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Enséñate a romper la visión de túnel; ¿sabes qué significa esto?

El objetivo de este artículo es dar ideas a los escoltas de cómo practicar el romper este fenómeno; cabe mencionar que esto no sustituirá nunca el hacer ejercicios en escenarios controlados. Sin embargo, es algo que pueden hacer en su día a día y los va a ayudar mucho si lo trabajan con la mentalidad correcta 

Para empezar es importante definir qué es la visión de túnel. Este es un fenómeno que experimenta una persona al ser expuesta o participar en una situación amenazante que genera una elevación del ritmo cardiaco por encima de los 175 latidos por minuto; en las personas entrenadas puede ser a partir de los 190 latidos. También puede detonarse por diferentes situaciones como estrés, nervios o peligro. 

La visión de túnel es una respuesta psicofisiológica ante la necesidad de centrar y concentrar la vista en un objetivo. En un enfrentamiento armado, la visión de túnel puede ser contraproducente para la supervivencia, debido a que es posible perder de vista varios factores como la capacidad de identificar una segunda arma, un segundo atacante, un coche que viene en la misma dirección y pueda atropellarte, un ataque de lado, etcétera. Para aterrizarlo mejor, y sea más claro el explicarlo, voy a plantear una situación imaginaria que va a ayudar a entender mejor este fenómeno. 

¿Cómo funciona la visión de túnel? 

Imagina que vas por la calle, caminando con tu esposa e hija de la mano. Regresan del mercado y están a punto de entrar a tu casa cuando de la nada un tipo que está hincado amarrándose las agujetas, se levanta y le apunta a tu hija con una pistola. Acto seguido te dice que no hagas ningún ruido o de lo contrario amenaza con dispararle a tu pequeña, incluso te da una discreta pero fuerte y dolorosa patada en la espinilla para que te quede claro que no está jugando y con voz amenazante te dice que le des tu celular, cartera, reloj, joyas y hasta la bolsa de tu esposa. 

En ese momento sientes mucho miedo, empiezas a respirar muy rápido, se altera tu ritmo cardiaco, etc., empiezas a dejar de escuchar la voz del asaltante; lo único que puedes ver son sus dientes amarillos con resto de comida entre las muelas y uno de sus incisivos o caninos rotos, cuando de repente ves que por algún extraño motivo se da la vuelta y se echa a correr. Una vez que pasa la situación de peligro, empiezas a respirar más tranquilo, el oxígeno empieza a fluir en mayor cantidad a tu cerebro, finalmente volteas a ver a tu hija y esposa, y te das cuenta que ya están 10 pasos delante de ti intentando entrar a su hogar, tus pulsaciones empiezan a estabilizarse entre 140 y 150 latidos por segundo, lo cual es alto pero ya no es catastrófico, aún asustado finalmente entras a tu casa, te tomas un vaso de agua y empiezas a pensar si debes de reportar el delito a la policía. 

En ese momento se acerca el guardia de seguridad que cuida tu edificio y te recuerda que gracias al análisis de riesgos, llevado a cabo por ellos que son expertos en seguridad, la administración del edificio montó cámaras perimetrales que grabaron todo el asalto. Mucho más tranquilo revisas la grabación y te das cuenta que lo que el asaltante usó para apuntarle a tu hija, era simplemente su mano, en la cual llevaba puesto un guante negro. A su vez te das cuenta que había una patrulla a menos de 30 metros de donde estabas y seguramente por ello, el asaltante te ordenó callarte. Finalmente ves que el distinguido guardia, salió a corretear al supuesto asaltante y cuando este vio el heroico acto, se subió a una moto y se fue. Sigues viendo el video y notas que en su huida hacia la moto, el asaltante cojeaba, por ello, tal vez pudiste haberlo sorprendido desarmado y con el atinado apoyo del guardia y dos gritos que hubieras dado para llamar la atención de los policías que estaban en la esquina, hubieras podido agarrar a esta persona, la que hizo que vivieras el peor día de tu vida. 

Empiezas a reflexionar y de lo único que recuerdas es el bigote del asaltante y lo sucios que tenía los dientes. Recuerdas claramente que uno de ellos estaba roto y que en la orilla del labio tenía una pequeña cicatriz, la cual parece que la hubieras examinado con microscopio. De la vestimenta de la persona, color, tipo de pelo, altura y demás rasgos, no tienes la menor idea de cómo eran. Eso que acabas de vivir es el efecto de la visión de túnel o pérdida de visión periférica. 

Rompiendo la visión de túnel 

Estás en el coche y te toca el semáforo en rojo, eres el primer coche a pie del paso cebra, revisas tus espejos para ver si no hay gente sospechosa, te mantienes atento al semáforo para que cuando cambie al verde avances rápido y no seas un blanco fácil al quedarte estático. Estás siguiendo cada paso de tu curso de seguridad al pie de la letra y cuando de repente, sobre el paso peatonal, cruza una mujer espectacular con una minifalda, claramente con más de 200 mil pesos (nueve mil dls aproximadamente), en cirugías, llama tu atención como pocas veces la han llamado, ves que voltea a verte y hasta te sonríe mientras va cruzando, lo que estás pensando en ese momento está de sobra describirlo. Reflexiona en donde está tu mirada: ¿estás viendo los coches de a un lado?; ¿sigues viendo y poniendo atención a tus espejos?; ¿sabes si el semáforo ya está en verde?; y ¿cuándo te sonrió el monumento de la minifalda hubo algún cambio en tu ritmo cardiaco? En este momento la minifalda se pierde entre la gente y despiertas de tus ilusiones con el cañón de una pistola apuntándote y un sujeto obligándote a bajar del coche. 

Acabas de experimentar visión de túnel, dejaste a un lado cosas menos importantes para fijar tu mirada en cada detalle de esta mujer que por lo visto era muy importante. Constantemente veo esto cuando capacito escoltas y en mi experiencia la atención es la manera más fácil de distraer para emboscarte, por eso a continuación te muestro algunas ideas para evitarlo: 

  1. Identifica momentos como éste y antes de clavar la mirada en una ilusión, haz consciencia de lo que está pasando. Empieza a practicar tu respiración de combate*; voltea hacia los lados fijándote en detalles de otras cosas, sacude la cabeza rápidamente como diciendo no una o dos veces, regresa a tu estado de alerta y recuerda que acabas de caer en visión de túnel. 
  2. Alguna vez me dijo un primo que él aprovecha a los lava parabrisas y así se prepara para un posible asalto o secuestro. ¿Cuántas veces te ha pasado que te echan agua en el parabrisas con todo y que pediste que no lo hicieran y hasta se sientan en el cofre para limpiarlo? Por ello te enojas tanto que trabas la vista y la atención. ¡Piénsalo! Esta persona puede distraerte un momento para que así se acerque alguien más por un lado y te asalte o secuestre. 
  3. Estás caminando por la calle, ves a dos personas peleándose haciendo un teatrito u observas un asalto. Te pones nervioso o tenso y vuelve a pasar lo mismo, clavas la mirada en lo que está pasando y pierdes sentido de lo que hay a tu alrededor. Recuerda que pueden ser distracciones para que alguien se aproveche de tu falta de atención.

Ten en cuenta los factores que te llevan a una visión de túnel (mencionados al inicio del artículo), recuerda siempre estar atento a tus alrededores, piensa como si fueras a distraer a alguien para agarrarlo desprevnido y asaltarlo, y con ese mismo pensamiento no caigas en esos errores, acuérdate de cómo romper la visión de túnel, respiraciones, movimientos bruscos de cabeza y ojos, mantente en constante movimiento, no seas una víctima más.

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