que resaltar que después de haber transcurrido 20 años de que fue desaparecida la PFC, más del 80% de los elementos seguimos en contacto y mantenemos lazos de amistad y hermandad. Todos los que dejamos la PFC en diferentes actividades, mantenemos ese espíritu de ética y mística, con gran apego a la que fue nuestra corporación.