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SEGURIDAD EN PLATAFORMAS MARÍTIMAS

La industria petrolera tiene un papel muy importante para la sociedad en general, tanto que su impacto se ve reflejado en la economía mundial, así como para los países más ricos en este recurso natural. En la actualidad el petróleo aún es considerado uno de los motores económicos más fuertes para países como México, Venezuela, Arabia Saudita, Rusia, Irak, entre muchos otros. Por el alto valor de activos e importancia que representan las plantas marinas deben contar con un sistema de seguridad holístico, integral y robusto, que sea capaz de identificar cualquier riesgo o amenaza por pequeña que parezca, que ponga en peligro la continuidad de negocio, así como el valor más preciado que es la vida e integridad de las cientos de personas que operan y viven en una planta marina, además de los bienes materiales y el medio marino, pues esta industria es considerada una de las más peligrosas.

Para poder hablar de la seguridad en las plataformas marítimas se tiene que analizar a qué pueden estar expuestas y para ello será pertinente definir cómo está compuesta una planta petrolera marítima, así como sus principales riesgos y amenazas, por ello Seguridad en América (SEA) platicó con dos expertos en seguridad en plataformas petroleras y tecnología que provee servicios de seguridad en estos entornos: Manuel Zamudio, Industry Associations manager para Latinoamérica y el Caribe de Axis Communications; y Carlos Nicolás Scarpin Lamboglia, secretario general de Red PBIP (Protección de los Buques y las Instalaciones Portuarias) México Internacional, A.C.

Las plataformas marítimas son estructuras de grandes dimensiones aisladas a cientos de kilómetros de la costa en el océano, su función es en extraer petróleo y gas natural de las profundidades de los yacimientos marinos, además de que también funcionan como vivienda para todos los trabajadores que operan en ella. Existen diferentes tipos de plataformas, pueden estar fijas al fondo del mar, flotar o ser una isla. También pueden funcionar como torre de comunicaciones.

“Cabe mencionar que las energías renovables son cada vez más aceptadas, sin embargo la demanda mundial de energía también va en aumento.

Todo indica que los combustibles fósiles seguirán ocupando un lugar preponderante entre las diferentes fuentes de energía utilizadas en todo el mundo”, mencionó Scarpin. Además nunca están a salvo de sufrir intrusiones, sabotajes o ser el blanco de terrorismo.

Para hacer frente a esa creciente demanda, en el futuro, el aumento de la producción tendrá que provenir de campos en los que la extracción es técnicamente más difícil y costosa que en épocas pasadas, es decir, de yacimientos en aguas profundas y ultra profundas. Este escenario conlleva incursionar en áreas cada vez más difíciles y delicadas, por lo que es previsible que los accidentes sean más probables, difíciles de atender y con mayores consecuencias.

Debido a su propia actividad de extraer recursos naturales peligrosos de manejar, las plataformas marítimas están a expensas de graves accidentes desde ocasionar pérdidas de vidas humanas, derrames de petróleo y graves daños ecológicos.

Para ambos expertos la seguridad en las plataformas marítimas debe ser considerada el área de mayor importancia en esta industria al proporcionar servicios esenciales para mantener el ritmo de operaciones de las plantas, la continuidad de negocio y el impacto real que tiene en la sociedad en general.

RIESGOS QUE ENFRENTA UNA PLATAFORMA MARÍTIMA

Debido a las grandes dimensiones estructurales, las actividades delicadas de extracción entre otros elementos, los riesgos y retos que puede enfrentar una plataforma marítima en cuanto a la seguridad son muchos. Carlos Scarpin mencionó que “desde siempre la industria petrolera mar adentro ha estado expuesta a diferentes tipos de riesgos, tanto naturales como antrópicos; tal como lo demuestran las estadísticas de la Organización Marítima Internacional (OMI). Entre los primeros, tenemos los riesgos propios del medio marino, temporales, tsunamis, etc. Entre los segundos, se encuentran los sabotajes, robos a mano armada y actos terroristas, lo que se define como Safety & Security”.

