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SOLUCIONES DE SEGURIDAD EN PRISIONES

Las prisiones son instituciones autorizadas donde son encarceladas las personas consideradas por la ley como autores de un determinado delito, la prisión es la última fase del proceso de justicia penal donde los ciudadanos son privados de la libertad. Existen tres niveles de sistema penitenciario: las cárceles a nivel municipal, los CERESOS (Centros de Reinserción Social) a nivel estatal y los CEFERESOS (Centros Federales de Readaptación Social) a nivel federal, y por lo regular están instalados en zonas con alta incidencia delictiva, lo cual representa un primer riesgo, su ubicación.

Las prisiones son sin lugar a duda, una de las instituciones críticas y delicadas en muchos aspectos. A lo largo de los años han sido estudiadas desde múltiples enfoques. La intención del presente artículo es poder explicar los riesgos a los que se enfrenta la seguridad en las prisiones, además de la mano de los expertos dar a conocer las soluciones tecnológicas diseñadas para cada una de las áreas de la Seguridad que ayudan a que un centro penitenciario cumpla su función ante la sociedad y explicar algunos conceptos clave desde distintos enfoques y perspectivas de las prisiones. Por ello Seguridad en América (SEA) platicó con algunos expertos en seguridad y tecnología en materia de centros penitenciarios.

La seguridad en prisiones contempla dos conceptos clave: la seguridad externa (para evitar fugas) y la vigilancia interna (para evitar incidentes), que están mejor garantizadas cuando se fomenta una buena relación entre los reclusos y el personal. Esto constituye la esencia de lo que se conoce como “seguridad dinámica”. “Este concepto incluye: el desarrollo de relaciones positivas con los reclusos, la canalización de la energía de los reclusos para realizar trabajos y actividades constructivas, así como la aplicación de un régimen digno y equilibrado con programas individualizados para los reclusos. La buena conducta y la cooperación pueden fomentarse también mediante un sistema de privilegios ajustado a las diferentes categorías de reclusos”, mencionó Gigi Agassini, CPP, gerente de Desarrollo de Negocios para Genetec en México.

¿A QUÉ SE ENFRENTAN?

Los centros penitenciarios por su propia naturaleza de actividades enfrentan diferentes riesgos y peligros, tanto ataques y actos violentos por parte de los habitantes de un penal, intentos de fugas, etc., como amenazas externas en el perímetro de las instalaciones.

 El Manual de Seguridad Dinámica e Inteligencia Penitenciaria de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de 2015, cuenta con apartados muy interesantes que contemplan desde la perspectiva de la seguridad privada en las prisiones y cómo apoyar en su labor, el cual aborda: marco y funciones de la seguridad penitenciaria, seguridad dinámica, inteligencia penitenciaria, definiciones, administración y organización, así como el ciclo, procesos y elementos. De los cuales destacaremos algunos: seguridad física, evaluación de riesgos, recuento y control, recuento de reclusos, registro, comunicación y vigilancia, capacidades interpersonales, selección de personal y capacitación, gestión de unidades dentro de establecimientos penitenciarios y supervisión directa, entre muchos otros.

Erving Goffman, sociólogo canadiense que define a las prisiones, al igual que los hospitales, las escuelas, el ejército, como instituciones totales: “Una institución total se define como un lugar de residencia y trabajo, donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria administrada formalmente”.

Las instituciones totales requieren de procesos repetitivos, revisiones a detalle, control de todos los procesos y actividades que se realizan, así como conocer y gestionar información y personas, todo aquel que entra y sale de una institución total. Ahora bien, visto desde el punto de vista de la seguridad, las prisiones adicionalmente requieren otro tipo de medidas, para llevarse a cabo requieren de inteligencia y tecnología, capaz de poder apoyar con estos procesos, que son necesarios para mantener el orden y control dentro de este tipo de institución.

