Seguridad en América | Post

Ciudad de México.- El pasado 8 de octubre, Seguridad en América (SEA) realizó la segunda y última jornada de la Cumbre Latinoamericana de Seguridad Privada, con más de 250 participantes virtuales de distintos países del mundo y ponentes de Latinoamérica, donde expusieron la situación actual que enfrenta la seguridad privada dentro de su país, cómo enfrentaron la pandemia actual ocasionada por el COVID-19, las estrategias, propuestas y mucha más información de gran valor.

Presentada por Samuel Ortiz Coleman, director general de SEA; y Alex Parker, gerente de Ventas de la misma empresa, como moderador. En este cierre de la primera edición de la Cumbre Latinoamericana de Seguridad Privada, participaron los países: Perú, Panamá, Chile, Guatemala y Ecuador. Y los patrocinadores del evento fueron: Securitas, Grupo IPS, Comexa y SISSA.

SECURITAS: PERÚ

Pedro Bellatin, country president de Securitas Perú, junto con Luis D’Angelo, gerente del Segmento Retail y Logístico de la misma empresa, fueron quienes dieron apertura al panel “Retos y oportunidades en el sector de la Seguridad Privada”. Bellatin comentó acerca de la situación limitada en sinergia operativa, comunicaciones y tecnología que tiene la seguridad pública con la privada en su país, así como la poca cultura de prevención.

“El 73% de las empresas que son víctimas de inseguridad destinan menos del 3% de su gasto en seguridad”. Posteriormente habló de la importancia del capital humano en este sector, “deben ser reconocidos y recompensados de la mejor manera ya que son un eslabón muy importante”, señaló.

Por su parte, Luis D’Angelo se enfocó al segmento del Retail mencionando que debe ser siempre bajo una plataforma de sostenibilidad, eficiencia operacional, valores y ética, pensada en las necesidades de los clientes y las soluciones integrales que ofrecen como sus protocolos, capacitación continua del personal y entrenamiento, experiencias del cliente, entre otros.

CAPASEP: PANAMÁ

Alex Omar Garrido, presidente fundador de la Cámara Panameña de la Seguridad Privada (CAPASEP); y Eduardo Rangel, presidente de la misma, participaron compartiendo acerca de las amenazas que se enfrentan como sector, las cuales están encabezadas por: narcotráfico, armas, inmigración, problemas sociales, delincuencia organizada y terrorismo. La inseguridad tiene un costo muy alto para Panamá, directamente en policías privadas y públicas, en presupuestos estatales, transporte de valores e indirectamente golpea en la disminución de inversiones y productividad, robo hormiga, reducción del turismo, entre otros.

La relación que existe con el sector público de la seguridad, comentó Omar Garrido, se ve reflejada en la coordinación con organismos policiales, relaciones con servicios de inteligencia, así como con organismos de investigación policial y cuerpo de bomberos. Dentro de la seguridad privada en Panamá existen 250 empresas registradas o formales, 50 informales (aproximadamente) y dicho sector representa el 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB).

ASEVA Y ACHEA: CHILE

Más adelante participó Francisco Merani, presidente directorio de ASEVA (Asociación de Empresas de Seguridad Privada y de Transporte de Valores) y ACHEA (Asociación Chilena de Empresas de Alarmas y Seguridad), quien comentó que en la última década la delincuencia, el tráfico de drogas, el orden público, terrorismo y conflictos étnicos, han afectado considerablemente a Chile y sobre todo el servicio de seguridad privada, aunado que la relación entre seguridad privada y pública están faltas en comunicación y operación.

Francisco Merani, junto con su mancuerna de panel, Aldo Vidal, miembro del comité Técnico, buscan ser agentes de cambio con ASEVA y ACHEA, transformando el enfoque tradicional a una nueva mirada el bajo nivel de profesionalismo, productividad, a la profesionalización y especialización con integración a redes públicas de seguridad.

La seguridad privada es coproductor, coadyuvante, colaborador y agente complementario de la seguridad pública. Hoy en Chile, en el ámbito comercial se les exige a las empresas tener un sistema de seguridad que sea propio de la empresa, ya que no hay apertura para especialista en seguridad y que tenga participación activa.

En Chile existen 2 mil 200 empresas formales, en las filas de ASEVA y ACHEA aglutinan 21 empresas 12 en ASEVA y nueve en ACEHA. Son cerca de 148 mil guardias de seguridad activos, 10 mil vigilantes, 300 mil alarmas monitoreadas, y representa el 1% con respecto al PIB.

FEDECASP: GUATEMALA

También participó el Cap. Rodolfo Muñoz, presidente de la Federación Centroamericana de Seguridad Privada (FEDECASP), quien habló de la ciberseguridad en tiempos de pandemia. Con el cierre de actividades no esenciales muchos sectores apostaron por el home office en sus organizaciones, así como el uso de redes sociales y teletrabajo, pero con ello si bien se abre otra forma de trabajar y estar conectados, también surgen otras amenazas y retos a los que se tiene que estar prevenido y protegido.

En la actualidad, un gran porcentaje de la población mundial utiliza smartphones y redes sociales, con ello el uso de cuentas de correo y las vinculaciones que puedes tener en las mismas, como con el banco, las escuelas, el trabajo, etc. Comentó que las violaciones a las organizaciones o empresas tienen altas repercusiones y una de las más graves es el de la pérdida de credibilidad y mala reputación. Por ello toda la información debe ser confidencial y privada, no compartir información en la web que no compartiríamos en el mundo físico.

No hay ningún conjunto de prácticas 100% segura que sea inviolable, por ello hay que estar constantemente actualizados y capacitados. El Cap. Rodolfo Muñoz agregó que algunas sugerencias para no ser víctimas de la ciberdelincuencia son: no sacar fotos donde aparezca el domicilio personal o laboral, no subir fotos con niños y menos con uniformes escolares, así como usar contraseñas únicas para cada cuenta y no repetirlas.

ANESI: ECUADOR

Finalmente participó el Dr. Ricardo Vanegas Cortazar, presidente de Asociación Nacional de Empresas de Seguridad (ANESI), y platicó acerca de la competencia desleal y publicidad engañosa en los negocios de seguridad privada en el Ecuador. Comenzó hablando de la contratación de servicios por parte del estado, servicios pagados muy por debajo de los servicios estándar de seguridad privada, causando mucho daño a todo el sector, más aun cuando el sector publico contrata cerca del 80% de negocio de seguridad.

La situación se volvió más compleja con el inicio dela pandemia. La ANESI presentó una denuncia en contra de las empresas desleales que cuentan con armas de fuego, cuando en el Ecuador no está permitida la importación de armas. Como profesionales de seguridad tienen que procurar y defender los derechos de los colaboradores que son guardias de seguridad. Hay empresas que tuvieron que cerrar dejando a muchos sin trabajo, las ofertas de servicios de seguridad desleales también son las menos profesionales y capacitadas.

Muchos de los expertos en seguridad coinciden sobre que en gran medida las empresas informales de seguridad privada afectan el gremio y no permiten la profesionalización del sector.