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ACTUALIZÁNDONOS EN LAS NUEVAS FORMAS Y TECNOLOGÍA PARA TRASLADAR VALORES

En México, el negocio de traslado de valores tiene muchos años, apareciendo las primeras organizaciones a mediados de los años 60, este ramo es uno de los principales para la seguridad privada y empresarios que buscan entrar en un sector que los pone como organizaciones más fuertes, confiables y con una ventaja competitiva comercial debido a los procesos y capacitación especializada en esta modalidad. Los clientes de estos servicios podríamos dividirlos en tres por su nivel de importancia rentabilidad y ventas:

• El primero sin duda alguna son las instituciones financieras (los bancos), que por tener un gran número en efectivo que trasladar también tienen las cuotas y precios más bajos del mercado, pero en grandes cantidades que lo hace atractivo al cobrar una cuota de riego o cuota de traslado.

• Seguidos por tiendas departamentales y de conveniencia con ventas al menudeo a nivel estatal o nacional.

• El tercer rubro son las tiendas y establecimientos que tienen pocas sucursales o son locales.

Como empresas u organizaciones es imprescindible reconocer a las marcas y grupos que han dado imagen y servicio con gran impacto en la sociedad, como un grupo mexicano que además es el más grande en América Latina y su principal negocio es el traslado de valores, agrupa alrededor de siete empresas especializadas en traslado y mensajería de valores y más de 25 mil colaboradores, con un aproximado de mil unidades blindadas a lo largo y ancho del territorio nacional, esto sin contar sus alianzas y organizaciones del mismo ramo en otros países.

DATOS ESTADÍSTICOS

Hay otra organización internacional que opera desde hace años y fue pionera en este servicio en nuestro país, esta organización tiene 160 años de existencia en el mundo y en México opera con cerca de 80 sucursales en todo el territorio nacional, sumados a estas organizaciones la Dirección General de Seguridad Privada a nivel federal identifica y da autorización para operar a 350 empresas, de las cuales el 35.43% (124) tienen su principal base de operaciones en la Ciudad de México, el 16.29% (57) en el Estado de México, el 18.57% (65) en Jalisco, el 6.00% (21) en Nuevo León, el resto se divide en otras 21 entidades con el 23.71% (83).

Cabe destacar que ninguna empresa con autorización federal para la modalidad de traslado de valores tiene su principal base operativa en los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Aguascalientes, Hidalgo ni Guerrero.

A pesar de estos grandes números sólo unas cuantas operan con vehículos balizados e identificables, que dan el servicio especializado en traslado de valores, no superan más de 50 en todo el territorio nacional. Es importante hacer mención que ante esta dependencia federal también están registradas empresas que brindan el servicio de blindaje, siendo 91 las compañías blindadoras registradas a nivel federal, con preponderancia en la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco y Nuevo León, que juntas tienen el 81.31% (84) de las empresas registradas.

Sin duda alguna las entidades donde se genera mayor riego y existe un mayor número de la población es donde operan las trasladoras de valores, debido a que el manejo y pago en efectivo es mayor y por lo mismo el riesgo se incrementa, una trasladora de valores puede bien recolectar en una tienda local desde tres mil pesos (150 dólares), como bien puede hacer una concentración de un banco a su central de 20 millones de pesos —1 millón de dólares— (lo máximo estipulado por cada unidad blindada por algunas aseguradoras) o más, corriendo el riesgo del excedente por robo en algunas ocasiones.

ELEMENTOS OPERATIVOS BÁSICOS Y EL CRECIMIENTO DEL EFECTIVO

Los elementos básicos y mínimos para dar este servicio hablando del tema operativo solamente, serían personal armado, capacitado y con un alto filtro de confianza, unidad blindada, medios tecnológicos de geoubicación GPS (Global Positioning System) y comunicación directa (radios o teléfonos celulares), el servicio tradicional y por costumbre que se sigue dando es cuando el oficial recolector llega con el cliente, recibe una bolsa transparente (que previamente entregó la trasladora) perfectamente sellada y una papeleta, donde apuntan y el recolector recibe la cantidad exacta que contiene la bolsa (envase, mejor llamado), fecha y hora de la entrega, más otros generales como nombre de los involucrados, ubicación, etc.

Bajo este proceso, el esquema de seguridad se limita a que la unidad blindada espere lo más cercano del lugar al oficial recolector y éste en todo momento está acompañado de escoltas armados, mismos que todo el tiempo van guiando y están observando a todos lados para hacer presencia e impacto visual del poder y armamento, así es el esquema de seguridad al trasladar, lo único que cambia es el número de escoltas, por cada tope de efectivo trasladado se incorpora un escolta más, llegando a tener cuatro o cinco escoltas por cada recolector, en el riesgo llamado de banqueta (en el traslado de la ubicación de recepción y la unidad blindada).

Aunque muchos creen que el negocio de traslado de valores irá decreciendo, incluso que en algún momento desapareciendo conforme pasan los años y sube el uso de dinero electrónico, uso de tarjetas bancarias y transferencias en aplicaciones, es una idea falsa por completo, debido a que el uso del efectivo también crece, sin meternos en análisis financieros más complejos y usos y métodos de pagos, cada año crece el dinero circulante en el país, y ese dinero en algún momento termina en un depósito bancario, en algún establecimiento que traslada el riesgo de transportar el efectivo al banco a alguna empresa de traslado de valores, haciendo cada año que el circulante en la calle también crezca.