Gigi Agassini compartió que “la prioridad principal de la seguridad de las cárceles es, impedir que se produzcan fugas de presos, y esto puede hacer que los administradores de los centros penitenciarios concentren sus esfuerzos en las medidas de seguridad a expensas de la reducción de fondos destinados a mejorar el trato y las actividades en esos centros. Por consiguiente, es fundamental que la supervisión del sistema penitenciario corra a cargo de diferentes organismos independientes del ministerio y del gobierno de que se trate”.

“Esto se puede lograr distribuyendo la responsabilidad de inspeccionar la gestión de los diferentes aspectos de la vida carcelaria entre diferentes ministerios. Asimismo, resulta primordial que en los programas de reforma se tenga en cuenta la necesidad de crear mayor conciencia ciudadana sobre las consecuencias a largo plazo de políticas penales severas que no contribuyan a construir sociedades más seguras”, agregó.

Óscar Arrieta, Sr. Application Engineer de Hanwha Techwin México, coincidió con que no sólo es monitoreo, sino también mejorar las operaciones de un centro penitenciario. En el entendido de que en una prisión pueden ocurrir en cualquier momento actos violentos como motines, peleas, robos, abusos de poder, fugas, etc. “Es importante apuntar a proveer evidencia en tiempo real, identificar reclusos, a integrarse con sistemas de control de acceso y VMS (Video Management Software) terceros, así como a brindar vigilancia situacional sin perder nada de vista, por ello las empresas han desarrollado productos con resistencia superior a golpes, choques o vandalismo”.

PAPEL DE LA SEGURIDAD PRIVADA EN PRISIONES

La masificación de las prisiones, la reducción de presupuestos y la aparición de amenazas cada vez más sofisticadas, hacen que la optimización de las medidas que garanticen la seguridad tanto de los funcionarios, como de los propios internos en los centros penitenciarios, sea cada vez más importante.

"En la actualidad, existe una mayor apertura, tanto de los fabricantes e integradores, como de los responsables de la prisión, hacia el acceso de información actual y competente en materia de alta seguridad. Esta valiosa asesoría, estará a ligada al grado de calidad y profesionalismo de las marcas privadas de seguridad", comentó Susana Gallegos, Business Development Director para LATAM en STid Group.

Además, mencionó: "Las compañías privadas de Seguridad, tienen la responsabilidad de proveer a la Dirección de la penitenciaría únicamente soluciones no propietarias, confiables y robustas, por ejemplo, tarjetas de acceso sin monopolios, llaves privadas de encriptación o licenciamientos imposibles. También los integradores deberán facilitar el canal directo con fábrica para la educación constante de la Dirección de Seguridad en la prisión, el máximo aprovechamiento de los recursos, la garantía de compatibilidad con el ecosistema global de las instalaciones y la anticipación de las necesidades de años venideros".

“Es evidente que la seguridad penitenciaria es el punto básico y posiblemente el más complicado de la tarea penitenciaria, la seguridad privada se ha dado a la tarea de reforzar los accesos, las aduanas de vehículos y visitantes. Así como el de automatizar los procesos derivados de las alarmas y circuitos de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión), con esto se obtienen reportes de anomalías, las cuales se solucionan de manera oportuna e inmediata”, comentó Óscar Arrieta.

Cabe mencionar que las empresas de seguridad privada en México están limitadas a sólo ser un ente consultor y para proveer servicios tecnológicos, mientras que, en otras partes del mundo como Estados Unidos y España las prisiones son gestionadas por empresas privadas de seguridad. “Sin embargo, la seguridad privada colabora en el diseño de estrategias, haciendo un papel fundamental”, añadió José Luis Calderón, director comercial de Eximco.

Las prisiones hoy en día tienen la gran responsabilidad de custodiar a aquellos actores encargados de perpetrar toda clase de actos delictivos, es por ello que estas infraestructuras demandan un alto nivel de seguridad tanto físico como lógico, para lo cual se requieren sistemas electrónicos de seguridad sumamente robustos, de alta disponibilidad y con equipos redundantes que garanticen estabilidad en sus operaciones y permitan el cumplimiento estricto del reglamento penitenciario.

