Automated Teller Machine (ATM)
La mayoría de las invenciones que suelen ser un caso de éxito, surgen desde una necesidad cuyo propósito es el servicio que se traduce en mejorar la calidad de vida de las personas y justo así es como aparece la idea del ATM (Automated Teller Machine). Figuremos que hace 53 años si una persona necesitaba dinero en efectivo tenía que ir a su banco para poder realizar una transacción, lógicamente el cúmulo de usuarios, los horarios de atención, así como servicio eran rebasados, en ese entonces el británico John Sheperd Barron inventó el cajero automático, así lo explicó en una entrevista que le realizó la British Broadcasting Corporation (BBC)1.
John Sheperd Barron no fue el primero en incursionar, la historia tiene registros desde 1939, donde el inventor Luther George Simjian patentó el prototipo de una máquina que ofrecía la oportunidad de realizar transacciones financieras, en ese entonces el Banco Citybank en Nueva York impulsó el proyecto, sin embargo, luego de seis meses de prueba y con resultados nada favorables se dio por terminado el proyecto, luego entonces el 27 de junio de 1967 en una sucursal del Banco Barclays aparece nuevamente un cajero automático, esta vez para quedarse y sí, estamos hablan- do del que inventó el británico John Sheperd Barron, el ATM se incorporó con un crecimiento exponencial, llegando a la cifra actual de más de cuatro millones de cajeros instalados en todo el mundo, según el Banco Mundial, el país que más cajeros automáticos tiene es Brasil, por otro lado y de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en México existen más de 55 mil ATM’s.
Durante todo este tiempo se ha vuelto el punto de contacto más cercano del banco con sus clientes, tanto por la posibilidad de expedir efectivo, como los múltiples nuevos servicios que pueden realizarse desde estas terminales, dentro de ese crecimiento y diversificación de servicios ofrecidos por los ATM’s hoy en día se han convertido en el principal foco de los delincuentes para el ataque a las entidades financieras.
Los ataques a cajeros automáticos van aumentando año con año en todo el país, y no sólo los ataques que suelen ser los más tradicionales conocidos como ataques físicos (gases, explosivos, lanzas térmicas y desprendimiento), sino en los ataques lógicos y de fraude, que cada vez son más sofisticados llegando a ser orquestados desde el exterior y ejecutándose al mismo tiempo desde diferentes localizaciones, provocando la pérdida de enormes cantidades de efectivo en pocos minutos, sumado a que el fraude en nuestro país no es un delito grave, es decir, no tiene prisión preventiva y es sujeto a un proceso de mediación.
Lo anterior nos lleva a cifras de afectación que se incrementan en este rubro, como lo reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), respecto a 2018, en 2019 se ha observado un incremento del 5% en la incidencia delictiva a nivel nacional; en este contexto, se han presentado más denuncias por robo a institución bancaria, lo que indica un crecimiento del 4.9% a 2019, mientras que, los robos en general muestran un incremento de 5.1 por ciento. Dichas cifras hacen sentido a lo que reporta el Instituto Nacional de Foto: El Siglo de Torreón Estadística y Geografía (INEGI) 2019 referente a la percepción de inseguridad en espacios físicos específicos, donde el 83.4% de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, es decir, ocho de cada 10 usuarios de ATM’s.
TIPOS DE RIESGOS
Bajo el contexto antes mencionado, la administración de los riesgos es fundamental en la toma de decisiones, particularmente para el sector financiero; cuando se busca incrementar la cobertura en materia de seguridad es indispensable considerar riesgos físicos (zona, desarrollo de incidentes de la institución y desarrollo delictivo), riesgos tecnológicos (hacking, desarrollo de virus o debilidades en las medidas de ciberseguridad), así como reputacionales (percepción de la entidad en la región) de la entidad, en este sentido, los servicios y sobre todo la disposición de efectivo en ATM’s es el factor fundamental para el desarrollo de cualquier entidad financiera.
Hoy en día la banca invierte en dos aspectos fundamentales: los ataques lógicos y los ataques físicos, este último tiene como propósito hacer frente a diversos métodos que utilizan los delincuentes tales como ataques con calor (antorcha), herramientas de uso pesado, desprendimiento y robo total; para ello se contrarresta a través de mejora en el blindaje, anclajes al piso de mayor resistencia, equipamiento con sistemas tecnológicos como integración de cámaras de videovigilancia, alarma por robo, GPS (Global Positioning System), tinta manchada de billetes, carcasas blindadas, etcétera, la otra vertiente no menos importante es el ataque lógico cuyo propósito consiste en vulnerar el sistema lógico del cajero, es decir un ciberataque que expone los valores contenidos en el cajero, en este caso las medidas consisten en la integración de un firewall que contrarreste una posible intrusión al sistema.
Ahora bien, la mayor exposición en cuanto a riesgo está en aquellos cajeros automáticos ubicados en la vía pública, conocidos como “cajeros remotos” algunos localizados en lugares remotos con limitación en cuanto a la respuesta por parte de las autoridades, sin embargo en cualquiera de los casos ya sea ataque físico o lógico, es de vital importancia conocer información que permita prever y prevenir los posibles ataques en el futuro, así lo define Juan Pablo Díaz Lozano, socio fundador de AOUHI Consultores:
“Todos los elementos de seguridad instalados en los cajeros o sucursales bancarias pierden efectividad si no se implementan servicios adicionales de monitorización e Inteligencia, recopilando todos los datos disponibles en tiempo real, con información útil, generación de alertas y con esto poder proponer respuestas a medida del riesgo”.
Las instituciones financieras se suman en colaboración entre sí para hacer frente a la delincuencia, apoyados de las autoridades en su competencia, así lo mencionó el Mtro. Víctor Hugo Ramos Ortiz, director ejecutivo de Seguridad e Inteligencia de Banco Santander México y representante del Comité de Seguridad de la Asociación de Bancos de México (ABM).
“A través del diseño de estrategias de prevención y reacción en materia de seguridad física e investigación interna a nivel nacional de la banca en México, también coordinados con las autoridades de los tres órdenes de Gobierno en materia de seguridad y procuración de justicia para la prevención y atención de delitos asociados con la banca en México, de igual forma en coordinación con la gerencia general de SEPROBAN (Seguridad y Protección Bancarias, S.A. de C.V.) para diseñar la agenda de riesgos bancaria a nivel nacional”.
Hoy en día los cajeros automáticos se han diversificado, es decir, no sólo la banca ocupa esta genial alternativa de brindar servicio, el ATM es utilizado por la CFE (Comisión Federal de Electricidad), estacionamientos, casas de empeño, etcétera, y junto a ello existirá la demanda en cuanto a la seguridad que envuelve tanto a los usuarios como las propias empresas proveedoras de estas máquinas expendedoras.