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Dinámica del Monitoreo de Videovigilancia en Seguridad

El recurso humano constituye el factor crucial para la efectividad en el monitoreo de videovigilancia por su carácter de elemento consciente, responsable del discernimiento y decisión en el binomio hombre-máquina que se conforma en toda aplicación de tecnología. Por ello, en la medida en que se agilice y facilite su dinámica, se fortalecerá el potencial de efectividad en el monitoreo de sistemas de videovigilancia.

ANTECEDENTES

La dinámica genérica del recurso humano se puede describir por el acrónimo DIDA, ya que integra un proceso con las siguientes acciones:

• Detectar por medio de los sentidos.

• Identificar lo que se ha detectado.

• Decidir un curso de acción a seguir por lo que se ha identificado.

• Actuar de acuerdo con las decisiones tomadas.

El cual, aplicado los sistemas de videovigilancia se convierte en Ver, Identificar, Decidir, Actuar (VIDA), ya que la detección se realiza fundamentalmente de manera visual, de tal suerte que esta labor se puede describir con el acrónimo ODA, ya que comprende el siguiente esquema de operación:

• Observar, que corresponde a la combinación de dos acciones: ver, es decir, captar las imágenes, y valorar, es decir, evaluar lo que se muestra en las imágenes.

• Decidir, ¿qué hacer? o ¿qué no hacer? ante ello.

• Actuar, de acuerdo con lo que se haya decidido.

La concurrencia de estos procesos se ubica en los segmentos de detección y alertamiento en el contexto del Proceso de Seguridad para la atención de emergencias, CDAI, que se enfoca en la búsqueda de ciertos indicadores visuales en el contenido de la imagen, sobre los cuales se aplica una mecánica de valoración.

Estos indicadores visuales están proyectados para describir ciertas condiciones de interés, físicas (lo que hay) y funcionales (lo que sucede), y contemplan dos aspectos:

• Indicadores de Normalidad, las condiciones que se espera que están regularmente presentes.

• Indicadores de Riesgo, las condiciones que deben estar ausentes, ya que su surgimiento regularmente implica la ocurrencia de alguna forma de riesgo.

PANORAMA

La dinámica del recurso humano en el contexto particular del proceso CDAI con Sistemas de Videovigilancia, corresponde al desarrollo del esquema ODA, en el cual el factor crucial es la mecánica de valoración aplicada al contenido de las imágenes proyectadas.

• Captación de los hechos que ocurren en el entorno.

• Detección de una contingencia de seguridad, en particular emergencias en los hechos captados.

• Alertamiento a las corporaciones pertinentes para atender el tipo de contingencia detectada.

• Intervención de las corporaciones alertadas para atender la contingencia detectada.

La manera más efectiva de realizar el monitoreo de videovigilancia es procesando una imagen a la vez, para lo cual la mecánica de valoración consiste en:

1. Captar y retener mentalmente el contenido de la imagen.

2. Analizar el contenido de la imagen.

3. Si no se detecta algún riesgo continúa con la siguiente imagen.

4. Si se detecta algún riesgo, se activa un protocolo de reacción.

La ejecución de esta mecánica de valoración debe realizarse, idealmente, en un lapso de cinco segundos o menos por imagen, con el propósito de incrementar las posibilidades de detección oportuna de las situaciones de riesgo.

Para estos efectos, las tareas que se deben realizar comprenden:

• Memorizar, los grupos de parámetros conformados para los campos visuales del entorno de vigilancia.

• Diferenciar y correlacionar el grupo de parámetros pertinente para cada imagen.

• Cotejar el grupo de parámetros seleccionado contra la imagen y proceder en consecuencia.

PERSPECTIVA

El factor crucial de efectividad en el monitoreo de videovigilancia es la carga de trabajo que representan los elementos de información que debe memorizar, diferenciar y correlacionar, tales como:

• Los parámetros de referencia.

• Los posibles escenarios de situación y los criterios para su valoración. En este contexto, la carga de trabajo básica comprende el manejo de:

1. Un conjunto de al menos tres grupos de parámetros para cada campo visual de cobertura en el entorno de vigilancia.

2. Un campo visual por cada cámara fija, y al menos tres campos visuales por cada cámara móvil con una cobertura de 360 grados.

3. Un conjunto de al menos tres grupos de parámetros para cada campo visual para cada rango de horarios a lo largo de una jornada de servicio.

4. Un conjunto de parámetros diferentes para cada día de la semana, así como para jornadas especiales.

5. Adicionalmente, conjuntos de parámetros para situaciones estacionales que modifiquen los perfiles “normales” de dinámica en el entorno de vigilancia.

Todo lo cual proyecta un problema de manejo de volumen y diversidad, tan sólo para memorizar y diferenciar los grupos de parámetros, así como para correlacionarse con los posibles escenarios que se pueden presentar.

También se proyecta un potencial de confusión para el monitorista por la complejidad de la dinámica en el entorno de vigilancia, la alteración emocional ante contingencias, la concurrencia de indicadores, en particular de riesgo, ya sea en la misma imagen o en diferentes imágenes en el mismo mosaico, así como situaciones de riesgo aparente de acuerdo a los elementos visuales proyectados, pero que en realidad resultan ser inocuos, como juguetes con apariencia de armas reales, o juegos bruscos entre personas.

Finalmente se tiene la posibilidad de que se presenten condiciones inéditas o no previstas, de tal suerte que, si el monitorista se concentra exclusivamente en los elementos de información conocidos, pasen desapercibidas, en una especie de efecto de “escotoma”, ya que dichas condiciones suelen ser variaciones aparentemente inocuas de los indicadores de normalidad.

CONCLUSIONES

El potencial de efectividad en el monitoreo de videovigilancia está determinado por la capacidad operativa del recurso humano, resultado de la conjunción de sus competencias personales con los apoyos con que se le doten, en especial los elementos de información que se derivan de un trabajo previo de análisis, y cuyo valor reside en su claridad y precisión a fin de que sean comprendidos por el monitorista.

Por parte del monitorista, la mayor exigencia se enfoca a la memorización y diferenciación, lo que induce presión a la valoración por la premura de respuesta ante emergencias. Por ello, cualquier forma de ayuda en este aspecto redundará en mayor efectividad del monitorista.

Algunas alternativas para ello son la integración de los elementos información a analíticos de video, así como reducirle al monitorista los esfuerzos de memorización e incluso de diferenciación, a fin de que se focalice más en la valoración y se agilice la respuesta ante emergencias, lo que redunda en mejores posibilidades de proteger y preservar bienes y vidas, objetivo connatural de la seguridad, al que pretende contribuir el monitoreo de videovigilancia.