“Dichos esfuerzos deben estar focalizados en maximizar el desempeño y aprovechamiento de las tecnologías de monitoreo, control e integración implementadas en estas instalaciones de máxima seguridad, a fin de minimizar incidentes y alcanzar sus objetivos de seguridad”, comentó Joel Alejandro Camacho Cortés, director de Desarrollo de Negocios en SISSA Monitoring Integral.

“El Estado pone al personal que desarrolla políticas y brinda la seguridad y los procesos de seguridad penitenciaria, pero los elementos de seguridad física como el sistema de seguridad perimetral que incluiría: barreras físicas, sistemas de detección, evaluación, iluminación, blindajes, cerraduras, candados, equipamiento para guardias, etc., lo deben brindar las empresas de seguridad privada profesionales y especializadas, que cumplan con estándares como el American Correctional Association (ACA), fundada en 1870, para el diseño, implementación y mantenimiento de este tipo de sistemas”, agregó José Luis Calderón.

“La coordinación entre las autoridades de gestión resulta primordial para garantizar un funcionamiento eficiente, por ejemplo, en lo que respecta a los procedimientos para trasladar a los delincuentes de los centros de detención preventiva a las prisiones, el traspaso de archivos y de información, y la coordinación de la atención médica, así como asistencia de equipo de contención ante un motín interno y más, lo que convierte a esta ‘colaboración’ fundamental en las prisiones”, añadió Gigi Agassini.

Compañías de seguridad privada están cada vez más involucradas en la participación de vigilancia en centros penitenciarios, característica positiva debido a la tendencia de estas compañías a implementar tecnología de seguridad electrónica y apoyar procesos operacionales con tecnología de vanguardia en seguridad. La cuarta revolución tecnológica ofrece nuevas herramientas que permiten economizar costos, reducir tiempos y mejorar errores operacionales en diferentes áreas de un centro penitenciario. “El máximo aprovechamiento y correcta operación de las nuevas tecnologías incrementa la rentabilidad y robustece la seguridad de cualquier infraestructura crítica al potencializar sus fortalezas”, mencionó Joel Camacho.

“Asimismo, vemos que cada vez más los sistemas de seguridad y protección de una cárcel deben estar integrados profundamente con el objetivo de mejorar procesos no sólo de seguridad, sino también operacionales y de control del personal”, agregó Óscar Arrieta.

TECNOLOGÍA Y PROCESOS DE SEGURIDAD

Desde la teoría de Michael Foucault, mencionó como concepto clave retomado de Jeremy Benthamel el panóptico como “una forma de estructura arquitectónica diseñada para cárceles y prisiones. Dicha estructura suponía una disposición circular de las celdas en torno a un punto central, sin comunicación entre ellas y pudiendo ser el recluso observado desde el exterior. En el centro de la estructura se alzaría una torre de vigilancia donde una única persona podía visualizar todas las celdas, siendo capaz de controlar el comportamiento de todos los reclusos”. En la actualidad no se diseñan las prisiones bajo este concepto, el panóptico en este caso sería contar con sistemas de videovigilancia, alarmas, y monitoreo permanente.

José Luis Calderón mencionó que “la implementación de un sistema de seguridad física de una prisión debe inclinarse más hacia los medios pasivos como estrategias CPTED (Crime Prevention Through Environmental Design) y las barreras de protección perimetral que nos ayudarán a cumplir los objetivos de delimitación, contención, disuasión y retraso”.

Agregó que la estrategia de protección perimetral debe ser en capas y ha de iniciar con un análisis que nos permita identificar los activos y áreas relevantes de un penal; posteriormente debemos evaluar el nivel de riesgo y partiendo de eso proponer soluciones adecuadas, tanto interiores como exteriores:

Perímetros exteriores

•    Poligonal exterior: es el sistema instalado en los límites de los estacionamientos de la instalación. Este sistema delimita las áreas de estacionamiento de empleados y visitantes. Este perímetro también es una línea de defensa importante que puede ser reforzado con otros elementos de protección como barreras vehiculares.

•    Rondín exterior: este perímetro delimita el camino por el que las fuerzas de respuesta realizan los rondines de seguridad.

