Seguridad en América | Post

Uno de los aspectos muy importantes y relacionados con nuestra profesión son los efectos que generan la tensión o el estrés sobre nuestras acciones relacionadas con la inteligencia emocional en crisis, incidentes, accidentes, robos, huelgas, atentados, toma de instalaciones, incendios, accidentes graves de tránsito, desastres naturales, y en general todas las situaciones de mucha presión que se presentan actualmente en nuestras organizaciones y procesos.

En muchos de los casos, cometemos errores en nuestra reacción a pesar de haber sido entrenados para una respuesta a una crisis, sin embargo a pesar de ello fallamos, y eso genera una gran pérdida de vidas y de patrimonio, como por ejemplo: olvidar una respuesta, falta de liderazgo, duda en tomar una acción, el personal no responde las órdenes, errores en desarrollar la respuesta en general.

COMBATIENDO EL ESTRÉS

Teniendo en cuenta que el estrés ya ha sido reconocido como una de las enfermedades del siglo XXI, como un trastorno que no sólo es el responsable de numerosas afecciones cardiovasculares, digestivas y neurológicas, sino también el causante de que no podamos disfrutar de una mayor calidad de vida, por ello en los últimos años están surgiendo una serie de técnicas y terapias que tratan de aliviar y reducir el estrés. Una de las que cuenta en la actualidad con un mayor número de seguidores es el mindfulness.

La cual consiste en una técnica de relajación y meditación que procede del budismo, aplicado a reducir en gran medida el estrés y aliviar los síntomas de ciertos trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, reducir los estados emocionales negativos de las personas e incrementa los sentimientos positivos, enfocarnos en el momento presente aceptando nuestras emociones tal cual nacen, sin controlarlas o evitarlas.

De esta forma, se consigue eliminar la frustración o la ansiedad que nos produce el hecho de enfrentarnos a una situación que no podemos cambiar o modificar por mucho que lo intentamos, entonces el método es aprender a gestionar las emociones, reacciones, actitudes y pensamientos para así afrontar las situaciones que se nos presentan en la vida.

¿CÓMO SE PRACTICA Y CUÁLES SON LOS BENEFICIOS?

Su procedimiento es muy simple, es disponer de un espacio tranquilo y sin ruidos que nos puedan distraer, luego debemos sentarnos con la espalda recta para que no nos moleste ninguna tensión muscular, hay que saber controlar la respiración. Una respiración honda y pausada ayuda a oxigenar el cuerpo y relajarse, poco a poco, y a medida que vayamos dominando la técnica, podemos ir ampliando el foco de nuestra atención hasta llegar a ciertas experiencias vitales, no hay que juzgar ni valorar estas experiencias, sólo pensar en ellas y aceptar que forman parte de una realidad, es la parte más importante.

Los resultados aportan beneficios de reducir el estrés y la ansiedad, ya que el mindfulness logra reducir los niveles de cortisol, una hormona que se libera en respuesta del estrés.

Las personas que practican mindfulness viven en un estado de calma y serenidad que beneficia tanto a nivel físico como emocional. La mente calmada de las personas que hacen mindfulness es más proclive a generar ideas nuevas. Es por esto que se trata de una técnica que favorece la creatividad.

Una importante consideración es que contribuye al incremento de nuestra inteligencia emocional, como que nos ayuda a identificar y aceptar nuestras emociones. También nos ayuda a lidiar con el estrés y las emociones negativas, contribuye a reducir la ansiedad y aumenta nuestro control sobre nuestras capacidades cognitivas.

Aplicando este principio del mindfulness a nuestras funciones, así como compartirlo con el equipo nos enseñará a no reprimirnos con lo malo, superarlo y, segundo, lo más importante, la tranquilidad, estado de ánimo, tener la salud necesaria para manejar situaciones de estrés de respuesta con inteligencia emocional y así enfrentar los riesgos y manejar respuestas adecuadas.