Por su parte, Manuel Zamudio comentó que “la mejora del rendimiento y la seguridad en entornos de alto riesgo por múltiples factores se maximiza debido a la suma de amenazas existentes en este sector altamente competitivo, en el que los problemas de infraestructura o producción conllevan enormes pérdidas económicas, esto se debe a la volatilidad de los materiales que se manejan, la lejanía y aislamiento de las instalaciones, el ambiente natural y clima extremo al que están expuestas, a la velocidad y facilidad en que un error, falla o accidente puedan convertirse en una tragedia y a la complejidad de dar mantenimiento y recibir auxilio en caso de alguna eventualidad”.

La industria del petróleo y la extracción son consideradas industrias de infraestructura crítica, por ello es que los riesgos a los que se pueden enfrentar son demasiados. Entre los principales peligros y riesgos se encuentran: el manejo de maquinaria pesada, la existencia de sustancias inflamables a una presión muy intensa, los frecuentes viajes en helicóptero para trasladarse entre las instalaciones y tierra firme, los cambios climáticos y en general, los riesgos que representa trabajar en un ambiente marítimo.

Las plataformas en altamar requieren la máxima seguridad debido a entornos volátiles y muy exigentes, además de lo ya mencionado también los encargados de la seguridad de estas plataformas deben tomar en cuenta retos como:

• Kilómetros de aguas abiertas que hay que proteger.

• Exposición a condiciones difíciles: mar y niebla.

• Obligación de contar con un sistema pasivo e indetectable.

• Detección y seguimiento de todas las embarcaciones que los radares no pueden detectar.

• Detección y seguimiento de los nadadores que se aproximan.

• Detección de pequeñas embarcaciones con mar gruesa.

• Capacidad diurna y nocturna, 365 días al año, 24 horas al día y siete días a la semana.

• Observación remota.

La lista no se detiene, “la corrosión y degradación de los materiales por el ambiente salino, la presencia de neblina, tormentas, las posibles colisiones de embarcaciones, la caída de objetos o personas, la fatiga, la posibilidad de un error humano, el sabotaje, los cambios en los procesos y nuevas amenazas informáticas son conceptos que deben estar siempre en la mente de quienes diseñan, implementan, operan y mantienen los sistemas, sumados a posibles riesgos a la salud de propios y extraños, así como al ecosistema, suman aún más retos”, agregó Manuel Zamudio

Uno de los mayores peligros que existen en una plataforma petrolera sin duda es el fuego, debido a su alta capacidad destructiva y trágica. Con ello surge una gran necesidad de prevención, detección temprana y extinción de incendios.

“En julio de 1988, cuando la plataforma petrolera de Occidental Petroleum, Piper Alpha, que se elevaba 30 metros por encima de las agitadas aguas del Mar del Norte, fue destruida por el fuego, causando 167 víctimas fatales. La causa inmediata del incendio fue una explosión de gas, que se produjo cuando una bomba fue encendida mientras estaba siendo reparada.

La investigación del accidente encontró que “se habían aplicado las políticas y procedimientos de seguridad, pero las prácticas eran deficientes”.

Debido a ese evento, las normas de seguridad de todas las plataformas petrolíferas del mundo tuvieron que ser reevaluadas, la MMS (Servicio de Manejo de Minerales) implementó nuevos requisitos, tales como la presencia de válvulas automáticas de cierre para evitar la posibilidad de un flujo descontrolado de gas desde un tubo.

Zamudio aseguró que “no todo está directamente relacionado a la peligrosidad de las sustancias o a lo estricto de los procesos, habilidades y conocimientos del personal, daños mecánicos, fugas o a los riesgos estructurales de la plataforma o incluso geológicos, también es necesario cuidar y supervisar otras cosas que podrían parecer simples si estuvieran en tierra, como el almacenamiento de víveres e incluso el tema de los desechos”.

Como consecuencia nace la imperosa necesidad de la capacitación, que debe ser considerada en el marco de la política de seguridad y protección de la empresa, a fin de generar personal eficiente y comprometido con dichos valores. Y, como la tecnología está transformando de manera permanente los procesos operativos, es preciso que la gente a bordo se integre a programas de capacitación que sigan el ritmo de los cambios, agregó Carlos Scarpin, además mencionó que “la capacitación del personal para enfrentar situaciones de emergencia es crucial para salvar vidas.

