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¿EL FIN DE LAS LÍNEAS TELEFÓNICAS POR COBRE?

Recuerdo que, en días de tormentas fuertes, la famosa “fritura” se hacía presente, seguramente por uniones de cables mal aislados, con mucha humedad y el típico color verde de la sulfatación del cobre. Ruidos fuertes eran escuchados en el tubo de teléfono que muchas veces no permitían descifrar lo que del otro lado se estaba diciendo.

Con suerte podían pasar varios días hasta que el service se presentaba en el lugar para comenzar una minuciosa revisión de cableado, desde el teléfono hasta el poste donde se encontraban las conexiones.

Los primeros años de la telefonía no fueron sólo de sufrimiento, porque cuando uno lograba tener la línea fija la casa costaba más, ésta tenía un valor adicional por tener una línea telefónica. El número se consignaba en los boletos de compra-venta y en las escrituras. Casi una locura pensar en que eso podría pasar hoy.

Hasta aquí una hermosa historia de comunicaciones felices, sólo audio y conversando a la distancia, era la magia analógica, la misma que utilizaron las alarmas durante mucho tiempo y que hoy sigue vigente en decenas de lugares.

Asistimos a la muerte de una telefonía que comunicaba lugares y no personas, sin embargo, las alarmas necesitan este esquema, ¿pero sigue siendo la línea fija, a través de par de cobre que completa las necesidades reales de una alarma moderna?

Haciendo un poco de historia, el protocolo Contact ID fue desarrollado por Ademco y aceptado por SIA (Security Industry Association) como estándar por muchos fabricantes, ya que éste brindaba mayor infor- mación en la comunicación con el centro de monitoreo respecto a su antecesor 4+2. Si bien este protocolo fue diseñado para modular sobre líneas analógicas, en las líneas digitalizadas pueden generar errores, lo que torna una recepción de datos en el centro de monitoreo poco segura.

En términos de comunicaciones, si bien ya muchas empresas e instaladores han decidido erradicar la línea fija como medio principal de comunicación, aún se ven casos, dependiendo la zona geográfica, en donde el par de cobre y el famoso protocolo Contact ID conviven perfectamente, la pregunta es, ¿hasta cuándo podremos seguir utilizando el mismo esquema? Francia y España anunciaron hace algunos años la muerte oficial de la telefonía de línea tradicional. Se estima que para 2022 ya no quedarán terminales conectadas a la red mediante cables de cobre. Lo mismo anunció en septiembre de 2019, la British Telecom (BT), quien está evaluando un apagón de su red de cobre para 2027. ¿Qué tan cerca estamos en América Latina de un apagón de las líneas de cobre? ¿Esto hará desaparecer el teléfono hogareño? La respuesta a la primera pregunta es incierta, como lo es también el apagón definitivo de la tecnología 2G, no lo sabemos.

La respuesta a la segunda pregunta es definitivamente no, el teléfono estará siendo reemplazado por aparatos que se conectan por Internet y brindan más servicios, significa mayor valor agregado, e inmediatamente pienso en las alarmas conectadas a una línea convencional y sin una aplicación asociada. ¿Qué diferencial pueden aportar?

Uno de los países más avanzados en América Latina es nuestro querido vecino Uruguay, gracias a la inversión realizada por Antel que declaró casi un 100% de cobertura de fibra óptica para hogares, pero en el resto de los países, la situación variable. Argentina, por ejemplo, cuenta con una muy buena penetración de redes rápidas (71%, según Fiber Broadband Association).

Con la fibra óptica se abandonará progresivamente la tradicional red de cobre y, en consecuencia, cerrar las centrales de ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line).

En Argentina se calcula que aún existen alrededor de 5.5 millones de líneas que siguen funcionando con par de cobre entre las dos empresas telefónicas más importantes. Sin embargo, hace aproximadamente 10 años comenzó la migración hacia la digitalización de estas líneas a través de fibra óptica. En los últimos años la obsolescencia tecnológica se aceleró y esto provocó que las telcos migraran hacia tecnologías de acceso móvil, es decir, convirtiendo líneas aparentes fijas, pero que realmente no son dependientes de un cable de cobre.

