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Rechazo de participación en la Cumbre de las Américas

En la Cumbre las Américas se reúnen líderes americanos para promover la democracia y explorar soluciones para los contratiempos.

Este año no tuvo la participación esperada en cuanto al deseo de fomentar la democracia, lo que alertó que tanto los países colaboradores como los que no intervinieron y los que se abstuvieron sigan representando la democracia, sin embargo, estos países y los que no fueron invitados aseguran que casi todos actuando democráticamente.

Estados Unidos debe cambiar estrategia

Menos de la mitad de los mandatarios asistieron a la Cumbre, por lo que Estados Unidos debe cambiar su estrategia si quiere seguir lidereando. El principal detonante para el rechazo de participación de los países fue el excluir a Venezuela, Cuba y Nicaragua por su “falta de compromiso con la democracia”, como a México, uno de sus socios comerciales principales.

Estados Unidos no ha tenido complicaciones para formar alianzas en otras partes del mundo. El Departamento de Estado tachó el desaire de “boicot”, negándose a ver la realidad que se palpa en el continente. EE. UU. centró la Cumbre en los temas que le interesan y la convirtió en un evento unilateral donde otros no se sintieron reconocidos.

El presidente estadounidense Joe Biden se ha desinteresado por escuchar lo que los países del sur reconocen como sus problemas, especialmente el golpe que tanto el conflicto en Ucrania como la pandemia han tenido en su economía. El gobierno estadounidense rechaza la ayuda a los países del sur, como la migración y el cambio climático. Tampoco se reconocen los deseos que hay detrás del cambio de postura ideológica en muchos de los países de América; Estados Unidos muestra preocupación por ello y lo caracteriza como una corrupción antidemocrática, pero sin escuchar los motivos (la pobreza, la corrupción, el hartazgo con la política tradicional, etc.) que hay detrás de ello.

Esto debería motivar a Estados Unidos a incorporar nuevos temas en su agenda, y sin embargo, los temas siguen siendo los mismos. Esto limita la discusión y el diálogo, convirtiendo la Cumbre en un evento unilateral donde muchos de los invitados no se sienten reconocidos. Los temas de interés común y que requieren una respuesta compartida son muchos y será difícil encontrar soluciones efectivas si no se cuenta con todos los implicados en la discusión. Esto limita el éxito de la Cumbre, pues siembra dudas sobre su utilidad como sistema de trabajo en conjunto, y además parece cuestionar el liderazgo hemisférico de Estados Unidos.

También se criticó la actuación de Estados Unidos en otras iniciativas de cooperación internacional, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se recriminó al gobierno del Norte su uso del banco para sus propios objetivos y la postulación del actual presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, favorito de Estados Unidos, cuya candidatura rompió con la tradición no escrita de tener a un presidente latinoamericano en el BID. Esto ha generado cierta desconfianza entre algunos países latinoamericanos.

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