Es por eso, que en las instalaciones petroleras y gasísticas mar adentro, los trabajadores deben superar varios cursos de formación para obtener certificados de competencia en seguridad y en protección marítima, así como realizar a bordo diversos tipos de zafarranchos”.

Otro de los temas que cobran demasiada importancia y que Scarpin mencionó es el de “la piratería”, que destaca desde tiempos remotos entre las amenazas contra la seguridad marítima, alcanzando una dimensión internacional; tal es así que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) en su artículo 100, establece que: “Todos los estados cooperarán en toda la medida de lo posible en la represión de la piratería en la alta mar o en cualquier otro lugar que no se halle bajo la jurisdicción de ningún estado” y en el artículo 101 define los actos ilegales de violencia o de detención o actos de depredación que constituyen piratería.

MEJORES PRÁCTICAS

Las prácticas de seguridad de una plataforma mar adentro deben enfocarse en un alto grado de confiabilidad para todos, por lo que debe garantizar la eficacia operativa y la necesidad de proteger la vida de las decenas o cientos de habitantes, así como la protección del medio ambiente en un entorno que puede cambiar dramáticamente de un momento a otro. Para lograrlo se requiere conocer procesos, normas y estándares (que más adelante se abordará), teniendo objetivos claros y un análisis de riesgo elaborado por personal certificado, para así poder elegir las herramientas de hardware y software con protección integrada que puedan cumplir con las funciones requeridas, pero también con las políticas de ciberseguridad de la organización.

1) INTRUSIONES Y PIRATERÍA

En cuanto a los temas de intrusión que también existen en este sector Manuel Zamudio comentó que “los sistemas de videovigilancia, radares, cámaras térmicas y termográficas pueden ofrecer un apoyo que facilite la detección y seguimiento automatizado, de manera local o remota, interactuando con otros equipos y sistemas, lo que hace que las soluciones sobre redes de datos aporten ventajas importantes sobre los sistemas analógicos y aislados”.

Carlos Scarpin habló acerca de las recomendaciones emitidas por la OMI en cuanto a las prácticas en materia de protección marítima. Para actos de piratería y robos a mano armada, ha publicado orientaciones para los Gobiernos, navieros, capitanes y tripulaciones sobre la prevención y represión de actos de piratería y robos a mano armada; investigación de delitos y el empleo de personal armado a bordo.

Las mejores prácticas de gestión, nos remiten a una serie de procedimientos apropiados que pueden emplearse para responder a los actos ilícitos. Eso sí, la OMI no adopta una postura oficial sobre el uso de armas a bordo. Sin embargo, el recurrir a dotaciones armadas a bordo, es una práctica aceptada por muchos Estados de Abanderamiento.

En efecto, la amenaza de la piratería en el océano Índico, costa de Somalia y otras zonas han impulsado a compañías navieras a contratar empresas de seguridad marítima privadas, que proveen dotaciones de personal de protección armado, que se complementa con otras medidas de autoprotección, como ser la detección temprana de embarcaciones sospechosas, medidas para evitar el abordaje, operar los sistemas de alerta y de comunicación para pedir auxilio, etc.

Anteriormente se mencionó uno de los riesgos más grandes que enfrenta esta industria: el fuego. Ambos expertos, Manuel Zamudio y Carlos Scarpin concuerdan en que para poder hacerle frente a este gran enemigo es a través de sistemas de detección temprana de humo, calor o fuego. “Detectando también gases combustibles, así como con el uso de equipos intrínsecamente seguros conocidos como equipos antiexplosión (es decir, que no producen una explosión) en equipos que se encuentren instalados en las zonas de riesgo, como podrían ser entre otros, cámaras ópticas, térmicas y termográficas, ya sean fijas o móviles (tipo caja o domo), con gabinetes que cuenten con una certificación específica de acuerdo a los estándares aplicables en cada región que garanticen que no serán componentes que contribuyan a la propagación de un posible incendio y que pueden ser utilizados en zonas peligrosas. Dependiendo del estándar aplicable, podría ser requerido que un certificador externo sea responsable de combinar todos los aspectos de fabricación y diseño”, agregó Zamudio.

