Crecen los asaltos y la violencia en la autopista México-Veracruz: su impacto en la economía.
Robos, e incluso desapariciones, se han vuelto comunes en el tramo que atraviesa municipios de Puebla como Santa Rita Tlahuapan y Esperanza.
Además de enfrentar el aumento constante en los peajes de la autopista México-Veracruz, que hoy es 24% más cara que hace seis años, los usuarios de esta vital vía, que conecta el centro con el norte y sur del país, sufren el aumento de la violencia, especialmente en el tramo que atraviesa el estado de Puebla. La falta de vigilancia efectiva de la Guardia Nacional en los puntos más críticos agrava la situación.
Este panorama afecta no solo a transportistas y automovilistas, sino también a los consumidores finales de las mercancías que se trasladan por esta ruta. Empresas deben invertir en servicios y equipo para protegerse de los robos, lo que incrementa los costos operativos hasta en un 700% en la última década, según Anuar Musalem Valencia, vocero de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) en Puebla. La criminalidad está causando un encarecimiento de muchos productos.
En el tramo entre Santa Rita Tlahuapan y Esperanza, los choferes detectan al menos ocho zonas donde los robos y desapariciones son frecuentes desde hace más de una década. En los últimos años, la incidencia delictiva ha crecido de forma alarmante, afectando directamente a quienes dependen del transporte y venta de mercancías.
Simón Hernández León, abogado y experto en Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, considera que el Estado mexicano ha sido omiso al no garantizar la seguridad en esta vía. Asegura que la violencia es resultado de la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno y las procuradurías estatal y federal.
Inconformidad ante la inseguridad en la autopista
Musalem Valencia, representante de la AMTM en Puebla, comenta que muchos usuarios de la autopista México-Veracruz están indignados por la falta de seguridad, especialmente considerando los altos costos de peaje. Destaca que la principal debilidad es la escasa presencia de la Guardia Nacional en los puntos más peligrosos.
Aunque recientemente se ha incrementado la vigilancia en tramos desde Amozoc hasta Fortín de las Flores, esto no ha sido suficiente para frenar los delitos, que ocurren principalmente por la noche y madrugada.
Para Musalem, la seguridad, el mantenimiento de la carpeta asfáltica y la presencia de señalización adecuada son servicios fundamentales que deberían estar garantizados en esta carretera de cuota, pero en muchos casos no se cumplen.
Impacto en los costos del transporte
La inseguridad ha obligado a las empresas a realizar inversiones adicionales en dispositivos de seguridad, como sistemas de localización satelital y botones de pánico. Las pólizas de seguro también han subido de precio debido al aumento de los robos. Todo esto contribuye al encarecimiento de los productos transportados por esta vía.
El vocero de la AMTM advierte que los robos y asaltos no solo se limitan a la mercancía, sino también a los camiones, y en muchos casos incluyen violencia física contra los operadores. La situación se agrava en zonas con accesos irregulares a pueblos como San Matías Tlalancaleca, Tecamachalco y Palmar de Bravo.
En conclusión, la violencia en la autopista México-Veracruz no solo pone en riesgo a los transportistas, sino que también amenaza con aumentar el costo de los productos que llegan a los consumidores.