Perímetros interiores

•    Muralla perimetral: la muralla perimetral es el muro o elemento que se encuentra después de la poligonal, la antecede una zona de amortiguamiento; hacia el interior agrupa y contiene todo lo relacionado al CEFERESO, este perímetro deberá estar reforzado con torres de vigilancia, iluminación y un remate serio a base de barreras físicas como obstáculos de cuchillas. Con este elemento se impide la visibilidad del exterior al interior y viceversa.

•    Rondín interior: está ubicado entre la muralla perimetral y el cerco de confinamiento de módulos, delimita el camino vehicular o peatonal por el cual los custodios realizan el rondín interior.

•    Cerco de amortiguamiento: se ubica entre la muralla perimetral y el cerco de confinamiento de módulos, delineando el contorno exterior de cada módulo. En el espacio que se genera se instalan barreras piramidales erigidas con distintos obstáculos de cuchillas tipo Concertina® de distintos diámetros para la contención y retraso de internos que intenten evadirse.

•    Cerco de confinamiento: está directamente en contacto con la población penitenciaria (internos), este elemento limita los dormitorios e impide el libre paso a los andadores u otras áreas que tengan restricción de horarios o se consideren áreas controladas.

En cuanto a las soluciones de videovigilancia, Óscar Arrieta comentó que es sin duda una de las herramientas más oportunas para la seguridad de las prisiones, pues la información que se puede obtener de estos sistemas puede ser crucial, algunas de ellas son:

•    Cámara para esquinas con analíticas avanzadas de video e identificación por audio de disparos, gritos, explosiones o ruptura de vidrios.

•    VMS para integración completa con sistemas de control de acceso y doble verificación de identidades.

•    Cámaras multisensor para monitoreo situacional de patios y zonas extensas de cárceles sin puntos ciegos.

•    Cámaras con Inteligencia Artificial (IA) para detección de atributos en personas (color de ropa, accesorios, grupo de edad, género, entre otros). Las analíticas basadas en Inteligencia Artificial reducen hasta en un 90% las falsas alarmas.

•    Grabación de video forense para evidencia judicial y soporte de operaciones.

•    Cámaras térmicas para vigilancia perimetral intra y extramural en completa oscuridad.

•    PTZ (pan-tilt-zoom) con seguimiento de personas y vehículos basado en Inteligencia Artificial.

•    Analíticas de seguridad sin licenciamiento para control de personas como cruce de líneas, zona prohibida, detección de movimiento, objeto removido, regiones de intrusión, entre otras.

Además de la videovigilancia y todas las herramientas antes mencionadas, se debe contar con sistemas electrónicos de seguridad perimetral, control de acceso, detección de objetos y sustancias prohibidas, voceo, inhibición de señal celular y ahora drones, radiocomunicación, climatización, gestión para la atención y coordinación operativa.

 

“Ayudará a facilitar al personal de seguridad la detección y actuación oportuna, conforme a los protocolos de seguridad establecidos, ante cualquier contingencia que pueda representar un riesgo para cualquier centro penitenciario”, comentó Joel Camacho. Agregó que en cuanto a la selección y control de personal, existen tecnologías que permiten la captura de información general y biométrica, tanto del personal que labora en las instalaciones como de las personas privadas de su libertad que habitan el centro penitenciario y sus visitantes.

 

Estas plataformas optimizan la administración de identidades y el intercambio de datos a través de múltiples dispositivos biométricos; para ello, la información general y biométrica de las personas enroladas se carga a una base de datos, donde se podrá utilizar de forma local para diversas tareas de gestión y seguridad.

Existen fabricantes de lectores de control de acceso peatonal para personal administrativo, visitantes, entre otros, a través de tarjetas de PVC (policloruro de vinilo) y RFID (Radio Frequency Identification) no clonables con llaves de encriptación cuya propiedad es exclusiva de la dirección de la seguridad de la prisión, así como nuevas tecnologías de control vehicular de largo alcance, credencialización virtual en teléfonos móviles y control de activos a través de arcos RFID con tags pasivos.