2) INCENDIOS Y EXPLOSIONES 

En caso de incendio o escapes, las plataformas cuentan con varios dispositivos redundantes para corte de emergencia. Estas válvulas cortan el flujo de petróleo y gas hacia la plataforma. Asegurando de esta manera que el incendio no se alimente desde el pozo, provocando una explosión.

Además de las medidas de seguridad que individualmente pudiesen llegarse a tomar será muy importante el poder compartir información clave con otros expertos en seguridad. Manuel Zamudio indicó que “todo equipo y proceso será susceptible de mejoras constantes y frecuentemente aparecen nuevas vulnerabilidades que podrían ser críticas, así que colaborar con proveedores y equipos de trabajo que comparen sus procesos, actividades, funciones y responsabilidades con los de otras organizaciones, permitirá tener revisiones más eficientes de diseño y arquitectura de las soluciones, revisar y corregir código, realizar en menor tiempo y con menor costo pruebas de vulnerabilidad”.

“La transparencia y comunicación constante permiten hacer correcciones rápidamente, tener informes claros y oportunos con advertencias de seguridad con descripciones, evaluaciones y recomendaciones, puesto que no existe una solución única para todo se deben comprender bien las amenazas a las que se enfrenta, su costo potencial y la forma más adecuada de protegerse. Compartir los conocimientos sobre riesgos y el modo de mitigarlos con distintas herramientas, artículos y documentos que nos ayudarán a mantenernos actualizados, establecer protecciones efectivas y evolucionar tan rápido como la tecnología, los procesos, las normas, estándares y regulaciones lo permitan”, puntualizó Zamudio

La principal norma de seguridad contra incendios de esta cambiante industria es la Práctica Recomendada 14 G del Instituto Americano del Petróleo (API), Prevención y Control de Incendios en Plataformas de Producción Mar Adentro de Tipo Abierto. API, la asociación nacional e internacional que representa a la industria petroquímica, utiliza un método acreditado de comités para crear normas ANSI (American National Standards Institute) y tiene la política de revisar sus normas cada cinco años con el objeto de revalidarlas, cambiarlas o eliminarlas. El comité puede extender este proceso de revisión a siete años.

Las reglamentaciones de la Guardia Costera exigen que las instalaciones cuenten con sistemas completos a base de agua tipo diluvio, además de extintores portátiles a base de químicos, para proteger al personal y ofrecer tiempo de evacuación.

3) NORMATIVAS

En cuanto al amplio repertorio normativo en materia de seguridad y protección marítima y preservación del medio marino, Carlos Scarpin señaló que entre los instrumentos gestados en el seno de la Organización Marítima Inernacional (OMI) están: Convenio de la Seguridad de la Vida Humana en el Mar, 1974, el Capítulo XI-2 del Convenio SOLAS, del que deviene el Código Internacional para la Protección de Buques y de las Instalaciones Portuarias (Código PBIP),

Convenio para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la navegación marítima (Convenio SUA), y en particular el Protocolo 2005 para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de las plataformas fijas emplazadas en la plataforma continental, Código para la construcción y equipo de Unidades de Perforación Mar Adentro (Código MODUS), Convenio Internacional para la Formación, Titulación y Guardia para la Gente de Mar (Convenio STCW- 1978/2010), Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por Buques, 1973 y su Protocolo de 1978 (MARPOL 73/78) y el Convenio Internacional sobre Cooperación, Preparación y Lucha contra la Contaminación por Hidrocarburos, 1990 (OPRC/1990).

Por su parte, las normas internacionales del trabajo sobre seguridad y salud en el trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) proporcionan un marco jurídico básico para la promoción de la seguridad y salud en el trabajo. La Constitución de la OIT establece el principio de que los trabajadores deben estar protegidos contra las enfermedades, sean o no profesionales, y contra los accidentes del trabajo. La gente de mar está captada por el Convenio sobre el Trabajo Marítimo, 2006.

