Seguridad en América | Post

COLUMNA DE ENRIQUE TAPIA PADILLA:

En la nueva realidad, el sector empresarial descubrió un modelo de trabajo que le ha sido muy exitoso y rentable, el del home office o el híbrido (parte en la casa y parte en la oficina); se dieron cuenta que los trabajadores podían auto regularse y garantizar los mismos o mejores resultados que, cuando acudían gloriosamente a la oficina toda la semana laboral.

En un estudio de Accenture publicado en el verano de 2021 se muestran algunos datos interesantes: el 83% de los colaboradores prefieren un modelo híbrido de trabajo, el 80% de las empresas vieron que la productividad de su personal mejoró o se mantuvo durante la pandemia; el 90% de las empresas planean combinar modelos remotos sumando al ahorro de las empresas con este tipo de modelo.

También con esta reciente dinámica aparecieron otros retos de seguridad en las organizaciones. La nueva normalidad ha realizado ajustes para siempre en la forma como entendemos la seguridad y su ejecución. Repensar los modelos actuales de seguridad de las instituciones, de las personas y sus operaciones, poniendo énfasis en las personas.

El profesional de seguridad hoy más que nunca ha tenido una valiosa oportunidad de ser piedra angular en el negocio. Su labor fundamental de asegurar la integridad de las personas, así como el patrimonio, la imagen y la continuidad de las operaciones de los negocios ha cobrado aun más relevancia durante esta crisis.

En estos tiempos, aspirar a una cultura de seguridad en todos los colaboradores es fundamental. Por supuesto, el experto en seguridad sabe cómo hacer seguridad, pero también necesita del compromiso de los demás integrantes de la organización. Por ello comparto con ustedes cinco vías para mejorar la cultura de seguridad en las organizaciones:

DEFINIR UN PLAN DE COMUNICACIÓN PERMANENTE

Una comunicación efectiva es lo más sencillo que podemos hacer y muy valioso para construir una cultura de seguridad. Hay que preguntarles a los colaboradores cómo se sienten y cómo se sentirían seguros, cuáles son sus preocupaciones y qué retos de seguridad han tenido. Es recomendable definir un plan de comunicación para los colaboradores con el apoyo del área de comunicación de la empresa, para que juntos encuentren la mejor estrategia. La retroalimentación con las comunicaciones a través de los medios digitales (e-mail, llamadas telefónicas, videoconferencias) y vía presencial, garantizará una mejor conexión con quienes ya no están despachando desde la oficina, sino desde casa.

CAPACITACIÓN PERMANENTE Y DE CALIDAD

El ser humano necesita repetición para aprender y cambiar hábitos. Realizar programas de entrenamiento en seguridad debe ser algo permanente. Por lo tanto, ustedes no solo estarán construyendo una conciencia en seguridad, sino una cultura que se forma a través de la creación de hábitos. También demuestra el compromiso de la organización con las personas y con su seguridad. A veces es necesario apoyarse con especialistas externos que faciliten la creación de cambios culturales en seguridad.

LIDERAR CON EL EJEMPLO

“Ser un modelo a seguir es la forma más poderosa de educar”, dijo John Wooden, un coach de baloncesto exitoso. Es fundamental mostrar un compromiso con la seguridad y con los colaboradores para construir confianza. Por lo mismo, el ejecutivo de seguridad tiene un papel importante en concientizar y convencer el C-Suite de que el ejemplo es la mejor forma de que penetre una nueva cultura en la organización. Cuando el personal vea que la alta dirección valora la seguridad, harán lo mismo.

REPORTE Y RETROALIMENTACIÓN EFICIENTE

Documentar los avances y mostrarlos al cliente interno y a los colaboradores. Esto alentará a los colaboradores a participar y defender la seguridad, permitiendo además una vía de desahogo. También generará confianza en el compromiso de la organización con la seguridad. No olviden tener métricas que muestren el avance.

LOGRAR PERSONAL EMPODERADO

Empoderar a los empleados generará fabulosos resultados, sobre todo cuando se sientan parte del sistema y arropen esfuerzos de seguridad para tener entornos más tranquilos. Al escucharlos e integrarlos, se generará más confianza y los alentará a seguir participando. Todos necesitamos de todos.

Parece sencillo pero eso no significa que es fácil generar este cambio cultural necesario. Es muy importante la constancia y consistencia de los esfuerzos, a fin de crear hábitos en las personas que son sostenibles y que perduren en el tiempo. Hay muchos ejemplos exitosos y ustedes y su empresa también pueden ser uno de ellos.

¿Tienes alguna recomendación o historia sobre cómo ha mejorado tu cultura de seguridad? ¡Cuéntamelo en mi correo! [email protected] o a través de LinkedIn:

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