El vuelco hacia la fibra óptica es inevitable, por allí se multiplica exponencialmente la cantidad de datos que se pueden traficar y así ofrecer nuevos servicios, se torna casi una obligación para las compañías avanzar sobre nuevos esquemas de productos. Telefónica hoy cuenta con más de 2 millones de hogares pasados con fibra y con 500 mil clientes ya conectados sobre esta tecnología, donde todo pasa por un hilo de fibra de vidrio.

Por su parte, Claro tiene 1.9 millones de hogares pasados con fibra y 400 mil clientes ya conectados.

De acuerdo al informe de CABASE (Cámara Argentina de Internet) reportado en diciembre de 2019 con datos de Enacom, entre 2015 y 2019 las conexio- nes fijas de banda ancha ADSL (cobre) bajaron de 54.6% al 35%, mientras el cable módem (coaxil) subió de 41% al 52.4% y el Internet inalámbrico se incrementó del 1.2% al 3.7% de los accesos. La fibra óptica en 2015 apenas llegaba al 2.3%, hoy entre el 9 y el 10% de las conexiones fijas a Internet son mediante esa tecnología.

LO QUE EL COVID-19 ESTÁ DEJANDO

A raíz del aislamiento social preventivo y obligatorio, decretado por el Gobierno el 20 de marzo de 2020 en Argentina, las telefónicas han trabajado para garantizar que los clientes puedan estar comunicados y conectados en todo el país. La empresa Telecom, menciona que “esta situación obligó a que, hiciera un gran esfuerzo ya que las inversiones y trabajos previstos para desarrollar a lo largo del año, se llevaron adelante en poco más de 15 días”.

Como se informa en el reporte de Telecom de mayo de 2020, la compañía aceleró significativamente su transformación digital interna la cual impactó directamente a sus clientes en los últimos meses de 2020. Esto significa mejor respuesta y la posibilidad de resolver problemas técnicos de forma digital. En términos generales la situación de pandemia incrementó en +30% el tráfico en hogares, pasando el balance desde las grandes corporaciones hacia dichos hogares en donde el teletrabajo cobra vida. La prueba de fuego fue superada ampliamente, y aquí me gustaría replantear los cuestionamientos negativos que se le han hecho a la red para utilizarla como medio principal de comunicación en alarmas, siempre y cuando en un escenario en donde tengamos redundancia en las comunicaciones con 3G (tercera generación), radio o tecnología Mesh.

CONCLUSIÓN

Desde hace años los operadores ya no ofrecen servicios de telefonía por cobre y los existentes se van reemplazando por tecnologías de acceso más actuales que, por su parte, requieren menos mantenimiento y aportan más valor al cliente. El cobre se levanta y se vende.

Estamos en presencia de un cambio inminente que debe ser acompañado en la industria de las alarmas, y en este sentido debemos comprender que el paradigma tecnológico está cambiando hacia un conjunto de dispositivos más conectados y esta tecnología móvil está afectando las estrategias empresariales actuales y por ende el mercado deberá estar atento a las oportunidades que emergen de la innovación con el uso de las apps. Todo está cambiando a nuestro alrededor. Si antes el cambio se preveía vertiginosamente y a pasos muy rápidos, hoy en el contexto de COVID-19, las aceleraciones de los cambios están a máxima potencia y no tienen marcha atrás.

Las empresas deben adelantarse y adaptarse a esos cambios trasladando la evolución tecnológica al cliente con más valor agregado que permiten las nuevas tecnologías, un panel reportando por teléfono ya no es algo atractivo.

Garnet Technology trabaja constantemente en el desarrollo de productos que permiten a empresas de monitoreo trabajar de forma óptima. Uno de los puntos interesantes en este análisis, es la inversión que hacen las empresas en equipos de alarmas tradicionales, cuando ya la mayoría no utiliza parte de ese circuito electrónico que permite reportar en un protocolo que está quedando obsoleto debido a la falta, cada vez mayor, de líneas telefónicas.

Las nuevas líneas de productos de Garnet contemplan esta solución para optimizar costos y simplificar instalaciones que ya no requieren líneas físicas para reportar.