TECNOLOGÍA, MEJOR ALIADA

El contar con la tecnología adecuada sin lugar a dudas minimiza el riesgo y el impacto en la seguridad que todo el personal de una plataforma marítima y la propia infraestructura pueda sufrir, por ello su implementación debe estar orientada a reducir pérdidas económicas, mejorar los sistemas operativos, prolongar la vida de las plataformas, reducir costos de entrenamiento de personal y eliminar los accidentes fatales que terminan con la vida de muchos operadores, como se describió en el ejemplo anterior de la plataforma petrolera de Occidental Petroleum.

Las medidas de seguridad deben estar acompañadas de tecnología sí o sí, y hablando respecto a la seguridad electrónica, Manuel Zamudio explicó en específico sobre los sistemas de video y termografía como una muy buena solución, ideal para estas mega-estructuras.

Las cámaras térmicas son utilizadas para la protección perimetral, ya que éstas superan a las cámaras visuales en escenas oscuras y son una solución fantástica para detectar personas y objetos durante las 24 horas del día, en la más absoluta oscuridad o con un sol cegador.

Por otra parte, las cámaras termográficas indican la temperatura de las superficies que monitorean, permiten la detección de fuego o fugas, supervisa la temperatura de equipos y zonas de trabajo anticipando situaciones de riesgo antes de la generación de humo o flama. Mientras que las cámaras llamadas ópticas tienen la capacidad de operar en rangos de temperatura extrema con funcionalidades adicionales como la estabilización electrónica de imagen para aquellas ubicaciones que presentan movimiento o vibración.

Tambien mencionó que hay recursos muy limitados y muy apreciados en una plataforma, además de muchos que podrían ser evidentes, hay otros que son importantes para estos sistemas, por lo que debe haber la posibilidad de optimizar y reducir el consumo de ancho de banda y almacenamiento de datos sin pérdida en la calidad de imagen, pero con base en estándares que permitan extender el período de vida útil de la tecnología resistiendo a la obsolescencia, permitiendo su integración y sobre todo, que cuente con características de ciberseguridad integradas que sumen a las políticas y procesos informáticos establecidos para prevenir el acceso no autorizado y proteger el sistema.

Otra de las aplicaciones tecnológicas que han ayudado a una gestión integral de los riesgos y vulnerabilidades es el uso de drones con resultados más económicos y eficientes que los métodos tradicionales. Scarpin explicó que “los drones pueden ser utilizados en las aguas adyacentes a las plataformas para detectar la aproximación de embarcaciones rápidas, con las que operan grupos armados que se dedican a asaltar las plataforma mar adentro, robando equipos de a bordo y efectos de valor de las tripulaciones, por luego huir rápidamente hacia tierra, antes de que se pueda recibir el auxilio de las autoridades marítimas”.

LAS PLATAFORMAS MARÍTIMAS MÁS GRANDES

Hibernia: ubicada en el Ártico canadiense, es fácil que icebergs que estén desplazándose lleguen hasta la plataforma, la cual tiene una capacidad para extraer 150 mil barriles de petróleo al día de las profundidades marítimas. En esta plataforma trabajan más de 180 personas. Hibernia lleva extrayendo petróleo desde 1997 y tras más de dos décadas, se espera que siga operando entre 15 y 20 años más hasta agotar los recursos de la zona.

Petronius: con más de 600 metros de “altura” sólo tiene unos 75 metros de su estructura por encima del nivel del mar. El resto está sumergido y le permite mantener estables las 43 mil toneladas de peso que tiene. Ubicada en el Golfo de México a unos 200 kilómetros de la costa estadounidense, su capacidad de extracción es de unos 50 mil barriles de petróleo diarios y dos millones de metros cúbicos de gas natural.

Perdido: esta plataforma tiene el honor de ser la plataforma tipo spar más profunda del mundo. Funciona como una especie de boya, es flotante pero su enorme cilindro en el interior del agua la estabiliza para que se mantenga siempre en vertical.

Bajo el agua llega a 2 mil 450 metros de profundidad. Perdido extiende sus tuberías para extraer petróleo y gas natural de una red de pozos conectados entre sí que componen más de 40 kilómetros cuadrados en las profundidades del océano.

Thunder Horse: ubicada en el Golfo de México, Thunder Horse consigue máximas de 250 mil barriles de petróleo al día. 300 personas hacen que todo el complejo de 15 mil