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La Disciplina del Protegido

En el contexto del binomio protector- protegido, la seguridad no es una responsabilidad sólo de los protectores, sino que involucra también al protegido. Por ello, en la conformación y eventual aplicación de medidas de protección en ese ámbito, se deben contemplar cometidos para los dos componentes, lo que plantea un par de interrogantes:

• Para el protegido, un dilema entre tener total privacidad y libertad de acción, por un lado, o aceptar ciertas restricciones en ambas por su propio beneficio.

• Para el protector, cómo proporcionar la mayor protección posible al protegido, a pesar de no contar con todas las restricciones sugeridas, bajo la premisa de “hacer lo mejor que se puede con lo que se tiene”1.

Esto, en virtud de que, si bien “los intereses de negocio prevalecen sobre las restricciones de seguridad”, se debe buscar un equilibrio entre ambas, para lograr el mayor nivel de efectividad posible, de acuerdo con las circunstancias de cada caso en particular.

La efectividad del protector está determinada por la medida en que pueda prever, y en consecuencia prevenir, las posibles amenazas contra el protegido, lo que se proyecta a partir de la información proporcionada por el propio protegido, que le permita conocer y entender la singularidad de su “negocio”, en especial las amenazas, lo cual implica restricciones a la privacidad. Asimismo, también está determinada, de forma concurrente, por la medida en que sea posible reducir las “grietas de seguridad”2 en sus actividades, lo cual implica restricciones a la libertad.

La problemática genérica que enfrenta el protector es establecer las medidas de protección, preventivas y reactivas, en formas que no interrumpan ni interfieran con la continuidad de “negocio” del protegido, ubicándose en una proximidad física y funcional suficiente y necesaria que le permita intervenir e interceptar, con oportunidad, cualquier amenaza contra el protegido. Formas que deben adaptarse y mimetizarse con el entorno en que se desenvuelve el protegido, para reducir su visibilidad ante dicho entorno, bajo la premisa de “fuera de la vista, fuera de la mente”, del posible “enemigo” o equivalente. Por su parte, en la problemática específica que enfrenta el protector se contemplan dos aspectos, la modalidad de protección requerida, y las condiciones físicas y funcionales del entorno de “negocio” del protegido, en particular las limitaciones a la imposición de restricciones.

PROTECCIÓN DE PERSONAS

En la protección de personas se requiere el acompañamiento físico presencial y cercano del protector con el protegido, con una perspectiva de movilidad e incertidumbre vinculadas con las actividades del “negocio” del protegido, incluso de sus actividades personales, así como ciertos niveles de exposición, que se intensifican si este último es una personalidad del espectáculo o de la política. Asimismo, el protector suele estar sometido a una fuerte carga de desgaste físico y mental, e incluso personal, familiar y social.

En este caso, las medidas de protección deben contemplar la conjunción de facilidades para cubrir los requerimientos de negocio del protegido, adaptadas a las condiciones físicas y funcionales de éste, y la disciplina del protegido, configurada con base en un acuerdo que equilibre las necesidades de exposición con las restricciones de conducta, de tal suerte que el potencial de efectividad estará determinado por la medida en que el protegido cumpla con su parte en este acuerdo, y se reduzca el desgaste del protector. 

PROTECCIÓN DE INSTALACIONES

En la proteccion de instalaciones se requiere la presencia física y/o virtual del protector en una ubicación conocida, y por tanto predecible, con una perspectiva de acceso y presencia de multitudes, entre personas propias y ajenas (“clientes” de negocio) a la instalación.

En este caso, las medidas de protección deben contemplar restricciones de control de acceso, e incluso de movilidad y presencia en ciertas áreas, con su potencial de efectividad determinado por las capacidades coercitivas para imponer la disciplina del protegido a todos los presentes dentro de la instalación, a fin de asegurar el cumplimiento de los ordenamientos establecidos.

PROTECCIÓN DE TRANSPORTES PARA LA SEGURIDAD EN LOGÍSTICA

En la protección de transportes se requiere de acompañamiento físico y/o virtual del protector con el objetivo a proteger, con una perspectiva de movilidad y sobre todo paradas, en una ruta prestablecida sobre caminos, lo que implica una ubicación conocida y por tanto predecible en espacios de acceso no restringido a dicho objetivo de protección. Para estas condiciones, las medidas de protección, que en principio contemplan restricciones de conducta, también están limitadas por las “condiciones del terreno” de la ruta, físicas y funcionales, así como por las exigencias de los horarios del recorrido programados, lo que depende en última instancia de la disposición del operador de la unidad de transporte para acatar la disciplina del protegido a fin de cumplir con dicho programa.

PROTECCIÓN COMUNITARIA

La protección comunitaria corresponde al ámbito de la seguridad pública, y requiere de la presencia física y virtual del protector, las corporaciones policiales, en ubicaciones visibles, conocidas y por tanto predecibles en el entorno comunitario, con un propósito de preservación del orden y la tranquilidad públicas en dicho entorno. En este contexto, la protección y respeto al libre ejercicio de los derechos ciudadanos prevalecen sobre las atribuciones coercitivas para imponer las restricciones de conducta que conforman la disciplina del protegido, a la ciudadanía, incluso en situaciones de hechos delictivos o de perturbación social.

PERSPECTIVA

La disciplina del protegido representa un factor de oportunidad en un marco de proyección FODA3 para el protector, y por ende un elemento no controlable para propósitos de efectividad de cualquier esquema de protección, pero que lo mismo se puede convertir en un factor de amenaza. En consecuencia, se puede establecer que, sin la colaboración de la disciplina del protegido es posible, pero poco probable, el éxito en la misión de protección.