Para los ladrones es muy atractivo el imaginar que, en un solo golpe, pueden llevarse millones de pesos y una logística más fácil de escape estando en la calle, al contrario de poder quedar atrapados dentro de un establecimiento y sólo poder obtener algunos miles como lo supondría un asalto a una tienda, aunque el sistema armado es eficaz y generalmente ante un ataque a una empresa de traslado de valores los criminales tienen un porcentaje mínimo de lograr su objetivo, sigue siendo muy atractivo bajo una buena inteligencia y planeación, donde este porcentaje puede incrementarse de forma significativa.

ALGUNOS CASOS DE ROBO

En la historia tenemos asaltos a unidades blindadas de traslado de valores con éxito a lo largo y ancho de todo el país, teniendo un común denominador prácticamente todos: la violación a algún procedimiento de seguridad, como ejemplo tenemos un caso de éxito de ladrones debido a que el personal de la empresa de traslado se bajó por comida, dejando sus armas a un lado sin medir el riesgo, justo en ese momento fueron atacados (cada cierto día de la semana hacían esto y ya era costumbre, facilitando inteligencia previa de los asaltantes).

Otro, cuando una falsa camioneta de la Policía Federal en ese entonces paró y pidió que bajaran de la unidad blindada para una revisión, momento justo del ataque y robo del efectivo. En otro caso, un vehículo embiste a la unidad blindada de forma considerable, provocando que baje el personal y ahí los atacaron, y así podemos dar muchos ejemplos, incluso de robos internos en las sucursales de traslado de valores, con personal interno involucrado en muchos casos, todos con el común denominador de que no se siguió el proceso como corresponde por los empleados de la empresa de traslado, pero ¿podemos evitar este riesgo con el factor tecnología?

En un planteamiento y esquema básico podemos generar un proceso tecnológico asistido por el factor humano, en el cual ni la persona tendría la necesidad de portar un arma, logrando que el efectivo se contabilice desde la ubicación del cliente y hasta se pueda acreditar en ese momento.

Imaginemos una unidad no blindada del todo, pero sí con un sistema global de tecnología inrobable”, empezando con la premisa de: ¿Cuál es el objetivo del robo a una trasladora de valores? Obtener el efectivo, no hay otro, pero si este efectivo estuviera en cajas metálicas, que tienen GPS integrado, cámara en línea al momento del traslado, geocercas y una ruta determinada trazada (cliente – unidad blindada), en el caso de que cualquiera de estos elementos tenga una variación considerable la caja explota por dentro, entintando los billetes y dejándolos inservibles para su uso, el objetivo del ladrón queda completamente obsoleto y sólo obtiene el riesgo de recibir un ataque en defensa propia de los custodios o ser detenido.

LA TECNOLOGÍA COMO APOYO

Sin duda la tecnología nos provocaría una disminución del riesgo, las empresas de traslado de valores deben comenzar a sustituir el blindaje, armas y el riesgo, por softwares y hardwares diseñados en una tecnología de logística. ¿Cómo? Esa es la tarea y sobre todo la diferenciación que generaría valor al mercado, sin duda ningún cliente diría que no, si le ofrecen un servicio en el cual pueden depositar a un cajero electrónico instalado en su mismo negocio, provocando que por cada corte en ciertos horarios, incluso al momento, tuviera ese efectivo en su cuenta bancaria.

Es como si estuviera depositando en una sucursal bancaria dentro de su negocio, dejando el efectivo de sus ventas en una caja de alta tecnología que cuenta y valida los billetes, incluso lo selecciona al momento y acredita en cuentas, y cuando le recolecten el efectivo, solamente se hace un intercambio de estas cajas, con tecnología de punta, una recolección sin armas en las sucursales de los clientes y mucho más rápida y ágil, asegurando que no se desvíe o sea robado, y en ese caso, como ya lo mencionamos con anterioridad, el objetivo quedaría inservible, llegando a la unidad de traslado depositando esa caja en un riel que valida el efectivo ingresado, seleccionándolo, separándolo denominaciones al momento y juntando el efectivo dentro de la unidad.

Cuando llegue a la sucursal y se apertura para sacar el efectivo, éste ya está previamente contabilizado, verificado, acreditado, seleccionado y solamente es validar este proceso, ahorrando tiempos al área de gestión y selección de efectivo en cada sucursal o bóveda de destino. No estamos tan lejos de algo así, ya hay tecnología que hace esto por separado, incluso en otros países se han hecho unidades prototipo para dar este tipo de servicios.

Es necesario que la industria de traslado de valores en México dé un diferencial aminorando el riesgo de todos, personal, clientes y sociedad en general, no es tarea fácil, debe alinearse con regulación, seguros, fianzas, permisos, capacitación, etc., pero en este mundo tan cambiante sin duda alguna hay que adaptarse, aceptar la tecnología y renovarnos todo el tiempo.

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