Seguridad en América | Post

HACIA UNA MEJOR SEGURIDAD Y CALIDAD DE VIDA

Al inicio de este año estuve viviendo durante tres meses en Viena, Austria, la ciudad que ostenta durante hace ya varios años la mejor ciudad para vivir en el mundo, gracias a su calidad de vida. Pero, independientes de todos los indicadores que utilizan los organismos internacionales para estas mediciones ¿cómo es que lo logran?

Bien, quise hacer un análisis y abordar este tema desde el punto de vista de la sociedad, no del gobierno, esto es, independiente de que su transporte público sea excepcional, con cero emisiones (donde camines cinco minutos y encontrarás una estación de autobús, tranvía y/o metro); que haya cientos de kilómetros de ciclopistas y que, al caminar durante kilómetros siempre haya una banqueta impecable para hacerlo con la mayor seguridad.

Vivir en Viena es vivir con muchas libertades, con una gran cultura, también con muchas reglas y leyes que se hacen cumplir. Los ciudadanos coinciden que vivir en Viena es vivir con calidad de vida, gracias a su seguridad, tranquilidad, respeto hacia las normas, una cultura responsable a la seguridad y participación ciudadana. Los ciudadanos de Viena son bastante respetuosos, los cuales aportan a mantener el orden establecido y velar, porque las leyes y normas se respeten al pie de la letra, cosa que dan una combinación perfecta para mantener la tasa delictiva por el suelo.

La seguridad es sin duda una de las cosas que más anhela un ciudadano, poder disfrutar con tranquilidad y relajación sin tener que preocuparse por ser atacado, robado, hurtado, extorsionado y demás cosas que habitualmente padecen las ciudades de los países pobres, en vías desarrollo o sumergidos en crisis.

¿Por qué habitualmente la gente de nuestras naciones está esperando a que el otro cambie, que el de enfrente cambie, que el gobierno cambie? Pero, ¿por qué no cambiar nosotros primero? ¿Qué hacemos como sociedad para estar en un ambiente más tranquilo y con mayor seguridad? ¿De menos corrupción y más civilidad? ¿De menos cultura de la ilegalidad y más responsabilidad? Quienes me conocen saben que me interesa sobremanera poder ayudar a la gente a nuestras naciones de habla hispana. ¿Cómo vamos a contribuir al cambio que reclamamos para vivir en un mejor país, en una mejor región? ¿Cómo vamos a apoyar cada uno de nosotros a la población desde nuestra trinchera?

CONCIENCIA SOCIAL

La seguridad personal es un requisito previo importante para el bienestar y para una buena calidad de vida. El aprendizaje y la transformación colectiva (primero individual), son las claves para el autodesarrollo. La conciencia social. Si trabajamos desde casa y desde los centros de trabajo en programas de conciencia en seguridad y autoprotección, estaremos apoyando desde la raíz a que tengamos un ambiente, un futuro mejor y más seguro.

La altísima conciencia social y compromiso que el promedio de los habitantes en Viena tiene, le permite que haya una sana convivencia en la sociedad.

Hay una gran empatía de la sociedad y tienen un alto sentido de pertenencia, esto es, habitualmente piensan en cómo mejorar sus vecindarios y lugares donde conviven, no molestar al de enfrente con sus acciones diarias, buscan el bienestar común lejos de egoísmos e indiferencias. Saben que sus acciones individuales tienen trascendencia social. El respeto, el orden, la limpieza y la disciplina son una constante.

Imaginen poder viajar solo por la ciudad y sentirse seguros, no sólo en auto, metro o en tren, sino también en bicicleta y caminando, en casa; bueno pues en Viena se puede. Recuerden que ellos fueron el epicentro de dos guerras mundiales y han logrado levantarse todos juntos, hasta ser la nación que hoy es con una civilidad envidiable. Algunos colegas dicen que hablo de la parte romática de la seguridad y hasta de utopías, pero hablo más bien del cambio desde la raíz. Si otras naciones pueden, nosotros podemos. ¡Vamos a inspirarnos y a realizar, cada uno de nosotros, nuestra propia contribución para este mundo!

Ya lo dijo Alejandro Magno hace unos siglos: “De la conducta de cada uno, depende el destino de todos”