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MÁS ALLÁ DE GUARDIAS Y RONDINES, ¿QUÉ BUSCAN LAS NUEVAS GENERACIONES EN SEGURIDAD?

Quiero hablar sobre las empresas de seguridad privada (intramuros). Hoy en día carecen de la visión generacional de los nuevos tiempos. Una persona que pertenece a la nueva generación tiene en sus manos a través del teléfono móvil acceso en un instante a cualquier servicio: mensajería, transporte, alojamiento, comida y hasta recargas de baterías de auto por precios sumamente accesibles. Pensando que todo este abanico de soluciones lo tienen en la palma de su mano yo les pregunto: ¿Por qué los servicios de seguridad privada no han evolucionado? A estas nuevas generaciones no les interesan los índices de inseguridad por colonia o la definición de una seguridad perimetral, pero sí el acceso a un servicio rápido y eficiente.

Hoy en día la tecnología permite tiempos de servicio muy cortos y acceso a economías de escala, donde los servicios globalizados modernos compiten con la vieja guardia de empresarios acostumbrados a una eficiencia operacional, sin tener en cuenta que las nuevas generaciones necesitan el servicio en un instante, de calidad y a través del dispositivo en sus manos.

Entendiendo que el porcentaje de inversión en seguridad del PIB (Producto Interno Bruto) es insuficiente para cubrir las necesidades de la población en México, hay un mercado importante donde los servicios de seguridad física tienen un auge muy fuerte en los últimos diez años.

Esta necesidad de seguridad física de la población está siendo cubierta por empresas privadas que dicen tener una experiencia y conocimiento militar y policial, sin tener en cuenta la necesidad de la seguridad integral que necesita la población, enfocados a la ganancia bruta en pesos y sin lograr un enfoque de servicio a cliente satisfecho.

Actualmente estos servicios son caros y no cubren de manera integral la seguridad de los contratantes. Se concentran en elementos, turnos, rondines, dispositivos disuasivos y nada más. Los turnos de 24 horas son prácticas inhumanas y obsoletas donde sabemos que no cumplen con la necesidad del servicio de seguridad que se requiere.

ESTE SERVICIO NO ES SUFICIENTE PARA LAS NUEVAS GENERACIONES

Para mí, hoy, las empresas de seguridad privada deberían incluir una gama de componentes que no se pueden considerar por separado, como estrictos controles de confianza de las personas encargadas de cuidar los accesos de nuestra casa, oficina o negocio, una base de datos confiable para saber la historia de nuestros guardias de seguridad, perfiles adecuados con base en las necesidades del cliente, una verdadera capacitación inicial y sobre todo permanente, contratos con niveles de servicio bien definidos, integración de aplicaciones de seguridad, y finalmente la confianza de brindar un servicio de excelencia respondiendo al cliente a cualquier eventualidad por errores directos del guardia de seguridad. Sin duda serían elementos indispensables para un servicio de seguridad privada eficiente, confiable y moderno.

A estas nuevas generaciones les importa de una manera distinta el tema de seguridad. La seguridad de sus bienes y de su integridad personal, entre otros, se percibe de una manera ligera porque no existe la cultura de la administración del riesgo. Desafortunadamente es necesario que suceda algún tipo de siniestro para que se logre hacer conciencia de la necesidad de un servicio de seguridad.

También me pregunto: ¿Por qué las empresas no incluyen los servicios gratuitos de seguridad que ya existen? El gobierno ha hecho una inversión importante en tecnología para la seguridad pública. ¿Por qué no aprovecharla y ofrecer el servicio como parte del contrato a nuestros clientes? Ya hay aplicaciones gratuitas que nos alertan sobre las calles con un índice delictivo alto, como Mi Policía o la marcación rápida 911 del gobierno de la Ciudad de México.

Las nuevas generaciones pueden encontrar en Google estos servicios al instante a través de su celular. Los servicios que proveemos deberían incluir todas estas herramientas y una guía para su buen uso. Las nuevas generaciones saben que al segundo clic van a encontrar una aplicación gratuita que le ayude a ver las cámaras de seguridad por Internet de su casa u oficina todo el tiempo.

¿Por qué las empresas de seguridad siguen cobrando este servicio? ¿De qué sirve tener un guardia de seguridad 24/7 si éstos no pueden pasar un control de confianza o no conocen los protocolos en el caso de un siniestro? El riesgo no disminuye, el servicio de seguridad no cumple su función.

¿CAMBIAR DE EMPRESA DE SEGURIDAD PRIVADA RESUELVE EL PROBLEMA?

No. Imaginemos un servicio de seguridad privada moderno juntos: primero, acabar con las miles de empresas que no están debidamente registradas ante las instancias gubernamentales correspondientes, incluir aplicaciones como valor agregado en atender las quejas de los servicios de manera oportuna y directa con los responsables de la operación.

Visualizar de manera inmediata la ficha técnica del guardia asignado a tu casa no importando las mil y un veces que te los cambian en el año, botones de emergencia, exponer los permisos vigentes de las empresas y cuando sean sancionados una alerta para saber en dónde fallaron, información si el guardia de seguridad se encuentra capacitado para atender cualquier tipo de emergencia y podría seguir enumerando actividades con un sólo objetivo: queremos servicios de calidad con información oportuna y actualizada.

Profesionales en el servicio de seguridad y no improvisados que sepan diferenciar el servicio a casa, hospitales, centros comerciales, corporativos, etc., personal que esté bien uniformado y motivado, limpio. Supervisores que entreguen reportes de riesgo y de incidentes. Propuestas trimestrales que mejoren la seguridad del cliente y la de sus bienes, incluyendo su identidad digital y sus intereses monetarios.

Para mí, gran parte de la seguridad funciona alrededor de la confianza y ésta se pierde, porque la confianza se da a la primera en nuestra cultura en México, y si se pierde, ya no se recupera.

Los servicios de seguridad privada tienen que evolucionar a un modelo integral, donde la tecnología, confianza, certeza y compromiso del proveedor tienen que convivir con el costo, eficiencia y modelos integrales de administración del riesgo que se ofrezcan en una cultura en México, donde la necesidad de seguridad nace, desgraciadamente, de un evento catastrófico.