La tecnología hoy permite ir más allá de la seguridad, se pueden tener procedimientos perfectamente digitalizados y con esto generar históricos de incidentes que ocurren de manera frecuente y no frecuente, lo que dará una vista muy clara de las medidas que se deben mejorar, es importante poder hacer escalamientos ante situaciones complejas.

Gigi Agassini señaló que “a través de la federación permite también extender en un ‘centro de crisis’ información oportuna de lo que ocurre dentro de la institución y coordinar equipos externos y tácticos para responder ante la emergencia”. Obteniendo así una arquitectura de alta escalabilidad permitiendo la sincronización de cámaras, puertas, lectura de placas, paneles de intrusión y todos estos sistemas interactuando entre sí para generar alarmas, eventos locales y remotos. Compartir información y evidencia digital con diferentes instituciones a través de una flexible y abierta plataforma.

 José Luis Calderón comentó que en México, de 2006 a 2012, la estrategia federal de infraestructura penitenciaria tuvo un importante desarrollo para diseñar espacios, a nivel estatal y federal se implementó la tecnología más avanzada en áreas como el acceso vehicular, se instalaron kilómetros de barreras físicas de última generación, sistemas de detección no sólo para cercas, sino también de manera subterránea, la fuga de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera “El Chapo” propició a implementar sistemas de detección de vibraciones.

Adicionalmente, un sistema de evaluación y control de acceso con múltiples registros, con escáner de vehículos, cámaras con analíticos para el registro de placas y revisión de personas con herramientas para cavidades. Se desarrollaron sistemas de apertura de puertas desde una consola de control. Sin embargo, hoy en día la situación de los sistemas penitenciarios es un gran pendiente para la agenda del Ejecutivo Federal.

ANILLOS DE LA SEGURIDAD

A lo largo del artículo se habló acerca de los diferentes riesgos y retos que enfrenta una prisión en coadyuvancia con la seguridad privada. Esto puede verse desde la teoría de los ciclos de la seguridad, la cual explica que “los anillos de seguridad son líneas concéntricas imaginarias o físicas que se hacen alrededor del protegido o del sitio a proteger. Usualmente se emplean tres anillos que vienen determinados por el profesional de seguridad”.

“Los anillos de seguridad pueden ser dinámicos o estáticos, es decir, son flexibles y cambiantes o pueden ser inamovibles y rígidos, dependiendo de las necesidades o circunstancias. Estos anillos deben estar explicados en un plan de seguridad, ya que cada uno funciona como una especie de filtro que va restringiendo el acceso al protegido o al sitio el cual se protege. Esto con el fin de evitar alguna vulnerabilidad o riesgo, de allí que cada anillo sea más restrictivo que el otro”.

Cabe destacar que la estructura de cada anillo depende de la amenaza, del nivel de riesgo del protegido y de los recursos disponibles. En el presente texto se externaron las necesidades para cada uno de los anillos de la seguridad, así como las tecnologías correspondientes a cada uno.

En cada uno de los anillos encontramos necesidades específicas para cumplir y, por consiguiente, infraestructura y tecnología especializada para hacerle frente a cada uno de ellos:

•    Anillo externo: es la línea de defensa y el anillo más lejano al protegido o al sitio por proteger. Está compuesto por personal de seguridad equipado y entrenado para reacción y protección de personas, ya que es el primer filtro de acceso al protegido. Deberá contar con herramientas tecnológicas como: sistemas de iluminación, seguridad perimetral, bloqueadores, control de acceso vehicular y peatonal, bolardos, barreras automáticas, entre otros.

•    Anillo medio: está compuesto por instalaciones o edificaciones donde va a estar el protegido, el personal de seguridad, medios de seguridad electrónicos como: control de acceso, detección de metales y explosivos; el personal de apoyo y logística externo, lectores biométricos, molinetes verticales, rayos X, software y sistemas de monitoreo.

•    Anillo interno: es el más cercano al protegido o al sitio a proteger. Es rígido, restrictivo e incorruptible. Este