APRENDER DEL CUERPO HUMANO Y APLICARLO A NUESTRA VISIÓN DEL RIESGO
El cuerpo humano es una estructura compleja compuesta por cientos de células conjugadas entre sí que forman los órganos especializados, los cuales a su vez constituyen sistemas encargados de llevar a cabo las funciones vitales.
Una función vital es aquella desempeñada por órganos de nuestro cuerpo sin las cuales la vida no sería posible, como por ejemplo la respiración y los latidos cardíacos que son dos procesos que determinan la vida de los seres humanos.
Si una persona deja de respirar o su corazón deja de latir, puede morir pero si, por ejemplo, uno de sus músculos se lesiona o se fractura un hueso largo la persona no morirá de forma inmediata. Existen muchas otras funciones que pueden poner en riesgo la vida de una persona, pero que no son estrictamente necesarias para mantenerla como, por ejemplo, los músculos de las extremidades, los ojos y los oídos. Sin embargo, el organismo posee sistemas de protección como el esqueleto humano, el cual tiene como función la protección de diversos órganos internos dentro de los cuales podemos enfatizar: los pulmones, el esófago y parte del diafragma lo protegen las costilla y el esternón. El sistema nervioso central al igual que el conducto de líquido cefalorraquídeo, lo protege una parte el cráneo y, por otra, la columna.
Al corazón lo resguardan las costillas y el esternón, el cráneo cubre al cerebelo y al cerebro, la cadera abriga parte del aparato urinario, excepto a los riñones, ya que a éstos los sostiene la grasa corpórea. El esqueleto axial conforma el eje del cuerpo humano donde entran los huesos de la columna, de la cabeza y del tórax, éstos protegen la médula espinal, el corazón, los pulmones, los órganos de los sentidos, entre otros.
LA DEFENSA DEL CUERPO
El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores. Mediante una serie de pasos llamados “respuesta inmune”, el sistema inmunológico ataca a los organismos y las sustancias que invaden los sistemas del cuerpo y causan las enfermedades. El sistema se compone de una red de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger al cuerpo.
Las células mencionadas son glóbulos blancos (leucocitos) de dos tipos básicos, que se combinan para encontrar y destruir las sustancias u organismos que causan las enfermedades. Los leucocitos se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen el timo, el bazo y la médula ósea. Por este motivo, estos órganos se denominan “órganos linfáticos”. Los leucocitos también se almacenan en masas de tejido linfático, principalmente en forma de ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo.
En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos de esta manera, el sistema inmunológico funciona de forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas.
En las organizaciones existe un proceso de preservación del funcionamiento de la operación o continuidad del negocio. Teniendo en cuenta que la falla de un componente vital o crítico, puede ocasionar que el proceso sea perjudicado como, por ejemplo, una sustancia peligrosa mal administrada, necesaria para el proceso, ocasionaría la pérdida de vidas, por ejemplo, así como un sabotaje a la calidad de los productos terminados ocasionaría pérdida de competencia.
La visión de riesgo entonces debe abarcar no sólo la seguridad física, sino la seguridad electrónica, informática, industrial, fraude y prevención de pérdidas en general. Así como el involucramiento de la organización en cuanto a la conciencia operacional o integral y el trabajo en equipo de todos los integrantes y, por supuesto, que los médicos o los profesionales sean los mejores, por ello optemos por la formalización de nuestra carrera en seguridad certificándose y teniendo en cuenta los recursos ofrecidos por ASIS Internacional.