Seguridad en América | Post

El Manejo de la Pandemia

En realidad, Latinoamérica pudo prepararse mejor y sensibilizarse. Los corporativos globales con una figura de seguridad, a mi juicio reaccionaron muy rápido y de hecho fueron los que apuraron a los gobiernos a ponerse serios en el tema.

En marzo pasado fui invitado a participar en un panel latinoamericano sobre la pandemia, en donde hacía énfasis que en esta región tenían semanas de ventaja sobre este reto. Hablábamos de que en Latinoamérica los primeros picos llegarían a finales de abril o inicios de mayo de 2020, y conversábamos de diversos picos. ¡Estábamos hablando con anticipación!

Teníamos bastante información del virus, periodos, síntomas, grupos más vulnerables, con base en lo que estaba sucediendo en ese momento en Asia y Europa. En LATAM se actuó mucho antes que España e Italia, pero el gran y verdadero reto era mantenerse en las medidas, más en una sociedad donde nuestra cultura cálida y cercana del saludo indiscutible de manos, del beso y el apapacho, de la relajación podía, por el contrario, perjudicarnos ahora.

Teníamos bastante información del virus, periodos, síntomas, grupos más vulnerables, con base en lo que estaba sucediendo en ese momento en Asia y Europa. En LATAM se actuó mucho antes que España e Italia, pero el gran y verdadero reto era mantenerse en las medidas, más en una sociedad donde nuestra cultura cálida y cercana del saludo indiscutible de manos, del beso y el apapacho, de la relajación podía, por el contrario, perjudicarnos ahora.

Dicho lo anterior, comparto cuatro aspectos que me parecen han sido medulares en el manejo de la pandemia entre países que lo han controlado y otros que lo siguen padeciendo, no sólo el no aplanamiento de la famosa “curva”, sino que viven una verdadera cordillera con múltiples picos, como el caso de México y otras naciones en vías de desarrollo. Mi punto de vista está influenciado por haber estado varado por varios meses en Europa (sobre todo Austria) durante esta pandemia.

1) RESPUESTA DEL GOBIERNO

Algunos países de Europa reaccionaron demasiado tarde, veíamos lo que sucedía en Italia y España con incredulidad. No obstante, en sólo una semana la mayoría de Europa implementó todas las medidas necesarias. El coronavirus suspendió de manera súbita el gran estilo de vida europeo y toda la celosa movilidad que tienen. Las fronteras físicas que casi ya no existían entre los países desde hace décadas se levantaron de nuevo (en Europa cruzar entre países es como en México entre los estados, generalmente no hay controles y sólo un pequeño cartel que notifica el cambio de país).

2) PREDICANDO CON LA COHERENCIA

De las medidas a implementar, así como los equipos de protección personal, los primeros en ejercerlas fueron el gobierno y sus representantes. En medios masivos y en las calles, hacían uso con el cabal ejemplo de motivar a hacer lo mismo a cada uno de los ciudadanos. La seguridad de las personas la tomaron en serio.

3) SOPORTE HOSPITALARIO

De manera clara, notificaron destinar los esfuerzos médicos y hospitalarios sólo para el tema de emergencias, incluyendo el COVID-19, exhortando a todos aquellos pacientes con citas programadas a postergarlas y alejarse de los hospitales. Si alguien sospechaba de COVID-19, hablaba a un teléfono especial y ahí les decían lo que había que hacer. Por supuesto la capacidad hospitalaria es mucho mayor, mientras por ejemplo en México, ya estaba en crisis antes de la pandemia.

4) DISCIPLINA DE LA SOCIEDAD

Esto fue fundamental. En Austria la conciencia de la gente hacía que las calles estuvieran vacías, mientras los accesos de los autoservicios exhibían todas las medidas a llevar a cabo en el interior y así las respetaban la mayoría de las personas. Sin contacto físico, no había un solo policía en los accesos que estuviera supervisando que se llevaran a cabo las medidas requeridas, la sociedad se autogobernaba con un alto sentido de responsabilidad y sensibilidad.

Una sociedad mayormente civilizada y ordenada que confía en su gobierno implementó a cabalidad las medidas que le marcaba su gobierno. Teníamos que protegernos de nuestros vecinos, incluso de nuestras familias, ya que cualquier persona podía ser portador del virus.

En conclusión, quiero subrayar que la verdadera prevención está dentro de los hogares, sociedad y gobierno están conformados por familias. Tratamos de vivir con la consciencia de que nuestras acciones individuales tienen trascendencia social.

La paralización de las empresas y medios de vida eran imposibles de mantener. El repliegue se antojaba temporal por obvias razones, ¿qué hacemos ahora? La nueva realidad exige que las medidas de higiene y distancia de cada uno de nosotros ayudarán muchísimo. Constancia y consistencia. Hagamos cada quien la parte que nos corresponde.

Espero que de lo positivo que traiga esta pandemia, sea una mayor sensibilidad y conciencia de la humanidad. De ahí emana todo. Comencemos con los básicos.