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LA EVOLUCIÓN DE LA MODALIDAD DELICTIVA ?MOTOCHORROS?

En la edición 115, me había referido a una modalidad delictiva en aumento en las áreas urbanas: los “motochorros”. Este particular modus operandi se materializa con el robo a mano armada (normalmente arma de fuego), por parte de delincuentes que se desplazan en motocicletas por parejas, en uno o más vehículos. Una vez seleccionada la víctima (normalmente en arterias poco transitadas y contra personas solitarias), el acompañante desciende y ejecuta el ilícito, y se vuelve a subir a la moto para darse a la fuga.

Asimismo, es muy preocupante el empleo efectivo de armas de fuego por parte de los agresores, aun cuando la situación no lo amerita, e incluso en oportunidad de darse a la fuga. La maniobrabilidad y velocidad de los desplazamientos de los vehículos utilizados permiten un escape impune. Ahora bien, al no ser una situación nueva, debemos tomar debida nota de la evolución:

LA OPORTUNIDAD CRIMINAL

Siempre juega un papel preponderante la oportunidad criminal. En términos de prevención, se han tornado peligrosos los alrededores inmediatos de los establecimientos educativos. Numerosos hechos con esta modalidad delictiva se han producido en dichos lugares, particularmente dirigido al robo de celulares aprovechando la distracción de los padres que esperan a los niños, como así también contra aquellos menores que se desplazan en soledad. En tal sentido, la pandemia y el cese de la presencialidad dejaron de lado medidas de prevención comunitarias como los corredores escolares, por ejemplo. Es menester retomar estos procedimientos de probada eficacia, con el retorno de la asistencia escolar.

EL OBJETIVO CONCRETO VS. EL OBJETIVO TRASCENDENTE

También la economía criminal ha cambiado. Lo que antes representaba el celular robado como elemento de lucro concreto y único, ahora se ha diversificado. No es sólo la venta del aparato en sí, sino que se ha ampliado por el auge de los delitos informáticos. Resulta notable la habilidad adquirida para las estafas, fraudes y suplantación de identidad llevadas a cabo desde los dispositivos robados. De hecho, constituyen el objetivo predominante o trascendente del robo.

Es así como, por ejemplo, el 24 de julio en una pizzería de la ciudad de Córdoba, Argentina, un delincuente aprovechó un descuido de los empleados y se robó el celular del comercio, dándose a la fuga en la moto que lo estaba aguardando. En forma inmediata y utilizando el móvil, los delincuentes se transfirieron unos 25 mil 390 pesos argentinos (257 dólares) a una cuenta bancaria, y solicitaron un crédito de 100 mil pesos argentinos (1,014 dólares) y también se lo transfirieron. Si bien el comerciante logró la cobertura por parte de los seguros, los delincuentes lograron su objetivo. Por suerte, luego fueron capturados.

Es sólo una muestra entre infinidad de denuncias del mismo tipo. Como recomendación principal, es menester seguir una estricta política de seguridad de la información, no utilizando las opciones de autocompletado ni de recordar contraseñas. También es recomendable consultar frecuentemente las cuentas para detectar movimientos extraños y, de esa forma, hacer una rápida denuncia para acceder a la cobertura de los seguros. Y, obviamente, utilizar sólo lo indispensable el celular en vía pública y, en lo posible, de espaldas a una pared con visión periférica para disuadir.

LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL

Si bien hay proliferación de delincuentes aislados, la tendencia es a aumentar la complejidad de las bandas, en su dirección, organización y distribución de tareas. Así es como en junio de 2021, y luego de un paciente y complejo trabajo de investigación, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, detuvo a los 10 integrantes de una banda, conocida como la “Banda de Cachete”.

Esta organización operaba desde un estacionamiento donde, oculto en un vehículo, el jefe de la banda daba las directivas para el seguimiento de las personas que concurrían a entidades financieras o bancarias. Estos delincuentes se desplazaban en bicicletas o motos, disfrazados de personal de delivery (llamados “rompedores”), y eran quienes atacaban a las víctimas “marcadas” por el jefe. Después de hacer trizas las ventanillas, y bajo amenazas, robaban bolsos, mochilas y carteras —allí donde estuviese guardado el dinero— para escapar en moto.

La citada banda tiene comprobada su acción criminal en nueve ataques a clientes de entidades bancarias y financieras del microcentro porteño desde el 5 de febrero pasado (“salideras”). No es la única banda en su tipo, habiéndose detectado “flotas de motochorros”.

LA LOGÍSTICA CRIMINAL Y NUEVOS DELITOS QUE GENERA

El Anillo Digital, un sistema de control de última generación de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires permite identificar, a través de sus patentes, a los vehículos que tengan impedimentos para circular y que utilizan las 74 entradas y salidas del distrito. Dispone de dos centros de monitoreo, con un total de 498 lectoras de patente y 120 cámaras de video. Allí comparten jurisdicción la Policía de la Ciudad y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, para prevenir el delito en ambas jurisdicciones.

Su funcionamiento representó una dificultad a salvar por los delincuentes ya que, en casi todos los casos, los vehículos utilizados para delinquir son robados. Esta necesidad de logística criminal generó nuevos delitos: los robos y la falsificación de patentes. Así es como los robos de patentes vehiculares sufrieron un gran aumento en los últimos años, ya que eran necesarias para eludir los controles.

En un portal de Internet algunos usuarios ofrecían patentes para motos, autos y tráileres. Por medio de un trabajo en conjunto con el portal y empresas de telefonía e Internet, fue localizado el origen de las publicaciones. En un local de venta de repuestos y accesorios de motos, se vendían patentes falsas y las hacían en el momento, según la indicación del cliente. En total, se incautaron 50 chapas patentes apócrifas, 4 CPU, 10 cajas con calcos de letras y números. Los responsables fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia.

Actualmente, el Anillo Digital ya tiene la capacidad de chequear consistencias entre la patente denunciada y el modelo y tipo de vehículo al que corresponde. Asimismo, las chapas patentes son documentos oficiales, sólo legítimos cuando son emitidos por el Registro de Propiedad Automotor, y protegidos por numerosas medidas de seguridad que no permiten su copia fiel al original. Su costo de reposición no es elevado, por lo que no justifica una copia ilegal más barata. Debe denunciarse el robo de patente en forma inmediata, y solicitar su reposición en el Registro Automotor donde el vehículo se encuentra registrado.